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"BIDAUSI" Anillamiento científico Biología Seguimiento por satélite Temporada 2023/2024

Resumen de actividades en la temporada 2023/2024

Aspecto de los montes de Garralda en noviembre

Una vez llegados al mes de mayo toca analizar toda la información recopilada a lo largo de toda la temporada en Garralda. Lejos queda ya octubre, en el que a tenor del buen aspecto que presentaban los montes de este rincón del Pirineo navarro, hacíamos un pronóstico bastante optimista. Buenos augurios que se cumplieron a grandes rasgos, aunque matizados por una migración verdaderamente extraña, que a continuación analizaremos con más detalle.

Meteorología

Decíamos que el otoño de 2023 en nada se pareció a los dos precedentes, ya que en esta zona las precipitaciones fueron abundantes y regularmente repartidas ya desde mediados de agosto, con lo que llegábamos a finales de octubre con los montes pletóricos de humedad y rezumando agua por los cuatro costados.

Esta temporada hemos visto correr el agua como hacía años

Como dato objetivo tenemos el del observatorio de Aurizberri/Espinal, el más cercano a Garralda, que registraba nada más y nada menos que 463 litros por metro cuadrado acumulados entre el 15 de agosto y el 1 de noviembre.

Sin embargo, estas condiciones a priori idóneas se veían empañadas al inicio del otoño por unas temperaturas extrañamente tibias para la época, provocadas por una sucesión de profundas borrascas de procedencia atlántica, con fuertes vientos del Suroeste. Una situación que en absoluto favorece la migración en estos montes del Pirineo. De acuerdo con los datos de Meteo Navarra, octubre y noviembre de 2023 se pueden clasificar como muy cálidos o extremadamente cálidos en los valles pirenaicos.

En la siguiente imagen del portal meteorológico Ventusky, correspondiente al 2 de noviembre, se aprecia esta circunstancia, vientos del Sur-Suroeste en Europa occidental.

Así, la llegada de becadas se fue retrasando hasta fechas pocas veces vividas en esta zona. En octubre la presencia de sordas fue prácticamente nula y en noviembre apenas se vieron pájaros hasta bien entrado el mes. Como digo, esta particularidad, aunque extraña, da la sensación de que va marcando una tendencia en los últimos años.

No fue hasta los últimos días de noviembre, momento en el que apretó el frío en el centro de Europa y en estos montes se empezaron a ver los primeros copos de nieve, cuando la arribada de las becadas a Garralda se generalizó.

El mes de diciembre siguió caracterizado por la meteorología suave para la época y hasta la primera semana de enero no llegó el frío y la nieve de forma clara. Estas condiciones invernales, con mínimas de hasta -12ºC algunas noches, apenas duraron unos días, ya que poco después regresaron temperaturas primaverales en pleno mes de enero.

El resto del invierno alternó episodios de precipitaciones de nieve con otros más suaves, pero sin grandes olas de frío que hayan supuesto desplazamientos masivos de las becadas presentes en Garralda.

Durante la segunda mitad de febrero y primera de marzo la nieve sí llegó a cubrir los montes de Garralda con cierta continuidad, lo que a buen seguro condicionó de forma negativa la parada de las becadas en esta comarca durante la migración prenupcial.

Becada anillada en noviembre y recapturada en marzo en mitad del temporal de nieve

Anillamiento

La actividad de marcaje de aves en Garralda es efectuada por anilladores expertos y/o específicos de becada autorizados y avalados por la Oficina de Anillamiento de Aranzadi, englobados dentro del proyecto del grupo de anillamiento “Scolopax”. La metodología utilizada ya lo conocéis, pero básicamente consiste en un recorrido a pie por las praderas tratando de localizar las becadas con un foco y atrapándolas mediante una especie de salabre.

Las labores de anillamiento durante la pasada temporada se iniciaron el 22 de octubre, prolongándose hasta el 21 de marzo. Han participado cuatro anilladores, efectuándose un total de 33 sesiones de anillamiento, lo que constituye un cómputo global de 93 horas de prospección, un esfuerzo de muestreo que podemos considerar como muy elevado, debido principalmente a que apenas se han perdido jornadas de anillamiento a causa de la nieve y esto se ha notado en el total de horas monitorizadas.

A lo largo de los recorridos nocturnos se han observado 273 becadas, lo que da un Índice de Abundancia Nocturna (IAN) de 2,94 becadas/hora, sensiblemente por encima de los 1,95 becadas/hora de la anterior temporada 2022/23, pero lejos de los valores obtenidos para la temporada 2021/2022 (3,47 becadas/hora) o 2020/2021 (3,39 becadas/hora) Por tanto, podemos considerar la densidad de aves en la temporada 2023/24 como normal, dentro de los valores medios obtenidos en el conjunto de las cuatro temporadas completas que llevamos de estudio.

