¡Hola a tod@as! Entramos en el mes de marzo y esta época es sinónimo del punto álgido para la migración prenupcial de la becada, también conocida como contrapasa. Las aves que han pasado el invierno en el interior de la Península Ibérica y norte de África poco a poco retoman el viaje de vuelta hacia sus cuarteles de cría en el norte de Europa, principalmente Rusia.
Garralda es un punto estratégico en este periplo, ya que muchas aves eligen estos montes como lugar de descanso y alimentación antes de cruzar los Pirineos. Si los collados pirenaicos se cierran con niebla, muchas aves se ven obligadas a tomar tierra a la espera de que se despeje el camino para retomar la migración.
Por ello en La Casa de la Becada nos centramos durante estos días en el arreón final de la temporada, un último esfuerzo en las labores de anillamiento y censos de becadas con perro.
Esta semana ha estado en Garralda con su perros Ricardo Cornago, del afijo Villacarmago, quien nos ha cedido amablemente unas fotos y vídeos de sus espectaculares compañeros disfrutando con las becadas de La Casa.
Durante estas últimas jornadas y coincidiendo con la entrada de viento Sur, favorable a la migración primaveral, ha ido aumentando paulatinamente la densidad de becadas en estos bosques y así lo certifican los aficionados que se han acercado por aquí. Aves abundantes, pero muy esquivas, que han puesto en jaque a los perros. Excelente escuela para los jóvenes y un premio para los más experimentados que así pueden alargar unos meses más la temporada de caza, esta vez sin escopeta.
Recordamos que las sesiones de censos con perros tienen una finalidad científica, ya que sirven para monitorizar las poblaciones de becada que pasan por Garralda y establecer sus tendencias a medio-largo plazo. Para realizar estos censos es obligatorio ser socio/a del CCB y haber participado durante la temporada en el estudio del “Proyecto Becada”, aportando datos de las cacerías y alas de las becadas abatidas.
En lo que respecta a las sesiones nocturnas de anillamiento también hemos notado este incremento de efectivos, aunque el pico de migración creemos que está por llegar. A destacar el aspecto rebosante de estos pájaros, cargados de grasa antes de iniciar la migración, muy diferente de las becadas escuálidas que atrapamos en noviembre después de más de 3.000 kilómetros de trayecto.
Hermosas becadas de más de 350 gramos de peso, cuyo ruido al liberarlas sobrecoge. ¡Buen viaje!