Categorías
Anillamiento científico Temporada 2024/2025

De Garralda a Rusia

¡Muy buenas! En la última entrada de este blog hacíamos un resumen de la temporada pasada, sin tener en cuenta que todavía hay lugares donde se siguen cazando becadas.

Así, hoy nos llegaba la noticia de una becada de La Casa cazada en Rusia el 19 de abril. Para nosotros resulta algo extraño, ya que en los países de la Unión Europea y en virtud de la Directiva relativa a la conservación de las aves silvestres, más conocida como Directiva aves, la caza de especies migratorias no está permitida en su periodo de reproducción.

En concreto, el artículo 7.4 establece que, cuando se trate de especies migratorias, los Estados miembros velarán en particular, por que las especies a las que se aplica la legislación de caza no sean cazadas durante su período de reproducción ni durante su trayecto de regreso hacia su lugar de nidificación.

Becada en vuelo nupcial o croule en Estonia

Sin embargo, Rusia al no ser miembro de UE todavía permite la caza de la becada en un breve período de tiempo de la primavera, durante los vuelos de cortejo nupcial. Se trata de una caza muy controvertida desde un punto de vista ético, ya que presenta una escasa dificultad en un momento en el que las becadas se encuentran indefensas y apenas se asustan de las personas, entretenidas en la búsqueda de hembras y defensa del territorio.

Un par de becadas en croule

Sin embargo, los defensores de su caza en Rusia la presentan como una caza tradicional, muy regulada en cuanto a número de ejemplares abatidos cada año y fechas en las que se realiza. Por otro lado, se trata de una caza bastante selectiva, ya que se estima que el 80% de los ejemplares capturados son machos.

En cualquier caso, la captura de una becada anillada en Garralda en tierras rusas siempre es noticia. Se trata de un ave marcada el 1 de febrero de 2024. En aquel momento se trataba de una becada juvenil, nacida en el verano anterior.

Captura de Google Maps de la zona de Rusia donde ha sido cazada la becada anillada

Como decíamos, ha sido cazada el 19 de abril, 443 días después de ser anillada. El lugar de captura se encuentra en el oblast de Novgorod, concretamente en el distrito de Chudovskiy, a casi 2.900 kilómetros de Garralda. Esta becada habría recorrido alrededor de 12.000 kilómetros en los cuatro trayectos migratorios realizados.

El anillamiento científico de aves como siempre nos da datos muy interesantes de los desplazamientos, especialmente útiles en el caso de especies migratorias como es el caso de la becada.

No podemos pasar la oportunidad de agradecer al cazador y a la Oficina de Anillamiento rusa el haber transmitido la información de esta captura.

Hasta la siguiente entrada.

Categorías
Anillamiento científico Censos con perro Temporada 2024/2025

Resumen de la temporada 2024/25 en La Casa de la Becada

¡Muy buenas! Parece mentira, pero ya han pasado cinco años desde que arrancó el proyecto de La Casa de la Becada, un lustro en la que se han cumplido con creces los objetivos que nos planteamos: Crear un laboratorio al aire libre donde extraer un buen número de datos que ayuden a conocer un poquito más los secretos de nuestras amigas.

La nieve apenas se ha asomado a Garralda el pasado invierno

Este año y una vez llegados al mes de abril es el momento de analizar toda la información recopilada a lo largo de la temporada. Atrás queda ya el mes de octubre, por segundo año consecutivo y después de años bastante secos, el otoño cumplió y desde el mes de septiembre las lluvias se sucedieron en estos valles pirenaicos. Fruto de ello, los bosques y prados lucían sus mejores galas otoñales, quizás la caída de la hoja estuvo algo adelantada debido a varios episodios de heladas en septiembre.

Meteorología

Decíamos que el otoño de 2024 fue parecido al del año anterior, ya que las precipitaciones fueron abundantes y regularmente repartidas ya desde mediados de agosto, con lo que llegábamos a mediados de la estación con el terreno en perfectas condiciones de acogida para las becadas que quisieran visitar estos hayedos.

El observatorio de Aurizberri/Espinal, el más cercano a Garralda, registraba una buena cantidad de litros por metro cuadrado (517) entre el 1 de agosto y el 1 de noviembre, superando la cifra del año anterior para ese periodo.

También es verdad que está gran cantidad agua ha podido jugar en nuestra contra. De hecho, un factor que ha podido condicionar en gran manera el asentamiento de las becadas en estos montes es el reparto abundante y uniforme de las lluvias por toda la Península, lo que podría haber facilitado una mayor dispersión de las becadas durante el periodo de invernada. Ya desde el inicio de la migración detectamos pájaros que parecían seguir su camino deteniéndose pocos días en estos montes, la humedad en otros lugares no las obligaba a quedarse en estos hayedos, algo que sí sucede en otoños más parcos en precipitaciones.

Tampoco las temperaturas extrañamente tibias para la época, acompañadas por fuertes vientos del Suroeste favorecieron la migración en estos montes del Pirineo. De acuerdo con los datos de Meteo Navarra, excepto en septiembre de 2024, durante todos los meses de otoño e invierno la temperatura media en estos valles ha superado con creces los valores promedio históricos.

Así, aunque la llegada de becadas no se retrasó tanto como el año anterior, octubre volvió a ser un mes con muy poca presencia de becadas y ya van unos cuantos, siendo en esta zona un mes tradicionalmente favorable.

A mediados de noviembre llegaron los primeros fríos, con tímidas nevadas en las cotas más altas de Garralda, pero las temperaturas bajas se sucedieron de manera muy intermitente, intercalándose con jornadas con verdadero calor para la época, causados por las continuas entradas de viento de procedencia atlántica.

El resto del otoño e invierno siguió una tónica parecida y extrañamente la ausencia de temperaturas extremas y manto de nieve, favoreció una buena presencia de becadas en Garralda durante enero y febrero, meses en los que a priori los rigores invernales expulsan a gran parte del contingente de becadas de estos montes.

Mapa de Navarra donde se aprecian las fuertes anomalías positivas de temperatura durante el pasado invierno

Anillamiento

La labor de marcaje de aves en Garralda es efectuada por anilladores expertos y/o específicos de becada avalados por la Oficina de Anillamiento de Aranzadi y englobados dentro del proyecto del grupo de anillamiento “Scolopax”. La metodología utilizada ya lo conocéis, pero básicamente consiste en un recorrido a pie por las praderas tratando de localizar las becadas con un foco y atrapándolas mediante una especie de salabre.

Los trabajos de anillamiento durante la pasada temporada se iniciaron el 25 de octubre, prolongándose hasta el 20 de marzo. Han trabajado tres anilladores, efectuándose un total de 43 sesiones de anillamiento, lo que constituye un cómputo global de 50,17 horas de prospección, un esfuerzo de muestreo sensiblemente más bajo que en la temporada anterior, achacable principalmente a la escasa presencia de pájaros en los prados y que no aconsejaba insistir sobre los mismos pájaros ya asentados.

A lo largo de los recorridos nocturnos se han observado 117 becadas, frente a las 273 sordas localizadas en la temporada anterior, lo que da un Índice de Abundancia Nocturna de 2,33 becadas/hora, bastante por debajo por de las 2,98 becadas/hora de la anterior temporada 2023/24. En el cómputo global, la temporada 2024/25 fue la segunda campaña con menor densidad de becadas desde que iniciamos el estudio.

Abundancia de becadas (nº becadas/hora) detectada durante los recorridos nocturnos de anillamiento a lo largo de las cinco temporadas completas de estudio, más la 2019/20 que abarcó el último tercio de la temporada

De estas becadas avistadas se han capturado 40 ejemplares, lo que da una efectividad del 34%, valor diez puntos por debajo del obtenido en la campaña anterior. El hecho de que haya una baja densidad de aves, con poca entrada de ejemplares nuevos, provoca que haya mayor repetición de encuentros con aves ya desconfiadas. Por tanto, desciende la efectividad a la hora de capturarlas.

Número de becada capturadas (Anilladas más recapturas) por temporada

Del total de becadas capturadas, un 20% corresponde a ejemplares previamente anillados o recapturas (8 becadas), porcentaje que puede considerarse muy elevado en comparación con el calculado en otras zonas donde también se están desarrollando labores de marcaje de becadas. De hecho, el porcentaje de recapturas de becadas anilladas en Navarra en la pasada temporada sin contar los datos de Garralda se quedó en un escaso 12%, ocho puntos por debajo del valor obtenido en la Casa de la Becada. Recordamos que este dato surge como consecuencia del elevado esfuerzo de anillamiento en esta zona (Mayor número de ejemplares marcados) así como de la ausencia de presión cinegética, lo que deriva en una mayor supervivencia de becadas anilladas que posteriormente son recapturadas en la misma temporada o sucesivas. Es lo que denominamos filopatria o fidelidad de las aves a un determinado lugar a lo largo del tiempo.