En la siguiente gráfica se representa la evolución de la densidad nocturna de becadas a lo largo de las cuatro temporadas de este estudio. El pico de abundancia que se observa para la temporada 2019/2020 se debe a que tan solo se prospectaron los días de mayor densidad durante la migración de primavera. Para el resto de temporadas el dato corresponde a la campaña completa, serán necesarios más años de estudio para poder establecer una tendencia válida.

Evolución de la densidad nocturna de becadas en Garralda por temporada

Respecto al total de becadas que han entrado en la red, se han capturado 123 ejemplares, lo que da una efectividad del 45%, valor considerado como muy alto. Esta cifra de capturas también queda muy por encima de la obtenida en 2022/2023 (48 capturas)

Del total de becadas capturadas, 32 ejemplares eran aves previamente anilladas (Recapturas), un 26%, porcentaje que puede considerarse muy elevado en comparación con el calculado en otras zonas donde también se están desarrollando labores de marcaje de becadas. De hecho, el porcentaje de recapturas de becadas anilladas en Navarra en la pasada temporada, sin contar los datos de Garralda, se quedó en un escaso 8,15%, dieciocho puntos por debajo del valor obtenido en la Casa de la Becada.

Este dato surge como consecuencia del elevado esfuerzo de anillamiento en esta zona (Mayor número de ejemplares marcados), así como de la ausencia de presión cinegética, lo que deriva en una mayor supervivencia de becadas anilladas, que posteriormente son recapturadas en la misma temporada o sucesivas. Es lo que denominamos filopatria o fidelidad de las aves a un determinado lugar a lo largo del tiempo.

Lectura de la edad de una becada, destaca una pluma blanca en su ala

Este porcentaje de recapturas fue menor al de 2022/2023 (31,25%) debido principalmente a que en aquella temporada la cantidad de recapturas de becadas anilladas en el invierno anterior fue de un 15,56%, por un 7,5% de 2023/24. Esta diferencia creemos que viene dada por la gran proporción de becadas jóvenes que han llegado a Garralda este otoño respecto al total de individuos, como veremos a continuación.

En la siguiente gráfica podemos comprobar la evolución por temporada del número de becadas capturadas (anilladas y no anilladas) durante las sesiones de anillamiento. Vemos que la pasada temporada fue la segunda en cuanto al global de capturas.

Capturas totales de becadas por temporada. Anilladas más no anilladas.

Por otro lado, tenemos el número de becadas que anillamos o número de anillas colocadas por temporada. Vemos que el número no aumenta en la misma proporción debido a que el número de becadas anilladas recapturadas se va incrementando conforme se van acumulando los años de estudio.

Total de becadas anilladas por temporada.

El efecto “reserva” de la Casa de la Becada, junto con la continuidad en el tiempo de las laboras de anillamiento nos permite constatar la elevada longevidad de las becadas en lugares donde la presión cinegética es nula, ya que en la pasada temporada pudimos realizar tres recapturas de becadas con una edad de seis o más inviernos.

En este contexto invitamos a meditar sobre la importancia de reservas como la Casa de la Becada como vía para garantizar la supervivencia de estos ejemplares tan experimentados, un capital becadero imprescindible para la sostenibilidad de la especie a medio plazo.

Preciosa

Como sabéis, una vez capturada una becada, el estudio de las plumas de sus alas nos permite calcular su edad y gracias a ello, la proporción de individuos jóvenes respecto al total de aves capturadas. Esta información, por un lado nos puede dar una idea del éxito de la temporada de cría y por otro, nos ayuda a estimar la tasa de supervivencia de las becadas que nos visitan. A más supervivientes de una temporada, en teoría más becadas adultas tendremos al año siguiente. Todo ello en base a la filopatria nombrada antes.

Durante la temporada 2023/24 el porcentaje de aves jóvenes fue de un 78,86%, cantidad que podemos considerar muy elevada, un auténtico récord. El anterior valor más alto corresponde a la temporada precedente, con un 60,42%. El elevado peso de los ejemplares jóvenes respecto a la bolsa total de capturas podría deberse a una exitosa campaña de nidificación, unido a que las becadas adultas, que sobre el papel deberían haber regresado a Garralda, sin embargo han elegido otros lugares para pasar la invernada. Quizás a la fuerza, ya que fueron desviadas de su ruta por las borrascas otoñales. Por otro lado, siempre hay que considerar el hecho de que Garralda se encuentra en mitad de un importante corredor migratorio y esto tiende a inflar el número de ejemplares jóvenes respecto al total de capturas.

