¡Muy buenas y feliz Navidad a tod@s! Entre los trabajos que venimos llevando a cabo en La Casa de la Becada muchas veces hemos hablado de los censos de becada que realizamos con la ayuda de perros especialistas, pero nunca habíamos descrito en profundidad el desarrollo de una jornada.
Pues bien, el 26 de diciembre acompañamos a Enrique y Dani a Garralda para realizar un conteo de becadas. Para ello trajeron sus canes, cuatro preciosos ejemplares de raza setter inglés. Algunos experimentados y otros que están empezando en este mundillo de la becada.
Recordemos que cada participante debe portar una autorización personal e intransferible para realizar los censos y cada titular del permiso puede soltar a la vez dos perros como máximo. También y aunque se pueden llevar acompañantes, los perros obligatoriamente deben estar inscritos a nombre de la persona titular del permiso de censo.
Todos los datos que obtenemos de la jornada de censos se vuelcan en una aplicación específica del “Proyecto Becada” desarrollada por Felipe Díez, del Club de Cazadores de Becada. Se anota el lugar y la hora de inicio y finalización de la jornada, becadas vistas, entre otra información complementaria.
Así podemos calcular el ICA o Índice Cinegético de Abundancia, que sería el número de becadas avistadas por hora para una jornada teórica de 3,5 horas. El análisis de este índice nos permite obtener una foto de la evolución de la cantidad de becadas en el transcurso de una temporada, así como la tendencia a lo largo de los años.
Volviendo al censo de hoy, nos desplazamos al extremo Norte de la Reserva, a una zona de praderas intercaladas con pequeños bosquetes de hayas y alerces, con sotobosque de acebos y avellanos. La mañana se presenta fresca, con 2ºC bajo cero, cielo completamente limpio y ausencia de viento. Condiciones ideales para encontrar becadas.
Pronto los perros inician su búsqueda, se nota que son especialistas en esta especie y recorren las laderas del monte con amplios lazos con el fin de rastrear la mayor cantidad de terreno. El sonido de la campana que portan en el collar ayuda a seguir sus desplazamientos. En los últimos años también se ha generalizado el uso de collares GPS, mediante los cuales se puede localizar en todo momento a los canes con mayor distancia de movimiento.
No tardan en dar con las primeras becadas, pájaros tranquilos que se dejan mostrar por los perros. Al menor contacto olfativo con las becadas los canes quedan completamente paralizados, como hipnotizados por la emanación de las sordas, en una estampa espectacular. El tiempo se detiene y los protagonistas son la becada y el perro. En ocasiones el pájaro trata de escabullirse corriendo entre la maleza, poniendo a prueba las habilidades del perro, quien debe arrastrarse por el suelo, casi reptando, siguiendo el rastro de la becada con el mayor de los sigilos. Una vez que el pájaro se ve atrapado queda inmóvil, tratando de pasar desapercibido mediante su plumaje, del mismo color que la hojarasca. Sin embargo, la persistencia del perro tiene su premio y la becada se ve obligada a levantar el vuelo. Con una habilidad admirable, aletea y evita las ramas de los árboles para poner distancia con su perseguidor.
Una vez avistada la becada, anotamos este encuentro en la aplicación y continuamos el recorrido en busca de más aves. Así hasta completar una jornada de tres horas en las que hemos sido capaces de dar con cinco becadas distintas, no está nada mal.
Al no abatir a la becadas estas aves quedarán en el monte, para disfrute de los aficionados socios del CCB que quieran acercarse a La Casa de la Becada en las próximas semanas.
De vuelta al pueblo de Garralda hacemos parada en el bar, donde entre risas y reponiendo fuerzas con un buen pintxo de txistorra, comentamos los mejores momentos de esta jornada de censos muy bien aprovechada.
Ya son cerca de 80 permisos de censos expedidos en la presente temporada 2023/24, restando todavía los meses de enero, febrero y marzo para continuar con estos trabajos, que combinan disfrute y ciencia ciudadana.
Os esperamos en La Casa de la Becada.