Número de becadas anilladas por temporada

El estudio de las plumas del ala de las becadas nos permite calcular su edad y gracias a ello, la proporción de individuos jóvenes respecto al total de aves capturadas. Esta información nos puede dar una idea del éxito de la temporada de cría, así como del fruto en la supervivencia de las becadas en la reserva de la Casa de la Becada, todo ello en base a la filopatria nombrada antes. Durante la temporada 2024/25 el porcentaje de aves jóvenes fue de un 60%, muy por debajo del 78,33% de la temporada 2023/24, pero todavía podemos considerarla muy elevada. Sobre todo cuando para el conjunto de Navarra el porcentaje de jóvenes se ha quedado en un 53%. Parece que el hecho de situarse Garralda dentro de un importante corredor migratorio influye a la hora de capturar un mayor número de becadas jóvenes, lo que viene a compensar en buena manera el efecto “Reserva”. Es algo que tendremos que ir confirmando en los próximos años.

Evolución del porcentaje de becadas jóvenes capturadas por temporada

En cuanto a la distribución temporal de las becadas en Garralda, el primer ejemplar observado se detectó en fecha habituales, un 25 de octubre, pero hasta el último tercio de noviembre no se generalizó la presencia de sordas. Al contrario de lo que podríamos considerar normal la densidad de becadas ha ido en aumento a lo largo de todo el período, alcanzándose el pico de abundancia en enero y primera década de febrero, para ir descendiendo rápidamente en marzo.

Evolución de la abundancia de becadas (nº becadas/hora) por mes a lo largo de la temporada 2024/25

Como decíamos, el hecho de que no hayamos padecido grandes nevadas ni olas de frío ha facilitado el asentamiento de pájaros durante todo el invierno, aunque nunca en densidades muy elevadas.

En cuanto a las becadas anilladas en Garralda y recuperadas por caza, tenemos cinco ejemplares. Dos de estas recuperaciones se realizaron en los cotos colindantes, una con 22 días portando la anilla y otra anillada en 2023. Del resto de anillas, dos fueron cazadas en Gipuzkoa, una anillada en la temporada pasada y otra en 2020. Por último, una becada anillada esta misma temporada y cazada en Navarra a 50 kilómetros de distancia.

Censos con perro

Otra de las actividades que desarrollamos en la la Casa de la Becada es el seguimiento de la densidad de aves mediante el censo con perros, consistente en recorridos a pie en la que se van apuntando las becadas que detectan los canes. La información recopilada durante estos censos es volcada en la aplicación del “Proyecto Becada” del Club de Cazadores de Becada.

Respecto al esfuerzo de muestreo, en la pasada temporada reservaron permiso de perreo en Garralda 59 socios del CCB. Finalmente se disfrutaron 57 jornadas de censos, muy por debajo de los 96 censos realizados en la temporada anterior. Aunque son unas cifras bastante buenas, un buen número de permisos reservados finalmente no se llegaron a aprovechar, lo que creemos es un problema a solucionar en próximas temporadas.

A lo largo de estas 57 jornadas de censo se avistaron 52 becadas, lo que da un Índice de Abundancia (Becadas avistadas para una jornada teórica de 3,5 horas) de 0,72. Representa un descenso respecto al valor del ICA1 en 2023/24 (0,89) y consideramos que se trata de un valor francamente bajo y engañoso, como venimos insistiendo estos últimos años, ya que viene condicionado por la concentración de las jornadas de censo principalmente en las fechas en las que hubo una menor densidad de becadas en Garralda. De hecho, se observa que la mayor demanda de jornadas de censos se produjo en octubre e inicios de noviembre, cuando apenas había becadas en Garralda, bajando en cuanto las becadas se reparten por los cotos y los participantes dan prioridad a las jornadas de caza.

Curso de anillamiento

El sábado 16 de noviembre realizamos en Garralda un curso de anillamiento, continuación del realizado en marzo, para aquellas personas interesadas en formarse en el anillamiento científico de becadas con el fin de informar sobre las características del proyecto de anillamiento del grupo “Scolopax”, así como los requisitos exigidos a los candidatas/os.

Después de la parte teórica nos desplazamos a las praderas para realizar un ejemplo de salida práctica de anillamiento, con bastante suerte ya que pudimos atrapar dos becadas, con las cuales explicamos in situ el método de marcaje y toma de medidas. La idea es dar continuidad a este tipo de charlas la temporada que viene.

Esto fue todo en cuanto a las actividades realizadas en la Casa de la Becada durante el otoño e invierno de 2024/25. Temporada muy completa en la que han crecido y consolidado todos los apartados en los que estamos inmersos. En anteriores entradas de este Blog ya colgamos el resumen de las dos pruebas del Máster CCBP celebradas en Garralda y desde este mes de abril hemos comenzado la colaboración en el seguimiento de becadas nidificantes dentro del “Proyecto Roding”. Animamos a todos los socios y socias del CCB a participar en esta y otras iniciativas, os podéis poner en contacto con nosotros a través del correo electrónico casabecada@ccbp.org y seguir todas las iniciativas de la Casa de la Becada en este blog oficial.

Categorías
Anillamiento científico Biología Temporada 2024/2025

Ya están las becadas de vuelta

Muy buenas. Llevábamos varias semanas sin actualizar el Blog a falta de grandes noticias que aportar. Hemos tenido un invierno bastante anodino en lo meteorológico y una escasez inédita de becadas en Garralda. Las salidas de anillamiento a lo largo del mes de enero así lo atestiguan, con una densidad de pájaros muy por debajo de la media y capturas testimoniales.

Sin embargo la llegada de febrero ha venido acompañada cambios, tenemos la dorsal anticiclónica colocada encima de nosotros, lo que implica vientos del Sur y temperaturas muy suaves. Un contexto ideal para que las becadas inicien el regreso a sus cuarteles de invierno subidas en la ola de los vientos de cola.

Así en las últimas jornadas venimos encontrando nuevos pájaros y una densidad que vuelve a parámetros normales. De vez en cuando nos gusta gastar acero marcando nuevas becadas, ya que a lo largo del invierno solamente encontrábamos becadas viejas conocidas.

El comportamiento de las becadas también ha cambiado y lo habitual ahora es encontrarlas agrupadas en ciertos lugares y no tan dispersas como en la temporada de invernada. No es raro observarlas en parejas o grupos de tres o cuatro unidades.

Algo que nos está llamando la atención son los comportamientos que sugieren vuelos nupciales, con becadas en pareja o tríos persiguiéndose y “jugando”. Quizás estamos asistiendo a un adelanto del periodo de la cría empujadas por los inviernos cada vez menos rigurosos, en especial este año en el que febrero nos recuerda más a mediados de marzo.

En cualquier caso seguiremos saliendo al campo en las próximas semanas con mayor intensidad, el periodo de contrapasa es quizás el más interesante dentro del calendario anual de La Casa de la Becada.

Permaneced atent@s al Blog. Saludos.

Categorías
Anillamiento científico Temporada 2024/2025

Seguimos esperando a las becadas…

¡Muy buenas a tod@s! Llevamos un tiempo sin actualizar este blog a la espera de poder aportar importantes novedades, pero pasan los días y la realidad es que la verdadera noticia es que no hay noticias.

Becada en su hábitat nocturno, en este caso una siembra directa de colza

En las últimas semanas hemos realizado un seguimiento intensivo de las praderas de anillamiento a la espera de la llegada de la gran ola migratoria, pero lo cierto es que ésta parece haber pasado de largo de los montes de Garralda.

Como siempre decimos, para un estudio de este tipo un cero es un dato tan válido o más que el resto, aunque se hace más duro salir al campo con la convicción de que se van a encontrar pocos pájaros en las praderas. La densidad de becadas en la última semana de noviembre y primera de diciembre, teóricamente las mejores de la temporada, ha sido anecdótica, muy por debajo de los valores esperables para estas fechas. Seguramente estamos ante la peor migración otoñal de las cinco que llevamos con el proyecto de La Casa de la Becada.

Esta becada eligió una pradera para pasar la noche

La realidad es que en todo el otoño no hemos notado noches con una gran presencia de becadas jóvenes, síntoma de una migración masiva, pero lo que resulta más extraño, tampoco se han recapturado un número destacable de ejemplares anillados en años anteriores. La teoría nos dice que estas becadas “viejas” todavía estarían por llegar.