De todas maneras y a tenor de lo observado en la siguiente gráfica, resulta llamativa la evolución de la proporción de jóvenes capturados respecto al total. Y es que está siguiendo una tendencia inversa a lo que podríamos considerar como previsible. A pesar de que capturamos ejemplares muy longevos, la proporción de becadas juveniles ha ido en aumento con el paso de los años. Se trata de algo muy provisional debido a que el número de campañas de estudio todavía es escaso, pero en cualquier caso es algo a estudiar en años venideros.

En cuanto a la distribución temporal de las becadas en Garralda a lo largo de la temporada, el primer ejemplar observado se detectó ciertamente tarde, el 2 de noviembre y hasta el último tercio de este mes no se generalizó la presencia de sordas. La irrupción de pájaros en los últimos días de noviembre fue masiva y repentina, con hasta 26 ejemplares anillados en la noche del 29 de noviembre. Podemos afirmar que la migración durante la pasada temporada se demoró tres semanas respecto a lo que podríamos considerar habitual.

A partir de esa fecha los valores del IAN se mantuvieron en valores constantes y elevados hasta la primera semana de enero, en la que la nieve y el frío expulsó un buen número de becadas de Garralda, bajando los datos de densidad a la mitad respecto a lo que veníamos observando en las jornadas precedentes. Estos parámetros de abundancia se mantuvieron más o menos estables hasta final de temporada. De hecho y como ocurrió en la temporada anterior, en febrero y marzo apenas se han percibido movimientos de contrapasa considerables.

El hecho de que los montes de Garralda se hayan mantenido nevados en buena parte de estos dos últimos meses ha podido contribuir a la escasa presencia de becadas en la última fase de la campaña. A pesar de que en los últimos días de marzo la presencia de becadas en los prados era testimonial, sí se nos han reportado distintas citas de pájaros bien entrado el mes de abril, a buen seguro migradores tardíos.

Llano de Auritz/Burguete en marzo. La nieve frenó la parada de becadas en contrapasa

En cuanto a las becadas anilladas en Garralda y recuperadas por caza, tenemos información de ocho ejemplares reportados. Buena parte de estas recuperaciones (4) se realizaron en los cotos colindantes y muy concentradas dentro de los diez días siguientes a su anillamiento.

Por lo que podemos constatar en estos años de estudio, la probabilidad de que una becada sea cazada desciende conforme transcurren los días desde su llegada a Garralda, salvo que la meteorología las obligue a desplazarse a otros lugares. De hecho, otras tres recuperaciones se produjeron en la segunda parte de enero, pero esta vez tras las nevadas en Garralda y en cotos más lejanos (30 a 150 kilómetros de distancia) Como curiosidad, la anilla restante fue recuperada en Verona (Italia) el 3 de diciembre, se trataba de una becada capturada en Garralda el 14 de noviembre de 2021.

Una vez más agradecemos la inestimable colaboración de los cazadores que nos trasladan la información de las becadas anilladas que capturan.

Censos con perro

Otra de las actividades que desarrollamos en la Casa de la Becada es el seguimiento de la densidad de aves mediante el censo con perros, consistente en recorridos a pie en la que se van contabilizando las becadas que detectan los canes. La información recopilada durante estos censos es volcada en la aplicación del “Proyecto Becada” del CCB.

Estos amigos vinieron desde León a censar las becadas de Garralda

Respecto al esfuerzo de muestreo, en la pasada temporada se acercaron a Garralda 61 socios del Club de Cazadores de Becada con sus perros, realizándose 96 jornadas de censos de una duración media entre 3 y 4 horas, un auténtico éxito si lo comparamos con las 39 jornadas de la temporada 2022/23. El número de permisos reservados que finalmente no se utilizaron ascendió a 34, principalmente fueron jornadas perdidas debido a la presencia de la nieve en Garralda en febrero y marzo.

Bonita muestra

A lo largo de estas 96 jornadas de censo se avistaron 77 becadas, lo que da un ICA o Índice de Abundancia (Becadas avistadas para una jornada teórica de 3,5 horas) de 0,89. Aunque representa un incremento respecto al valor del ICA en 2022/23 (0,51) consideramos que se trata de un valor francamente bajo y engañoso, ya que viene condicionado por la concentración de las jornadas de censo principalmente en las fechas en las que hubo una menor densidad de becadas en Garralda.

No es el Báltico, es Garralda

De hecho, se observa que la mayor demanda de jornadas de censos se produjo en octubre e inicios de noviembre, cuando apenas había becadas en Garralda, bajando en cuanto las becadas se reparten por los cotos y los participantes dan prioridad a las jornadas de caza. Lo mismo ocurre con febrero y marzo, una vez que termina la temporada de caza aumentan las jornadas de censos en Garralda, pero este año ha coincidido con los días de menor abundancia de pájaros.

