Otra de las actividades practicadas en la Casa de la Becada es la monitorización de la población de becadas realizada mediante la localización de individuos con perros, en concreto esta actividad se realiza desde el mes de octubre hasta finales de marzo para tratar de entender, si es posible, la dinámica del flujo migratorio en esta zona del Pirineo Occidental, que representa uno de los mejores pasillos del Suroeste europeo.
Para obtener resultados de algún valor científico era necesario establecer un criterio (protocolo) para la realización de las actividades y para ello nos basamos en las directrices establecidas por el Club de Cazadores de Becada para la realización de censos en el marco del “Proyecto Becada”. También se estableció una normativa para el acceso a los permisos de censos mediante sorteo.
Las personas participantes vuelcan la información correspondiente a su jornada de censo en la aplicación web del “Proyecto Becada” inplementada por el Club de Cazadores de Becada. De cada salida se anotan datos de duración del censo, becadas avistadas, meteorología, etc…
¿Qué podemos deducir de este seguimiento? En primer lugar, información a largo plazo, sobre la densidad año a año, constante en las áreas y en el período, en relación con las condiciones climáticas.
Después de las primeras inspecciones de los bosques de Garralda, se identificaron 5 áreas en las que establecer el estudio de datos, a lo largo de los años, cada participante con perro visita estas 5 áreas con mayor o menor intensidad.
Mediante la extracción y el procesamiento de los datos recogidos en las fichas de seguimiento se ha intentado obtener la frecuencia de encuentros (Becadas observadas por hora de muestreo) y por tanto la densidad de becadas en los bosques, comparándolas año a año y zona a zona. Nos aventuramos entonces a intentar un análisis de las características de los ambientes y condiciones climáticas y por último también de las fases de la luna en las que se produjeron los encuentros.
La actividad de monitorización comenzó en octubre de 2020, encontrándonos con una primera dificultad debido a que las restricciones a la movilidad provocadas por la pandemia del Covid-19 impidió la acceso a Garralda de los participantes de otras regiones y el número de jornadas de censos fue inferior a lo esperado.
En 2021 y con la nueva normalidad se pudo hacer un muestreo completo de la Reserva, con numerosas jornadas de perreo y buena abundancia de becadas, solo interrumpidas por los temporales de nieve que se sucedieron desde finales de noviembre y primera semana de diciembre.
El otoño de 2022 vino acompañado de una grave sequía que no ayudó a la presencia de becadas en su Casa, pero aún así numerosos aficionados al perro de muestra se acercaron a estos montes para entrenar a sus canes y de paso contribuir al estudio científico sobre la especie.
Tal y como ya se señaló con el anillamiento científico, los censos con perro han demostrado que en Garralda permanecen becadas a lo largo de todo el invierno e incluso con condiciones de nieve y frío intenso hay aves que no se marchan, o huyen de manera temporal y regresan a los pocos días.