Otro de los factores a tener en cuenta es que las becadas capturadas presentan unos pesos llamativamente elevados, síntoma de aves asentadas o de ejemplares que están realizando su viaje migratorio de manera muy escalonada, al no estar acuciadas por el frío o la nieve. Al revés de lo sucedido en los últimos años en Francia, esta temporada el nivel de humedad del suelo allí es óptimo, por lo que seguramente las becadas están encontrando alimento en abundancia a lo largo de su trayecto.

Bonito ejemplo de muda en becada ¿Sabrías adivinar su edad?

En este sentido y como anécdota destacar un fenómeno que venimos observando en las praderas de Garralda este año y nos confirman cazadores y participantes en los censos con perro y es la existencia de zonas con abundantes chazas (Excrementos) de becada, pero en las cuales las aves parecen haberse esfumado. Da la impresión de que este año y en estas zonas las becadas se han detenido lo justo para repostar y continuar la ruta.

Tras un mes de noviembre muy cálido, 2,2ºC de temperatura media por encima de lo normal en la estación del Embalse de Irabia, el sábado 7 de diciembre llegó la nieve a los montes de Garralda, por lo que esperaremos a que se retire para poder hacer alguna salida y valorar si se han producido cambios.

Pocas becadas pero bien aprovechadas en los censos con perro

Toda esta situación a nivel local se encuentra en un contexto general de escasez de becadas en toda la franja cantábrica. Como siempre repetimos, para estas zonas necesitamos una migración acompañada de vientos de componente Norte-Noreste, y éstos no han sido frecuentes en las últimas semanas. A esto se une que el otoño ha repartido abundantes lluvias por toda la Península, por lo que las becadas se encuentran más repartidas por el territorio. De todas maneras y en un análisis general no podemos hablar de una gran temporada en cuanto a abundancia de becadas. Como siempre, hay excepciones y la situación puede cambiar en cuestión de días, pero de momento estaríamos por debajo de los valores promedio.

Paralelamente a los trabajos de anillamiento en Garralda continuamos muestreando otras zonas y, si bien la densidad es mayor, tampoco estamos encontrando grandes concentraciones.

También debemos decir que al Norte de los Pirineos el invierno no acaba de entrar con la fuerza que nos gustaría y eso no ayuda a un desplazamiento masivo de becadas hacia nuestros dominios.

A partir del 15 de diciembre se considera que las becadas ya estarían asentadas en sus cuarteles de invierno, pero como hemos observado otros años en Garralda es muy probable encontrar desplazamientos puntuales en función de los fenómenos meteorológicos que vamos viendo a lo largo del invierno.

Como siempre somos optimistas y confiamos en traer mejores noticias en las próximas entradas de este blog ¡Permaneced atentos!

Otro punto de vista de Dendaberri Wana en el concurso del 17 de noviembre
Categorías
Anillamiento científico Temporada 2024/2025

Comienza el movimiento

Muy a buenas a tod@s. Si en la anterior entrada de este blog hace apenas cuatro días hablábamos de tranquilidad total en cuanto a los desplazamientos migratorios en La Casa de la Becada, parece que el cambio de tendencia que veníamos anunciando tiene toda la pinta de ir confirmándose.

La última salida de anillamiento y los censos con perro así lo demuestran, encontrándose densidades que empiezan a parecerse a lo que se considera normal para las fechas en las que nos encontramos.

El viento Sur nos está dando una tregua y hemos disfrutado de noches claras y con apenas viento, lo que facilita el desplazamiento migratorio de las becadas. Sabemos que son aves que, por su constitución y al volar generalmente en solitario, no son amigas de emigrar con fuertes vientos en contra.

A partir del domingo 10 se va consolidando una situación de nortes e incluso noreste que podría alargarse incluso hasta el siguiente fin de semana. Esta captura de pantalla de portal Windy para la madrugada del lunes 11 así lo muestra.

En paralelo también observamos una bajada de temperaturas hasta valores normales, incluso con anomalías negativas y heladas en gran parte de Centroeuropa. Podemos ver las temperaturas bajo cero representadas por el color azul en el siguiente mapa previsto para el lunes por la mañana.

No se trata de grandes olas de frío, pero sí alegra ver un cambio de tendencia respecto al calor que hemos tenido en las últimas semanas.

Siempre nos gusta traer al blog curiosidades que nos encontramos en las salidas de anillamiento. En esta ocasión tenemos la captura el viernes 8 de noviembre de una becada anillada el 29 de noviembre de 2023 y recapturada de nuevo el 1 de febrero de 2024, todo ello en la misma pradera. Un portento de orientación y fidelidad al mismo lugar de La Casa de la Becada.

Eso es todo, buenas perspectivas para el concurso de perros de muestra sobre becada del Máster CCB que se celebrará el 16 y 17 de noviembre, esperemos que se confirmen.

Seguiremos informando.

Categorías
Anillamiento científico

¿Dónde van las becadas de La Casa?

Muy buenas a tod@s. Volvemos con un nuevo post para analizar parte de la información que hemos ido recabando estos últimos años. Como sabéis, los objetivos que explora el anillamiento científico son variados, todos relacionados con el estudios de la biología de las poblaciones de aves silvestres. Cuando colocamos una anilla a un pájaro individualizamos a ese ejemplar y podemos ser capaces de estudiar sus movimientos en el caso de que vuelva a ser capturada, bien sea por otro anillador/a o a través de la caza.

En el caso del estudio que estamos realizando en La Casa de la Becada, mediante el anillamiento podemos estimar la abundancia de aves y su tendencia a través de los conteos realizados en los recorridos nocturnos. La determinación de la edad de las becadas mediante el estudio de su plumaje nos permite determinar el éxito de la temporada de cría o la cantidad de aves adultas que vuelven cada año a Garralda.

Por último, la recuperación de aves anilladas por caza o por recaptura durante sucesivas sesiones de anillamiento es clave para analizar la supervivencia de las becadas y sus movimientos migratorios y/o erratismos invernales.

Pues bien, una vez superada la cuarta campaña de anillamiento intensivo en Garralda podemos hacer un pequeño análisis preliminar de los datos que hemos obtenido hasta el momento, en cuanto a los desplazamientos que realizan las becadas que anillamos.

Para el conjunto de años de estudio tenemos un total de 344 becadas anilladas, una cifra que podemos valorar como un rotundo éxito, teniendo en cuenta que antes de iniciar el proyecto conseguir capturar una media de 50 becadas por temporada ya nos parecía un objetivo muy ambicioso.

De estas 344 becadas anilladas hasta el momento, tenemos 34 recuperaciones por caza, lo que constituye un 9,88% del total. Este dato queda bastante por debajo del porcentaje de recuperaciones en zonas de caza obtenido en otras zonas, que viene a ser de un 15-25%, dependiendo del lugar.

Por ejemplo, comparándolo con cifras de lugares cercanos en los que se realiza un esfuerzo importante, como sería el vecino departamento francés de Pirineos Atlánticos, vemos que allí ese porcentaje es del 22%, bastante más elevado. Algo lógico teniendo en cuenta que estamos anillando en una reserva y, por otro lado, estamos rodeados de zonas con una presión de caza media. Por otro lado, creemos que todavía hay margen de mejora en el nivel de colaboración de los cazadores a la hora de reportar las becadas anilladas que capturan, así que quizás ese porcentaje sería algo mayor.

El tiempo medio que ha transcurrido entre la fecha de anillamiento y captura ha sido de 205 días. El 65% de las capturas fueron directas, en la misma temporada en la que fueron anilladas, mientras que el 35% corresponde a capturas indirectas, en distinta temporada.

En la gráfica siguiente vemos como la mayor cantidad de becadas anilladas son cazadas en los días posteriores a su marcaje. Este número va descendiendo a lo largo de la temporada. El último grupo corresponde a becadas que son capturadas a lo largo de las sucesivas temporadas de caza, una vez superada la primera campaña.

Clasificación del número de becadas anilladas cazadas en función de los días trascurridos desde su anillamiento.

9 de los ejemplares cazados (Un 26% del total) han portado la anilla más de un año, mientras que 4 becadas (Un 11,7% del total) llegaron a los dos años anilladas. Tan solo 2 ejemplares de las 34 becadas anilladas y cazadas fueron abatidos en su tercer invierno. El máximo periodo en el que una becada llevó la anilla ha sido de 1.011 días y curiosamente fue cazada a menos de 2 kilómetros de su lugar de anillamiento.