Últimas becadas de la temporada aprovechada por este setter de “Goge”

Al igual que ha ocurrido con los datos de densidad obtenidos mediante el anillamiento, las jornadas más fructíferas se produjeron desde los últimos días de noviembre y durante diciembre, consecuencia de una llegada francamente tardía de la migración.

Ahí la tenía el perro de Unai

Seguimiento de Becadas por satélite

Uno de los objetivos del estudio a desarrollar en la Casa de la Becada consistía en dar continuidad al proyecto de seguimiento de becadas por satélite, pero esta vez en un contexto más local, de manera que pudiésemos monitorizar los movimientos de estas aves en un espacio más reducido. En este escenario hace un par de años recibimos un empujón por parte del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra para el programa de seguimiento de becadas en Garralda. Esto nos permitió adquirir varios emisores para colocar en algunos ejemplares, con diversos resultados. Para los que sois nuevos en la materia siempre tenemos el hándicap de estar tratando con una especie cuyas características no son las mejores para el seguimiento mediante emisores con baterías cargadas por placas solares.

Bidausi

El hecho de que las becadas pasen la mayor parte de su vida diurna a la sombra del bosque no facilita precisamente la carga de la batería. Esto, unido a que la becada es un ave bastante sensible al estrés disminuye la tasa de éxito en este tipo de trabajos.

Durante la pasada temporada disponíamos de un emisor para equipar una becada, por lo que nos desplazamos el 21 de diciembre a las campas de Garralda con la intención de capturar y marcar un ejemplar. Tarea nada fácil debido a que la luna en fase creciente no iba a ser de gran ayuda a la hora atrapar alguna de nuestras amigas de pico largo. Asimismo, el hecho de que estemos anillando habitualmente en las mismas praderas provoca que los pájaros vayan desconfiando ante la presencia de los focos.

Con todo y tras varios intentos fallidos conseguíamos que una becada cayera en la red. La agradable sorpresa se produjo al comprobar que se trataba de una becada ya anillada con anterioridad, con fecha 15 de diciembre de 2020, justo tres años antes. Aunque ya estemos habituados a la fidelidad de estos pájaros a sus lugares de invernada, no podemos dejar de destacar que fue anillada en la misma pradera donde la recapturamos. En concreto, en diciembre de 2020, entonces y mediante el estudio de las plumas del ala pudimos determinar que se trataba de un ejemplar adulto, en su segundo año calendario, como mínimo. No podemos concretar más su edad, pero en estos momentos sabemos que la becada se encuentra mínimo en su sexto invierno.

Por tanto, estábamos ante toda una superviviente, una veterana idónea para ser equipada con el emisor. Su peso elevado, de 360 gramos y el estado general de la limícola también nos convencieron de que ésta era el ave.

Tras un rápido trabajo de Rubén Ibáñez colocando el emisor GPS, “BIDAUSI” era liberada. Su nombre evoca un término de la parte más elevada del monte de Garralda, conocido por su espectacular hayedo.

Bidausi ya equipada con su GPS y a punto de ser liberada

Como siempre, las primeras horas son claves para determinar el éxito de la operación. El asombro vino al comprobar que la primera localización diurna se producía en el bosque de la Reserva Natural de Tristuibartea, cerca de la localidad aezkoana de Hiriberri/Villanueva, a cuatro kilómetros al Este del lugar de captura. La siguiente localización, esta vez nocturna, la desplazaba otros cinco kilómetros más allá. “BIDAUSI” se alimentaba en unas praderas en el término de Abaurrea Alta/Abaurregaina. La duda que nos rondaba era saber si este movimiento se debía al “susto” por la experiencia de la captura y equipamiento o, por contra, se trataba de una becada nómada con una amplitud de desplazamiento francamente elevada

Esta incógnita se resolvía en la noche posterior, ya que la becada estaba de vuelta y emitía justamente en el mismo prado donde fue capturada. Al día siguiente nos mostraba su ubicación diurna, en el centro del término de Garralda y ya a salvo dentro de la reserva de la Casa de la Becada.

En las siguiente jornadas fuimos comprobando los movimientos de esta veterana, como decimos, con al menos seis inviernos a sus espaldas. Y lo que nos encontramos es que estábamos ante una becada “segurolas”. Sus desplazamientos eran mínimos y quizás ahí residía el secreto de su éxito. Con una precisión casi milimétrica se movía apenas un kilómetro desde la zona donde permanecía oculta durante el día hasta prácticamente el metro cuadrado de pradera donde se alimentaba en la oscuridad de la noche. “Lo que bien está, mejor no tocarlo”, pensará. Tan solo en las noches más crudas del temporal en enero cambió ligeramente la pradera nocturna, bajando en altitud, quizás en busca de esas zonas de pastizal encharcado que no cubría la nieve y donde podía acceder a las lombrices.

En cuanto subió la temperatura y fundida la nieve se produjo el regreso a sus rutinas de siempre. Durante el resto del invierno apenas se registraron cambios en su comportamiento y como aliciente quedaba apostar sobre la fecha en la que emprendería el regreso hacia el Norte de Europa, siempre cruzando los dedos para que el nivel de batería del transmisor nos permitiera seguir estos desplazamientos.

Solo en los días de más frío y nieve cambió Bidausi sus costumbres

Sin embargo y como pequeño jarro de agua fría, la última localización válida se produjo el 29 de febrero. En las dos siguientes emisiones del 3 y 7 de marzo y aunque la sonda de temperatura del emisor nos indicaba que la becada seguía viva, las localizaciones no eran de la suficiente calidad como para poder precisar la localización del ave. Y después vino el silencio, por lo que podemos suponer que la batería del emisor se sitúa por debajo del nivel crítico, una verdadera lástima.

Como pequeña esperanza cabe la posibilidad de que el aumento de las horas de luz solar en primavera permita que el emisor cargue lo suficiente para dar una localización válida, aunque por experiencias previas sabemos que es poco probable. Por otro lado y como factor más verosímil, queda cruzar los dedos y esperar la oportunidad de recapturar el ave en el próximo otoño y así recuperar la información que contiene el emisor.

Curso de anillamiento

El sábado 9 de marzo realizamos en Garralda una charla informal para aquellas personas interesadas en formarse en el anillamiento científico de becadas con el fin de informar sobre las características del proyecto de anillamiento del grupo “Scolopax”, así como los requisitos exigidos a los candidatas/os.

Primer curso de anillamiento en La Casa de la Becada

Después de la parte teórica nos desplazamos a las praderas para realizar un ejemplo de salida práctica de anillamiento, con poca suerte ya que no fuimos capaces de capturar pájaros. La idea es dar continuidad a este tipo de charlas a partir de noviembre, iremos informando a través de los canales habituales del Club.

La tradicional prueba de perros del Máster CCB tampoco faltó a su cita en Garralda

Esto fue todo en cuanto a las actividades realizadas en la Casa de la Becada durante el otoño e invierno de 2023/24. Temporada muy completa en la que han crecido y consolidado todos los apartados en los que estamos inmersos. Una vez más tenemos que agradecer la participación de los anilladores del grupo “Scolopax” y todos los socios del CCB que han participado en los censos con perro.

Robledal de Betelu en los primeros días de mayo, la primavera ya asoma a Irati

A partir del mes de mayo comenzamos con los censos de becadas reproductoras o “Proyecto Roding”, en busca de posibles ejemplares nidificantes.

Animamos a todos los socios y socias del CCB a participar en esta y otras iniciativas, os podéis poner en contacto con nosotros a través del correo electrónico casabecada@ccbp.org y seguir todas las iniciativas de la Casa de la Becada en este blog.

¡Os esperamos!

Miguel Minondo

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Anillamiento científico Biología Censos con perro Temporada 2022/2023

Resumen de la temporada 2022/2023

Muy buenas. Después de un tiempo desconectados y para ir calentando motores de cara a la temporada que poco a poco se acerca, vamos a ir actualizando contenidos del Blog con algunas publicaciones que se han quedado en el tintero desde la pasada primavera.

Empezamos haciendo un resumen de lo que fueron los trabajos científicos realizados en la última temporada 2022/23, dejando a un lado las actividades de seguimiento de becadas por satélite a la espera de mayor número de datos.

Anillamiento

Los trabajos de anillamiento científico de becadas en Garralda se iniciaron en febrero de 2020 con las primeras sesiones regulares de anillamiento. En septiembre de 2020 se creó la Casa de la Becada y ya entonces se estableció un calendario de salidas de anillamiento que compaginara un muestreo suficiente del terreno con la tranquilidad necesaria para las aves y resto de fauna. Por ello, durante la temporada de anillamiento se propone un mínimo de una salida semanal y un máximo de tres. La prospección nocturna de las praderas está basada en el desplazamiento que realizan las becadas al anochecer desde las zonas forestales en las que permanecen durante el día hacia las praderas donde encuentran, por un lado, su alimento (Lombrices de tierra) y por otro, una mayor protección frente a los depredadores.