En el siguiente mapa podemos ver señalados con puntos los distintos lugares donde han sido recuperadas mediante su captura por caza las becadas anilladas en Garralda. En rojo tendríamos aquellas aves anilladas y cazadas en la misma temporada de caza, mientras que los puntos amarillos serían becadas cazadas en temporadas posteriores a su anillamiento. Por temporada nos referimos al periodo que va de octubre a marzo.

Lugares de recuperación mediante caza de becadas anilladas en Garralda.

Tres grandes grupos de recuperaciones

Para estudiar con más detalle el comportamiento de las becadas anilladas se han clasificado las recuperaciones por caza en función de dos grandes criterios: Días transcurridos entre anillamiento y caza del ave y distancia entre el punto de anillamiento y caza.

Así, tenemos que un importante grupo de esta clasificación corresponde a los individuos cazados a menos de 15 kilómetros respecto a su lugar de anillamiento y en los 30 días siguientes a ser anillados. De hecho, un 29% de las capturas (10 ejemplares), se produciría en los cotos colindantes a Garralda y en las jornadas inmediatamente después de ser marcadas con anilla.

Además, si ponemos la lupa en la fecha de anillamiento de estas becadas, todas fueron marcadas en el mes de noviembre y hasta el 5 de diciembre, por lo tanto, podemos determinar que se trataría de individuos en migración recién llegados, que se dispersarían alrededor de las praderas donde fueron anillados. El hecho de que el seguimiento de becadas por dispositivos GPS nos haya mostrado que el desplazamiento desde las praderas nocturnas de alimentación a las zonas de descanso diurnas en el bosque sea en torno a 1 o 2 kilómetros, nos indica que un buen número de becadas se alimentarían en las praderas de la reserva de Garralda, pero pasan el día en zonas aledañas pertenecientes a cotos de caza, donde pueden ser abatidas.

Lógicamente, en los primeros días después de la migración las becadas estarían más débiles y su conocimiento del terreno es escaso, por lo que su vulnerabilidad ante la caza sería mayor. Conforme van pasando las jornadas las becadas “menos listas” ya han sido cazadas, sobreviviendo por otro lado los ejemplares que pasan el día en la reserva. En consecuencia, el número de recuperaciones de anillas en los alrededores de Garralda disminuye proporcionalmente al número de días transcurridos desde su marcaje.

En este mapa podemos ver las recuperaciones por caza en el entorno inmediato de Garralda. En rojo, recuperaciones en la misma temporada de anillamiento y amarillo en distinta. Vemos que la mayor concentración de puntos se produce en las inmediaciones de La Casa de la Becada.

Recuperaciones por caza de becadas anilladas en Garralda en el entorno de la reserva

El efecto de los temporales de nieve y frío

En un segundo grupo hemos clasificado a las becadas que son cazadas a más de 15 kilómetros de Garralda, sin tener en cuenta los días transcurridos entre anillamiento y caza, siempre que sea dentro de la misma temporada en la que fueron anilladas. Aquí también tenemos información muy interesante. Sería el grupo más numerosos, 11 ejemplares, el 32%.

Además, hemos estudiado la meteorología en Garralda (Cobertura de nieve y temperatura) en los días precedentes a la captura de este grupo de becadas, teniendo en cuenta los datos del portal meteorológico Ventusky y de las estaciones de Aurizberri/Espinal y Aribe (Meteo Navarra) Lo más llamativo es que de estas 11 recuperaciones, en 9 casos (82%), se habrían producido coincidiendo con situaciones de presencia de temporales de nieve y heladas en Garralda en fechas posteriores a su anillamiento.

Por tanto, podemos interpretar que existiría una relación directa entre los episodios de nieve y frío en Garralda y la recuperación de becadas anilladas a más de 15 kilómetros de allí. Es decir, una buena parte de las becadas recuperadas por caza en la misma temporada en la que fueron anilladas y lejos de Garralda serían ejemplares invernantes en La Casa de la Becada que se ven obligadas a desplazarse temporalmente a causa de situaciones meteorológicas desfavorables. Tan solo en dos de estas recuperaciones el desplazamiento de estas becadas no está relacionado con situaciones de nieve y heladas.

Si analizamos este factor con más detalle, para el total de recuperaciones y sin contar con el tiempo transcurrido entre anillamiento y caza, tendríamos que 12 ejemplares, la tercera parte de las recuperaciones, se habrían producido coincidiendo con situaciones de nieve y frío intenso en Garralda. En estos episodios de frío también cabe incidir en el hecho de que el mayor desplazamiento registrado ha sido de 140 kilómetros, quedando la mayor parte de las becadas en un radio máximo de 50 kilómetros respecto a Garralda.

Por tanto, parece que el objetivo de estos movimientos sería encontrar un lugar con unas condiciones de acogida mejores, realizando el menor recorrido posible. En este sentido destacaríamos los desplazamientos producidos hacia el mar Cantábrico, posiblemente en busca de zonas más templadas y libres de nieve cerca de la costa.

El hecho de que estas recuperaciones se produzcan en un entorno bastante cercano a Garralda (15 a 140 kilómetros) parece confirmar que se trataría de erratismos invernales a causa de la meteorología y no individuos continuando con su viaje migratorio.

Nuevamente, podemos incidir en que el desplazamiento a causa de los temporales invernales de estos ejemplares desde Garralda, donde ya están asentados, hacia nuevos lugares, con los que no están familiarizados, parece estar directamente relacionado con un aumento de su mortalidad, dado que la parte más importante de las capturas se produce inmediatamente después de la llegada de la nieve y frío.

Porcentaje de becadas recuperadas despendiendo de la distancia desde Garralda. El 85% de las recuperaciones se produce a menos de 100 kilómetros.

Recuperaciones a largo plazo

En tercer lugar, tendríamos aquellas becadas que son recuperadas a cualquier distancia de Garralda y en una temporada distinta a la de anillamiento. Tendríamos una cifra notable de 12 ejemplares, un 35% del total. Una vez más, se confirma la gran fidelidad de las becadas al lugar de invernada, ya que 5 de estos ejemplares (42%) fueron cazados a menos de 15 kilómetros de Garralda y el 75% de las capturas se realizaron a menos de 50 kilómetros.

Solo 3 becadas de las 12 recuperaciones indirectas fueron cazadas a más de 50 kilómetros del lugar donde fueron anilladas.

La mayor parte de las becadas anilladas cazadas se concentra en los meses de noviembre y diciembre.

Conclusiones

Con toda esta información podemos extraer las siguientes conclusiones preliminares:

  • Casi una de cada dos becadas anilladas en Garralda y recuperadas por caza son abatidas a menos de 15 kilómetros de las praderas de anillamiento. Además, el 29% del total de recuperaciones se produce en el entorno de Garralda y en los 30 días siguientes a su anillamiento.

Por consiguiente, la importancia de Garralda como lugar de invernada sería mucho mayor que la considerada antes del estudio. La cantidad de becadas anilladas en Garralda y recuperadas a más de 50 kilómetros en los días posteriores a su anillamiento es muy escasa, lo que parece incompatible con ejemplares en “stop over” o parada intermedia dentro de su viaje migratorio.

Analizando esta información, considerar estos lugares como “zonas de paso” no tendría fundamento científico. La Casa de la Becada sería utilizada como un lugar de invernada. El desplazamiento de becadas hacia otras zonas próximas estaría directamente relacionado con erratismos invernales a causa del frío y nieve.

La mayor mortalidad de becadas debido a la caza se produce en la primera mitad de la temporada, dentro de los cotos colindantes y en los primeros treinta días posteriores a su anillamiento. A medida que las becadas están más asentadas en su lugar de invernada disminuyen las recuperaciones por caza.

  • Una vez superada la primera mitad de la temporada, la mayor parte de las recuperaciones por caza se produce debido a desplazamientos de las becadas a zonas próximas más templadas, empujadas por episodios de nieve y frío. El 82% de las recuperaciones a más de 15 kilómetros de Garralda y en la misma temporada parece estar directamente relacionadas con temporales de nieve y frío.
  • Existe una clara filopatria o fidelidad de las becadas al lugar de invernada elegido en temporadas precedentes. El 75% de los ejemplares cazados en inviernos posteriores a su anillamiento fueron capturados a menos de 50 kilómetros de Garralda.
  • Tan solo 5 ejemplares, un 14,7% del total de anillas recuperadas, fueron cazados a más de 100 kilómetros de Garralda. De ellas, únicamente dos becadas anilladas en Garralda han sido recuperadas en su trayecto migratorio otoñal en temporadas posteriores, una en Francia y otra en Italia. Ningún ejemplar ha sido recuperado al sur del Eje Ebro-Duero, lo que sugiere que Garralda y su entorno constituirían el final del viaje migratorio, más que una etapa del mismo.