Esta labor de marcaje de aves es efectuada por anilladores expertos y/o específicos de becada avalados por la Oficina de Anillamiento de Aranzadi y englobados dentro del grupo de anillamiento “Scolopax”. La metodología utilizada ya ha sido explicada anteriormente.

Al comienzo del estudio se dividió el término municipal de Garralda en ocho zonas distintas de anillamiento, de las cuales y después de los primeros recorridos se han considerado que cinco grupos de praderas presentan una mayor potencialidad para la becada y, por consiguiente, son las que se monitorizan más frecuentemente.

La densidad de becadas en las praderas viene determinada, lógicamente, por la cantidad de aves presentes en los bosques cercanos, por el flujo migratorio de aves que atraviesan un lugar y que pudieran detenerse momentáneamente a alimentarse y por la cantidad de alimento existente en la capa más superficial del terreno. En el caso de las becadas presentes en zonas con mayor influencia atlántica, el 80% de su dieta está compuesta por lombrices de tierra.

Hemos dividido la temporada de anillamiento en Garralda en tres periodos, en función de la más probable fenología de las aves presentes en los prados:

  • Migración postnupcial: Del 15 de octubre al 15 de diciembre.
  • Invernada estricta: Del 15 de diciembre al 15 de febrero.
  • Migración prenupcial: Del 15 de febrero al 1 de abril.

A la hora de valorar a priori el éxito de una temporada de anillamiento en cuanto a densidad de aves, también hacemos hincapié en el análisis de las condiciones meteorológicas en los meses precedentes, ya que de la humedad y temperatura depende en gran parte la presencia de un mayor o menor contenido de micro invertebrados en los prados. Así y de acuerdo con los datos proporcionados por Meteo Navarra y las estaciones meteorológicas más próximas a Garralda (Aurizberri/Espinal y Aribe) las precipitaciones en el periodo de tres meses anteriores a la llegada del mayor contingente de becadas a Garralda (Verano-otoño de 2022) no han llegado al 40% de los valores promedio, mientras que las temperaturas han superado ampliamente la media.

Así, la capacidad de acogida para las becadas de las praderas de alimentación durante la temporada de migración postnupcial del año 2022 ha estado muy lejos de lo considerado como óptimo.

Datando la edad de una becada a partir de las plumas del ala

Migración postnupcial

Los trabajos de anillamiento durante el primer periodo de migración otoñal se iniciaron el 21 de octubre, prolongándose hasta el 15 de diciembre. Han trabajado cuatro anilladores, efectuándose un total de 20 sesiones de anillamiento, lo que constituye un cómputo global de 51 horas de prospección.

En este tiempo se han observado 116 becadas, lo que da un Índice de Abundancia Nocturna de 2,27 becadas/hora, muy lejos de los valores obtenidos para la temporada de migración otoñal 2021/2022 (4,86 becadas/hora) o 2020/2021 (3,91 becadas/hora) Por tanto, podemos considerar la densidad de aves en la migración de becadas 2022 como muy baja, valor esperado dadas las condiciones meteorológicas (Vientos contrarios a la migración, altas temperaturas y sequía) antes y durante el periodo migratorio.

Esta becada dejó su rastro en las praderas de alimentación

De estas becadas avistadas se han capturado 42 ejemplares, lo que da una efectividad del 36%, valor considerado normal. La cifra de capturas también queda muy por debajo de la obtenida en 2021/2022 (62 becadas) y 2020/2021 (88 becadas) Del total de becadas capturadas, 12 ejemplares eran aves previamente anilladas, un 28,6%, valor que puede considerarse muy elevado en comparación con el calculado en otras zonas donde también se están desarrollando labores de marcaje de becadas. Este dato es consecuencia del elevado esfuerzo de anillamiento en esta zona (Mayor número de ejemplares marcados) así como de la ausencia de presión cinegética, lo que deriva en una mayor supervivencia de becadas anilladas que posteriormente son recapturadas en la misma temporada o sucesivas.

Finalmente, podemos analizar la edad de las becadas capturadas mediante el estudio y datado de las plumas del ala. Esta información nos puede dar una idea del éxito de la temporada de cría, así como del efecto “Reserva” de La Casa de la Becada en base a la filopatria o fidelidad de los individuos a sus lugares de invernada a lo largo de los años. Durante la temporada de migración otoñal 2022 el porcentaje de aves jóvenes ha sido de un 54,7%, algo superior al de la temporada precedente (50,6%) y ligeramente por debajo que el obtenido hace dos años (55,75%)

Durante la temporada se han capturado varios ejemplares con “piojillo”

En cuanto a la distribución temporal de las becadas en Garralda, el primer ejemplar observado se detectó el 21 de octubre, encontrándose la mayor densidad a partir de la última semana de noviembre. El pico de migración esta temporada ha sido menos evidente que en la anterior y también se ha producido con diez de retraso respecto al año pasado.