En cualquier caso, estos son datos provisionales y en los próximos años iremos puliendo los resultados a medida que vayamos incorporando más información.

Desde el grupo de anillamiento “Scolopax” queremos agradecer la inestimable colaboración de los cazadores que han reportado las anillas de sus becadas capturadas.

Este trabajo se ha realizado gracias a la labor de los anilladores del Grupo Scolopax de la Oficina de Anillamiento de Aranzadi y el Club de Cazadores de Becada.

Eskerrik asko!

Esperamos que esta publicación haya sido de vuestro interés, seguiremos informando.

Categorías
"BIDAUSI" Anillamiento científico Biología Seguimiento por satélite Temporada 2023/2024

Resumen de actividades en la temporada 2023/2024

Aspecto de los montes de Garralda en noviembre

Una vez llegados al mes de mayo toca analizar toda la información recopilada a lo largo de toda la temporada en Garralda. Lejos queda ya octubre, en el que a tenor del buen aspecto que presentaban los montes de este rincón del Pirineo navarro, hacíamos un pronóstico bastante optimista. Buenos augurios que se cumplieron a grandes rasgos, aunque matizados por una migración verdaderamente extraña, que a continuación analizaremos con más detalle.

Meteorología

Decíamos que el otoño de 2023 en nada se pareció a los dos precedentes, ya que en esta zona las precipitaciones fueron abundantes y regularmente repartidas ya desde mediados de agosto, con lo que llegábamos a finales de octubre con los montes pletóricos de humedad y rezumando agua por los cuatro costados.

Esta temporada hemos visto correr el agua como hacía años

Como dato objetivo tenemos el del observatorio de Aurizberri/Espinal, el más cercano a Garralda, que registraba nada más y nada menos que 463 litros por metro cuadrado acumulados entre el 15 de agosto y el 1 de noviembre.

Sin embargo, estas condiciones a priori idóneas se veían empañadas al inicio del otoño por unas temperaturas extrañamente tibias para la época, provocadas por una sucesión de profundas borrascas de procedencia atlántica, con fuertes vientos del Suroeste. Una situación que en absoluto favorece la migración en estos montes del Pirineo. De acuerdo con los datos de Meteo Navarra, octubre y noviembre de 2023 se pueden clasificar como muy cálidos o extremadamente cálidos en los valles pirenaicos.

En la siguiente imagen del portal meteorológico Ventusky, correspondiente al 2 de noviembre, se aprecia esta circunstancia, vientos del Sur-Suroeste en Europa occidental.

Así, la llegada de becadas se fue retrasando hasta fechas pocas veces vividas en esta zona. En octubre la presencia de sordas fue prácticamente nula y en noviembre apenas se vieron pájaros hasta bien entrado el mes. Como digo, esta particularidad, aunque extraña, da la sensación de que va marcando una tendencia en los últimos años.

No fue hasta los últimos días de noviembre, momento en el que apretó el frío en el centro de Europa y en estos montes se empezaron a ver los primeros copos de nieve, cuando la arribada de las becadas a Garralda se generalizó.

El mes de diciembre siguió caracterizado por la meteorología suave para la época y hasta la primera semana de enero no llegó el frío y la nieve de forma clara. Estas condiciones invernales, con mínimas de hasta -12ºC algunas noches, apenas duraron unos días, ya que poco después regresaron temperaturas primaverales en pleno mes de enero.

El resto del invierno alternó episodios de precipitaciones de nieve con otros más suaves, pero sin grandes olas de frío que hayan supuesto desplazamientos masivos de las becadas presentes en Garralda.

Durante la segunda mitad de febrero y primera de marzo la nieve sí llegó a cubrir los montes de Garralda con cierta continuidad, lo que a buen seguro condicionó de forma negativa la parada de las becadas en esta comarca durante la migración prenupcial.

Becada anillada en noviembre y recapturada en marzo en mitad del temporal de nieve

Anillamiento

La actividad de marcaje de aves en Garralda es efectuada por anilladores expertos y/o específicos de becada autorizados y avalados por la Oficina de Anillamiento de Aranzadi, englobados dentro del proyecto del grupo de anillamiento “Scolopax”. La metodología utilizada ya lo conocéis, pero básicamente consiste en un recorrido a pie por las praderas tratando de localizar las becadas con un foco y atrapándolas mediante una especie de salabre.

Las labores de anillamiento durante la pasada temporada se iniciaron el 22 de octubre, prolongándose hasta el 21 de marzo. Han participado cuatro anilladores, efectuándose un total de 33 sesiones de anillamiento, lo que constituye un cómputo global de 93 horas de prospección, un esfuerzo de muestreo que podemos considerar como muy elevado, debido principalmente a que apenas se han perdido jornadas de anillamiento a causa de la nieve y esto se ha notado en el total de horas monitorizadas.

A lo largo de los recorridos nocturnos se han observado 273 becadas, lo que da un Índice de Abundancia Nocturna (IAN) de 2,94 becadas/hora, sensiblemente por encima de los 1,95 becadas/hora de la anterior temporada 2022/23, pero lejos de los valores obtenidos para la temporada 2021/2022 (3,47 becadas/hora) o 2020/2021 (3,39 becadas/hora) Por tanto, podemos considerar la densidad de aves en la temporada 2023/24 como normal, dentro de los valores medios obtenidos en el conjunto de las cuatro temporadas completas que llevamos de estudio.

En la siguiente gráfica se representa la evolución de la densidad nocturna de becadas a lo largo de las cuatro temporadas de este estudio. El pico de abundancia que se observa para la temporada 2019/2020 se debe a que tan solo se prospectaron los días de mayor densidad durante la migración de primavera. Para el resto de temporadas el dato corresponde a la campaña completa, serán necesarios más años de estudio para poder establecer una tendencia válida.

Evolución de la densidad nocturna de becadas en Garralda por temporada

Respecto al total de becadas que han entrado en la red, se han capturado 123 ejemplares, lo que da una efectividad del 45%, valor considerado como muy alto. Esta cifra de capturas también queda muy por encima de la obtenida en 2022/2023 (48 capturas)

Del total de becadas capturadas, 32 ejemplares eran aves previamente anilladas (Recapturas), un 26%, porcentaje que puede considerarse muy elevado en comparación con el calculado en otras zonas donde también se están desarrollando labores de marcaje de becadas. De hecho, el porcentaje de recapturas de becadas anilladas en Navarra en la pasada temporada, sin contar los datos de Garralda, se quedó en un escaso 8,15%, dieciocho puntos por debajo del valor obtenido en la Casa de la Becada.

Este dato surge como consecuencia del elevado esfuerzo de anillamiento en esta zona (Mayor número de ejemplares marcados), así como de la ausencia de presión cinegética, lo que deriva en una mayor supervivencia de becadas anilladas, que posteriormente son recapturadas en la misma temporada o sucesivas. Es lo que denominamos filopatria o fidelidad de las aves a un determinado lugar a lo largo del tiempo.

Lectura de la edad de una becada, destaca una pluma blanca en su ala

Este porcentaje de recapturas fue menor al de 2022/2023 (31,25%) debido principalmente a que en aquella temporada la cantidad de recapturas de becadas anilladas en el invierno anterior fue de un 15,56%, por un 7,5% de 2023/24. Esta diferencia creemos que viene dada por la gran proporción de becadas jóvenes que han llegado a Garralda este otoño respecto al total de individuos, como veremos a continuación.

En la siguiente gráfica podemos comprobar la evolución por temporada del número de becadas capturadas (anilladas y no anilladas) durante las sesiones de anillamiento. Vemos que la pasada temporada fue la segunda en cuanto al global de capturas.

Capturas totales de becadas por temporada. Anilladas más no anilladas.

Por otro lado, tenemos el número de becadas que anillamos o número de anillas colocadas por temporada. Vemos que el número no aumenta en la misma proporción debido a que el número de becadas anilladas recapturadas se va incrementando conforme se van acumulando los años de estudio.

Total de becadas anilladas por temporada.

El efecto “reserva” de la Casa de la Becada, junto con la continuidad en el tiempo de las laboras de anillamiento nos permite constatar la elevada longevidad de las becadas en lugares donde la presión cinegética es nula, ya que en la pasada temporada pudimos realizar tres recapturas de becadas con una edad de seis o más inviernos.

En este contexto invitamos a meditar sobre la importancia de reservas como la Casa de la Becada como vía para garantizar la supervivencia de estos ejemplares tan experimentados, un capital becadero imprescindible para la sostenibilidad de la especie a medio plazo.

Preciosa

Como sabéis, una vez capturada una becada, el estudio de las plumas de sus alas nos permite calcular su edad y gracias a ello, la proporción de individuos jóvenes respecto al total de aves capturadas. Esta información, por un lado nos puede dar una idea del éxito de la temporada de cría y por otro, nos ayuda a estimar la tasa de supervivencia de las becadas que nos visitan. A más supervivientes de una temporada, en teoría más becadas adultas tendremos al año siguiente. Todo ello en base a la filopatria nombrada antes.

Durante la temporada 2023/24 el porcentaje de aves jóvenes fue de un 78,86%, cantidad que podemos considerar muy elevada, un auténtico récord. El anterior valor más alto corresponde a la temporada precedente, con un 60,42%. El elevado peso de los ejemplares jóvenes respecto a la bolsa total de capturas podría deberse a una exitosa campaña de nidificación, unido a que las becadas adultas, que sobre el papel deberían haber regresado a Garralda, sin embargo han elegido otros lugares para pasar la invernada. Quizás a la fuerza, ya que fueron desviadas de su ruta por las borrascas otoñales. Por otro lado, siempre hay que considerar el hecho de que Garralda se encuentra en mitad de un importante corredor migratorio y esto tiende a inflar el número de ejemplares jóvenes respecto al total de capturas.

De todas maneras y a tenor de lo observado en la siguiente gráfica, resulta llamativa la evolución de la proporción de jóvenes capturados respecto al total. Y es que está siguiendo una tendencia inversa a lo que podríamos considerar como previsible. A pesar de que capturamos ejemplares muy longevos, la proporción de becadas juveniles ha ido en aumento con el paso de los años. Se trata de algo muy provisional debido a que el número de campañas de estudio todavía es escaso, pero en cualquier caso es algo a estudiar en años venideros.

En cuanto a la distribución temporal de las becadas en Garralda a lo largo de la temporada, el primer ejemplar observado se detectó ciertamente tarde, el 2 de noviembre y hasta el último tercio de este mes no se generalizó la presencia de sordas. La irrupción de pájaros en los últimos días de noviembre fue masiva y repentina, con hasta 26 ejemplares anillados en la noche del 29 de noviembre. Podemos afirmar que la migración durante la pasada temporada se demoró tres semanas respecto a lo que podríamos considerar habitual.

A partir de esa fecha los valores del IAN se mantuvieron en valores constantes y elevados hasta la primera semana de enero, en la que la nieve y el frío expulsó un buen número de becadas de Garralda, bajando los datos de densidad a la mitad respecto a lo que veníamos observando en las jornadas precedentes. Estos parámetros de abundancia se mantuvieron más o menos estables hasta final de temporada. De hecho y como ocurrió en la temporada anterior, en febrero y marzo apenas se han percibido movimientos de contrapasa considerables.

El hecho de que los montes de Garralda se hayan mantenido nevados en buena parte de estos dos últimos meses ha podido contribuir a la escasa presencia de becadas en la última fase de la campaña. A pesar de que en los últimos días de marzo la presencia de becadas en los prados era testimonial, sí se nos han reportado distintas citas de pájaros bien entrado el mes de abril, a buen seguro migradores tardíos.

Llano de Auritz/Burguete en marzo. La nieve frenó la parada de becadas en contrapasa

En cuanto a las becadas anilladas en Garralda y recuperadas por caza, tenemos información de ocho ejemplares reportados. Buena parte de estas recuperaciones (4) se realizaron en los cotos colindantes y muy concentradas dentro de los diez días siguientes a su anillamiento.

Por lo que podemos constatar en estos años de estudio, la probabilidad de que una becada sea cazada desciende conforme transcurren los días desde su llegada a Garralda, salvo que la meteorología las obligue a desplazarse a otros lugares. De hecho, otras tres recuperaciones se produjeron en la segunda parte de enero, pero esta vez tras las nevadas en Garralda y en cotos más lejanos (30 a 150 kilómetros de distancia) Como curiosidad, la anilla restante fue recuperada en Verona (Italia) el 3 de diciembre, se trataba de una becada capturada en Garralda el 14 de noviembre de 2021.

Una vez más agradecemos la inestimable colaboración de los cazadores que nos trasladan la información de las becadas anilladas que capturan.

Censos con perro

Otra de las actividades que desarrollamos en la Casa de la Becada es el seguimiento de la densidad de aves mediante el censo con perros, consistente en recorridos a pie en la que se van contabilizando las becadas que detectan los canes. La información recopilada durante estos censos es volcada en la aplicación del “Proyecto Becada” del CCB.

Estos amigos vinieron desde León a censar las becadas de Garralda

Respecto al esfuerzo de muestreo, en la pasada temporada se acercaron a Garralda 61 socios del Club de Cazadores de Becada con sus perros, realizándose 96 jornadas de censos de una duración media entre 3 y 4 horas, un auténtico éxito si lo comparamos con las 39 jornadas de la temporada 2022/23. El número de permisos reservados que finalmente no se utilizaron ascendió a 34, principalmente fueron jornadas perdidas debido a la presencia de la nieve en Garralda en febrero y marzo.

Bonita muestra

A lo largo de estas 96 jornadas de censo se avistaron 77 becadas, lo que da un ICA o Índice de Abundancia (Becadas avistadas para una jornada teórica de 3,5 horas) de 0,89. Aunque representa un incremento respecto al valor del ICA en 2022/23 (0,51) consideramos que se trata de un valor francamente bajo y engañoso, ya que viene condicionado por la concentración de las jornadas de censo principalmente en las fechas en las que hubo una menor densidad de becadas en Garralda.

No es el Báltico, es Garralda

De hecho, se observa que la mayor demanda de jornadas de censos se produjo en octubre e inicios de noviembre, cuando apenas había becadas en Garralda, bajando en cuanto las becadas se reparten por los cotos y los participantes dan prioridad a las jornadas de caza. Lo mismo ocurre con febrero y marzo, una vez que termina la temporada de caza aumentan las jornadas de censos en Garralda, pero este año ha coincidido con los días de menor abundancia de pájaros.

Últimas becadas de la temporada aprovechada por este setter de “Goge”

Al igual que ha ocurrido con los datos de densidad obtenidos mediante el anillamiento, las jornadas más fructíferas se produjeron desde los últimos días de noviembre y durante diciembre, consecuencia de una llegada francamente tardía de la migración.

Ahí la tenía el perro de Unai

Seguimiento de Becadas por satélite

Uno de los objetivos del estudio a desarrollar en la Casa de la Becada consistía en dar continuidad al proyecto de seguimiento de becadas por satélite, pero esta vez en un contexto más local, de manera que pudiésemos monitorizar los movimientos de estas aves en un espacio más reducido. En este escenario hace un par de años recibimos un empujón por parte del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra para el programa de seguimiento de becadas en Garralda. Esto nos permitió adquirir varios emisores para colocar en algunos ejemplares, con diversos resultados. Para los que sois nuevos en la materia siempre tenemos el hándicap de estar tratando con una especie cuyas características no son las mejores para el seguimiento mediante emisores con baterías cargadas por placas solares.

Bidausi

El hecho de que las becadas pasen la mayor parte de su vida diurna a la sombra del bosque no facilita precisamente la carga de la batería. Esto, unido a que la becada es un ave bastante sensible al estrés disminuye la tasa de éxito en este tipo de trabajos.

Durante la pasada temporada disponíamos de un emisor para equipar una becada, por lo que nos desplazamos el 21 de diciembre a las campas de Garralda con la intención de capturar y marcar un ejemplar. Tarea nada fácil debido a que la luna en fase creciente no iba a ser de gran ayuda a la hora atrapar alguna de nuestras amigas de pico largo. Asimismo, el hecho de que estemos anillando habitualmente en las mismas praderas provoca que los pájaros vayan desconfiando ante la presencia de los focos.

Con todo y tras varios intentos fallidos conseguíamos que una becada cayera en la red. La agradable sorpresa se produjo al comprobar que se trataba de una becada ya anillada con anterioridad, con fecha 15 de diciembre de 2020, justo tres años antes. Aunque ya estemos habituados a la fidelidad de estos pájaros a sus lugares de invernada, no podemos dejar de destacar que fue anillada en la misma pradera donde la recapturamos. En concreto, en diciembre de 2020, entonces y mediante el estudio de las plumas del ala pudimos determinar que se trataba de un ejemplar adulto, en su segundo año calendario, como mínimo. No podemos concretar más su edad, pero en estos momentos sabemos que la becada se encuentra mínimo en su sexto invierno.

Por tanto, estábamos ante toda una superviviente, una veterana idónea para ser equipada con el emisor. Su peso elevado, de 360 gramos y el estado general de la limícola también nos convencieron de que ésta era el ave.