Invernada

Si procedemos a analizar el periodo de invernada estricta de la pasada temporada, tenemos que poner el foco en la fase de ola de frío que se prolongó durante un mes desde el 15 de enero y que cubrió de nieve y hielo los montes de La Casa de la Becada, condicionando la presencia de estas aves en Garralda, ya que en estas rigurosas condiciones con pueden acceder a las lombrices de tierra que constituyen su principal de alimento.

Desde el 15 de enero la nieve y frío han condicionado nuestra labor de anillamiento

Con esta tesitura tampoco se podían realizar las tareas de anillamiento, por lo que en la segunda parte de la temporada nos vimos obligados reducir el número de salidas al mínimo, con una única sesión de anillamiento realizada el 13 de enero, en la que se vieron 5 becadas vistas y una captura.

Liberando una de las becadas marcadas con dispositivos de seguimiento por satélite

Contrapasa

La migración primaveral o contrapasa en Garralda este año ha sido francamente fugaz, con escasa presencia de becadas. Al igual que ocurrió en otoño, el principal flujo migratorio pasó de largo y únicamente notamos un pequeño pico hacia el 12 de marzo.

Como anécdota, este año hemos anillado una becada en una fecha realmente tardía, el 24 de marzo, un auténtico récor.

Grabando la migración de becadas en contrapasa en el mes de marzo

Censos con perro

Otra de las actividades que desarrollamos en la La Casa de la Becada es el seguimiento de la densidad de aves mediante el censo con perros, consistente en recorridos a pie en la que se van apuntando las becadas que detectan los canes.

En la pasada temporada se han realizado 39 jornadas de censo, en las cuales se localizaron 21 becadas, lo que da un Índice de Abundancia (Becadas avistadas para una jornada teórica de 3,5 horas) de 0,51. Se trata de un valor francamente bajo, en línea con la floja temporada que nos ha tocado padecer.

Al igual que comentábamos con el anillamiento, la escasez de precipitaciones al final del verano y principios del otoño han perjudicado la capacidad de acogida de estos montes. Si a esto sumamos la tendencia de los vientos de componente Sur en los días que coincidieron con el pico migratorio, se explica la baja presencia de becadas en la última campaña.

Como siempre decimos, un cero también es un dato y por ello es de agradecer la colaboración de los voluntarios que han participado en los censos a pesar de que la baja densidad de aves no era el mayor de los alicientes.

Censos de becada con perro. Foto de Ricardo Cornago

Esto ha sido todo. Salimos de una temporada difícil que ha puesto a prueba la motivación para sacar adelante los distintos proyectos de esta iniciativa y es que, si faltan las becadas, todo es más complicado. Por suerte, estas campañas son necesarias para sacar distintas conclusiones, entre ellas, cómo está afectando el cambio climático a la distribución de las becadas en el tiempo y en el espacio. Cada vez parece que llegan de una forma más tímida y tardía. Lo iremos confirmando en años venideros.

Saludos y permaneced atentos a próximas entradas de este Blog.

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Anillamiento científico Biología Temporada 2022/2023

Año de nieves…

Muy buenas. Después de unas Navidades en las que se han batido récords de calor en Europa, a mitades de enero por fin ha llegado el invierno a nuestras tierras en forma de precipitaciones de nieve y fuertes heladas. El temporal se inició el 16 de enero con unas nevadas valoradas por Aemet entre las mayores de lo que llevamos de siglo en el Pirineo navarro. En Garralda se alcanzaron los 60 centímetros, bastante más en los montes circundantes. Estas nevadas, sin ser tampoco excepcionales, vinieron acompañadas de temperaturas muy bajas en los días siguientes, lo que ha provocado que el manto blanco apenas se haya fundido desde entonces.

Aspecto de Garralda el 28 de enero, buena nevada

Condiciones difíciles para los habitantes de estos valles, aunque ya están bastante habituados al clima duro durante el invierno, estas nieves no dejan de trastornar los quehaceres cotidianos. Sin embargo, este año la nieve es especialmente bienvenida, tras meses de sequía, es muy necesaria para empapar el suelo y llenar fuentes y manantiales. Para la fauna salvaje también son jornadas complicadas. Con poco alimento disponible, los animales reducen al máximo su actividad para ahorrar la mayor energía posible.