Tras un rápido trabajo de Rubén Ibáñez colocando el emisor GPS, “BIDAUSI” era liberada. Su nombre evoca un término de la parte más elevada del monte de Garralda, conocido por su espectacular hayedo.

Bidausi ya equipada con su GPS y a punto de ser liberada

Como siempre, las primeras horas son claves para determinar el éxito de la operación. El asombro vino al comprobar que la primera localización diurna se producía en el bosque de la Reserva Natural de Tristuibartea, cerca de la localidad aezkoana de Hiriberri/Villanueva, a cuatro kilómetros al Este del lugar de captura. La siguiente localización, esta vez nocturna, la desplazaba otros cinco kilómetros más allá. “BIDAUSI” se alimentaba en unas praderas en el término de Abaurrea Alta/Abaurregaina. La duda que nos rondaba era saber si este movimiento se debía al “susto” por la experiencia de la captura y equipamiento o, por contra, se trataba de una becada nómada con una amplitud de desplazamiento francamente elevada

Esta incógnita se resolvía en la noche posterior, ya que la becada estaba de vuelta y emitía justamente en el mismo prado donde fue capturada. Al día siguiente nos mostraba su ubicación diurna, en el centro del término de Garralda y ya a salvo dentro de la reserva de la Casa de la Becada.

En las siguiente jornadas fuimos comprobando los movimientos de esta veterana, como decimos, con al menos seis inviernos a sus espaldas. Y lo que nos encontramos es que estábamos ante una becada “segurolas”. Sus desplazamientos eran mínimos y quizás ahí residía el secreto de su éxito. Con una precisión casi milimétrica se movía apenas un kilómetro desde la zona donde permanecía oculta durante el día hasta prácticamente el metro cuadrado de pradera donde se alimentaba en la oscuridad de la noche. “Lo que bien está, mejor no tocarlo”, pensará. Tan solo en las noches más crudas del temporal en enero cambió ligeramente la pradera nocturna, bajando en altitud, quizás en busca de esas zonas de pastizal encharcado que no cubría la nieve y donde podía acceder a las lombrices.

En cuanto subió la temperatura y fundida la nieve se produjo el regreso a sus rutinas de siempre. Durante el resto del invierno apenas se registraron cambios en su comportamiento y como aliciente quedaba apostar sobre la fecha en la que emprendería el regreso hacia el Norte de Europa, siempre cruzando los dedos para que el nivel de batería del transmisor nos permitiera seguir estos desplazamientos.

Solo en los días de más frío y nieve cambió Bidausi sus costumbres

Sin embargo y como pequeño jarro de agua fría, la última localización válida se produjo el 29 de febrero. En las dos siguientes emisiones del 3 y 7 de marzo y aunque la sonda de temperatura del emisor nos indicaba que la becada seguía viva, las localizaciones no eran de la suficiente calidad como para poder precisar la localización del ave. Y después vino el silencio, por lo que podemos suponer que la batería del emisor se sitúa por debajo del nivel crítico, una verdadera lástima.

Como pequeña esperanza cabe la posibilidad de que el aumento de las horas de luz solar en primavera permita que el emisor cargue lo suficiente para dar una localización válida, aunque por experiencias previas sabemos que es poco probable. Por otro lado y como factor más verosímil, queda cruzar los dedos y esperar la oportunidad de recapturar el ave en el próximo otoño y así recuperar la información que contiene el emisor.

Curso de anillamiento

El sábado 9 de marzo realizamos en Garralda una charla informal para aquellas personas interesadas en formarse en el anillamiento científico de becadas con el fin de informar sobre las características del proyecto de anillamiento del grupo “Scolopax”, así como los requisitos exigidos a los candidatas/os.

Primer curso de anillamiento en La Casa de la Becada

Después de la parte teórica nos desplazamos a las praderas para realizar un ejemplo de salida práctica de anillamiento, con poca suerte ya que no fuimos capaces de capturar pájaros. La idea es dar continuidad a este tipo de charlas a partir de noviembre, iremos informando a través de los canales habituales del Club.

La tradicional prueba de perros del Máster CCB tampoco faltó a su cita en Garralda

Esto fue todo en cuanto a las actividades realizadas en la Casa de la Becada durante el otoño e invierno de 2023/24. Temporada muy completa en la que han crecido y consolidado todos los apartados en los que estamos inmersos. Una vez más tenemos que agradecer la participación de los anilladores del grupo “Scolopax” y todos los socios del CCB que han participado en los censos con perro.

Robledal de Betelu en los primeros días de mayo, la primavera ya asoma a Irati

A partir del mes de mayo comenzamos con los censos de becadas reproductoras o “Proyecto Roding”, en busca de posibles ejemplares nidificantes.

Animamos a todos los socios y socias del CCB a participar en esta y otras iniciativas, os podéis poner en contacto con nosotros a través del correo electrónico casabecada@ccbp.org y seguir todas las iniciativas de la Casa de la Becada en este blog.

¡Os esperamos!

Miguel Minondo

Categorías
"BIDAUSI" Anillamiento científico Censos con perro Temporada 2023/2024

Primeros movimientos de contrapasa

Muy buenas. Avanzan las fechas y vamos apurando las jornadas de trabajos en La Casa de la Becada antes de la desbandada general de las sordas en sus desplazamientos a sus cuarteles de cría que se espera en las próximas jornadas.

Tras unos meses invernales inusualmente cálidos y ausencia de nevadas en Garralda, parece que los últimos días de febrero las necesarias precipitaciones de nieve han llegado al Pirineo, condicionando la presencia de becadas en estos montes.

Febrero se ha despedido con nieve en estos valles pirenaicos

Las salidas semanales de anillamiento han combinado encuentros puntuales con nuevos pájaros en migración y otras en las que solamente se localizan becadas ya asentadas. Como decimos, la nieve no anima a que las becadas permanezcan en Garralda mucho más tiempo que el imprescindible para recargar baterías.

La noche del 22 de febrero capturábamos un buen número de becadas migrantes, mientras que el 29 nos “conformábamos” con atrapar aves ya marcadas, pero que nos proporcionan información muy valiosa. En este sentido seguimos con el control de becadas incondicionales de Garralda, consecuencia de la reserva de caza que se ha creado. Y es que volvíamos a capturar otra becada de seis inviernos o más, un ejemplar que fue anillado el 23 de diciembre de 2020 y datada como una adulta de al menos tercer invierno, recapturada exactamente el mismo día un año después y de nuevo el pasado jueves. Aves excepcionales en otros lugares, pero que aquí empiezan a ser habituales.

Sufridas noches de anillamiento plenamente invernales

Mientras tanto, las localizaciones de “BIDAUSI” tampoco proporcionan grandes novedades más allá de sus desplazamientos cotidianos al anochecer desde el bosque hacia sus praderas de alimentación. Las nevadas no han sido lo suficientemente fuertes como para alterar sus rutinas como sí ocurrió brevemente en enero. Seguimos expectantes por conocer su fecha de partida hacia el Norte.

Expresiva muestra de este bello Setter.

Y por último continuamos disfrutando con las fotos y vídeos de los censos con perro que nos van llegando. No hay grandes densidades de becadas, pero sí las suficientes para pasar una mañana entretenida. Lo normal es que en las próximas jornadas venga un arreón fuerte de pájaros.

Seguiremos informando.

Categorías
"BIDAUSI" Anillamiento científico Temporada 2023/2024

Sin grandes cambios

Muy buenas. Avanzan las fechas y entramos en esa época en la que si no se producen grandes eventos meteorológicos en forma de temporales de frío y nieve, es raro que observemos novedades significativas en el comportamiento de las becadas.

Extraña becada capturada con una deformidad en el pico

Nos encontramos con ejemplares ya acantonados en sus lugares de invernada que raramente van a desplazarse de sus localizaciones habituales, más allá de pequeños vuelos desde el bosque a las praderas de alimentación e incluso ni tan siquiera eso si la meteorología las invita a permanecer en zonas boscosas durante las horas nocturnas.

La ausencia de nieve a lo largo de este atípico “no invierno” nos está permitiendo seguir con las labores de anillamiento en unas jornadas en las que normalmente no lo podríamos hacer. Lo positivo es que así, granito a granito, vamos aumentando nuestros números y ya superamos ampliamente la centena de becadas capturadas en Garralda. Como siempre, estas cifras se ven aumentadas por las capturas de otros anilladores que muestrean otros lugares, por lo que los datos de unos y otros pueden ser comparados de cara a extraer conclusiones.

Las praderas empiezan a necesitar agua tras un enero seco y muy cálido

En este sentido hay que destacar el trabajo semanal de los anilladores de becada. El anillamiento va más allá de la salida al campo a capturar animales como mero entretenimiento, sino que debe ir acompañado de un compromiso, de un esfuerzo de muestreo semanal y sostenido en el tiempo. A partir de aquí cambia la percepción del anillamiento como una actividad de ocio, para “pasar el rato”, hasta convertirse en un trabajo científico que exige un elevado grado de sacrificio. En el caso particular del anillamiento de becadas esto explica el alto porcentaje de abandono conforme pasan los años.

Como decíamos en la entrada anterior, estas salidas de anillamiento invernales sirven para constatar la presencia de aquellas becadas ya anilladas con anterioridad, así como para continuar con la monitorización de la densidad de pájaros a lo largo de la invernada.

Bonitas muestras de los perros participantes en los censos

Pero también seguimos anillando pájaros nuevos, aunque no se puede asegurar si se trata de aves que hasta ahora no habíamos podido atrapar o simplemente becadas nuevas desplazadas en los clásicos erratismos invernales.

En cualquier caso y de momento no se aprecian movimientos de contrapasa a pesar de que el tiempo invita a ello. Los prados empiezan a mostrar un aspecto inusualmente seco para finales de enero/inicios de febrero y las temperaturas nocturnas rondan los 10ºC.

En otras temporadas ya hemos notado importantes movimientos a mediados de febrero, por lo que poco a poco nos vamos acercando a fechas clave. Mientras tanto seguimos disfrutando de una bonita presencia de aves en La Casa de la Becada, superior a lo esperable para la época del año.

“BIDAUSI”

En lo que concierne a esta marcada equipada con un dispositivo de seguimiento por satélite gracias a la colaboración del Departamento de Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, pues en línea con estos días tan anticiclónicos, pocas novedades más allá de registrar todas las localizaciones recibidas y que nos muestran una becada fiel a sus rutinas.

Doblete de becadas a punto de ser anilladas

El hecho de que durante toda la noche elija prácticamente la misma porción de prado parece mostrar que en condiciones favorables necesita poca superficie para encontrar el alimento suficiente, siempre combinando la elección del lugar en función de la seguridad ya que, como sabemos, casi todas las parcelas elegidas son aquellas en las que pueden tener un adecuado control de lo que sucede en su entorno. O lo que es lo mismo, donde pueden detectar la aproximación de potenciales depredadores.

Esperamos que en las próximas entradas podamos contar importantes novedades.

Seguiremos informando.

Categorías
"BIDAUSI" Anillamiento científico Temporada 2023/2024

LLega la invernada

Muy buenas. Nos encontramos en la parte teóricamente más cruda del invierno, aquella en la que las condiciones para la supervivencia de las becadas en esta parte del Pirineo se convierte en más difícil.

También las salidas de anillamiento son más puntuales, más que nada para hacer un seguimiento y palpar el ambiente, siempre muy condicionadas por la climatología. Una parte importante del estudio que venimos desarrollando en La Casa de la Becada es analizar el comportamiento de las becadas en caso de temporales de frío y nieve, monitorizando la capacidad que tienen estas aves para permanecer en un determinado lugar o, por contra, seguir los desplazamientos que realizan buscando zonas más templadas.

En enero seguimos con las sesiones nocturnas de anillamiento en Garralda

Pues bien, observando las previsiones de nieve y frío para la segunda semana de enero hicimos una salida de anillamiento el pasado 4 de enero, previa al temporal. Lo que nos encontramos es que en las praderas seguía habiendo una densidad bastante elevada de becadas, con pájaros nuevos, pero también recapturas de aves anilladas durante la gran entrada que se produjo en las últimas noches de noviembre. Seguíamos con la tendencia de una abrumadora mayoría de becadas jóvenes, al parecer aves con pocas intenciones de abandonar estos montes, pero también con varios ejemplares anillados en temporadas anteriores. Como anécdota señalar la recaptura de una becada anillada en diciembre de 2020 y que ha sido recuperada en la misma pradera en los cuatro inviernos siguientes. Por el estudio de su plumaje en el momento de su anillamiento ahora podemos determinar que se trata de una becada con al menos seis inviernos.

En los censos con perro también se estaba detectando una densidad muy bonita de pájaros, para deleite de los incondicionales que se han acercado en las semanas navideñas.

Sin embargo y como estaba anunciado, el 5 de enero por fin llegó el invierno a Garralda y se sucedieron varias jornadas de nevadas y heladas que rondaron los -10ºC, condiciones francamente complicadas para un ave que basa su alimentación en las lombrices que viven en el suelo. Esta situación duró hasta el 14 enero, jornada en la que nuevamente entró el machacón viento del Suroeste y las temperaturas ascendieron claramente. La lluvia terminó de hacer el trabajo y la nieve desapareció en tiempo récord, volviendo a cambiar la cara de estos montes hacia una estampa impropia de estas fechas.

Paisaje plenamente invernal de los hayedo de La Casa de la Becada

Tocaba, por tanto, volver a las praderas para constatar los cambios que se habían producido y lo que nos encontramos la noche del 18 de enero era lo previsto, la mayor parte de las becadas que habíamos encontrado a principios de año había desaparecido de Garralda. Como reflexión, estas noches de poca densidad y adversa climatología son duras para la moral de los anilladores, pero necesarias cuando el objetivo es realizar un estudio científico riguroso. Como habitualmente decimos, un cero también es un dato igual de valioso, si siempre fuésemos donde sabemos que vamos a encontrar un número elevado de aves el estudio carecería de sentido.

Volviendo a lo que nos ocupa, es lógico pensar que estas aves se habrán movido a lugares más protegidos y algunas regresarán en cuanto las condiciones de acogida sean mejores. Parece que la dorsal se instalará encima de la Península durante la segunda mitad de enero, con temperaturas elevadas y tiempo estable, por lo que es posible que a finales de mes encontremos una cantidad de pájaros superior.

Durante las pasadas Navidades se ha disfrutado de jornadas de censos muy animadas.

Tampoco debemos pasar por alto que nos acercamos a fechas “peligrosas”, de hecho ya hemos constatado en años anteriores movimientos de becadas en febrero, muy probablemente relacionados con los primeros desplazamientos de migración primaveral.

Así que tras este compás de espera entramos en unas semanas interesantes en las que podemos esperar cambios importantes en Garralda en función de cómo vaya evolucionando la meteorología invernal.

BIDAUSI, becada de “peli y manta”

El 21 de diciembre esta becada pasaba a engrosar las filas de sordas equipadas con dispositivos GPS dentro del proyecto “Scolopax sin fronteras” del CCB. Como informábamos en la anterior entrada del Blog, las primeras noches “Bidausi” nos sorprendía con un movimiento de huida de 10 kilómetros hacia el Este, para luego regresar hacia sus zonas habituales en Garralda una vez superado el susto.

Equipando a “Bidausi”

Durante estas semanas nos interesaba estudiar los movimientos de esta veterana de La Casa, con al menos seis inviernos a sus espaldas. Y lo que nos hemos encontrado es que estamos ante una becada “segurolas”. Sus desplazamientos son mínimos y quizás ahí reside el secreto de su éxito. Con una precisión matemática se mueve apenas un kilómetro desde la zona donde permanece oculta durante el día hasta prácticamente el metro cuadrado de pradera donde se alimenta en la oscuridad de la noche. “Lo que bien está, mejor no tocarlo”, pensará. Tan solo en las noches más crudas del temporal ha cambiado ligeramente la pradera nocturna, bajando en altitud, quizás en busca de esas zonas de pastizal encharcado que no cubre la nieve y donde puede acceder a las lombrices.

En cuanto ha subido la temperatura y fundida la nieve se ha producido el regreso a sus rutinas de siempre. Pensamos que en lo que queda de invierno seguirá con esta tónica y como aliciente queda apostar sobre la fecha en la que emprenderá el regreso hacia el Norte de Europa, siempre cruzando los dedos para que el nivel de batería del transmisor nos permita seguir estos desplazamientos.

Todavía quedan más de dos meses para disfrutar con los perros en los montes de Garralda

En este contexto invitamos a meditar sobre la importancia de reservas como La Casa de la Becada para garantizar la supervivencia de estos ejemplares tan experimentados, un capital becadero imprescindible para la sostenibilidad de la especie a medio plazo.

En otro orden de cosas, recordamos que hasta el 21 de enero los socios del CCB tenéis de plazo para apuntaros al sorteo de fechas para los censos con perro en Garralda en febrero y marzo. Como siempre por Whatsapp al 660410049 o correo electrónico a casabecada@ccbp.org

Seguiremos informando.