Hayedo de Garralda con su traje de invierno

Entre los animales que más se ven afectados por esta climatología se encuentran las becadas. Debido a su metabolismo necesitan ingerir una gran cantidad de invertebrados, fundamentalmente lombrices, que consiguen clavando su pico en el suelo. Cuando el terreno se cubre de nieve las lombrices se vuelven inaccesibles, salvo en las pocas zonas que quedan al descubierto, normalmente lugares donde corre el agua. Si la temperatura baja de 0ºC y especialmente cuando el mercurio permanece en valores negativos incluso durante el día, las cosas se complican. El suelo permanece helado todo el día, por lo que muchas becadas se ven obligadas a abandonar momentáneamente estos lugares en busca de zonas más bajas y templadas.

Becada capturada y anillada con un peso muy bajo

En ocasiones, la fidelidad de estas aves a sus lugares de invernada provoca que aguanten hasta el último momento antes de partir. Existen casos documentados de grandes mortandades de becadas debido a que temporales de frío muy prolongados terminaron por consumir sus reservas y para cuando quisieron marcharse era demasiado tarde.

Particularmente famosa fue la ola de frío ocurrida en febrero de 2012 en Francia, con muchas becadas encontradas muertas o con comportamiento anómalos, alimentándose a plena luz del día en los jardines de las casas.

Estos días hemos notado un desplazamiento de becadas a zonas más protegidas y libres de nieve y durante las sesiones de anillamiento se ha constatado en ciertos valles que las aves tenían dificultad para acceder al alimento. Becadas capturadas muy delgadas, en el chasis, con pesos alrededor de 270 gramos (Lo normal es 320 gramos) y comportamientos extraños, con confianza hacia el ser humano.

Pradera helada en la que las becadas apenas pueden encontrar alimento en las pocas zonas libres de nieve.

También la captura por caza de aves anilladas en Garralda nos vuelve a mostrar un comportamiento que ya viene siendo habitual cuando llega la nieve y el frío a La Casa de la Becada. Se trata de un desplazamiento de las aves a la cara norte del Pirineo, buscando las comarcas más bajas y templadas en Francia debido a la proximidad del mar Cantábrico.

Comportamiento extrañamente confiado de una becada en el único lugar del prado libre de nieve.

En este sentido, una becada anillada el 14 de diciembre en Garralda era cazada el 27 de enero muy cerquita de Baiona, un movimiento que estamos viendo estos últimos años. Al final estamos hablando de un ave migratoria que no entiende de fronteras y se mueve de aquí para allá en función de las condiciones que se va encontrando.

Movimiento de una becada anillada en Garralda y cazada a orillas del Cantábrico

De lo estudiado por José Luis Guzmán en su trabajo de radioseguimiento sobre becadas desarrollado en Álava, sabemos que normalmente un buen número de estos pájaros cuando las condiciones mejoran vuelven a los lugares donde estaban pasando el invierno. Otros, si las características de su nuevo hogar son idóneas permanecen allí hasta que emprenden el viaje de regreso a sus cuarteles de nidificación.

Por suerte para las becadas las previsiones meteorológicas indican un aumento de las temperaturas en las próximas jornadas. Cuando la nieve comience a retirase podremos comprobar el número de irreductibles becadas que todavía aguantan en los hayedos pirenaicos.

¡Hasta otra!

NOTA: Todos los vídeos y fotos de este blog han sido tomados en el curso de las sesiones de anillamiento científico autorizadas por las Administraciones correspondientes.

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Anillamiento científico Biología Proyecto Roding Radioseguimiento Temporada 2020/2021 Temporada 2021/2022

Dos años de estudios sobre la becada en Garralda

Durante el fin de semana del 28 y 29 de mayo tuvo lugar en Garralda la XXII Asamblea General del Club de Cazadores de Becada, entidad que gestiona La Casa de la Becada. Entre las distintas actividades organizadas durante esos días destacan las charlas celebradas en el Errotaberri con la becada y su gestión como protagonistas y en particular, un resumen de los resultados obtenidos en los dos años de vida de la Reserva de la Becada de Garralda.

Como responsable del proyecto y en representación de las personas que han participado en el mismo fui desgranando los primeros datos extraídos, incidiendo que esto solo es un esbozo, ya que para alcanzar conclusiones más definitivas debemos prolongar el estudio algún año más.

Sin embargo, ya comenzamos a observar algunos fenómenos curiosos, propios de una ave tan enigmática y sorprendente como es la Dama del Bosque.

Como ya hemos dicho en otras ocasiones, este estudio se sustenta principalmente en cuatro pilares:

  • Anillamiento científico
  • Censos de becadas con perro
  • Radioseguimiento por satélite y convencional
  • Censos de becadas nidificantes

Anillamiento científico

Los trabajos de anillamiento en Garralda fueron esporádicos hasta la primavera de 2020, fecha en la que comenzamos a realizar salidas de anillamiento con mayor frecuencia. Desde ese momento cinco han sido los anilladores que con mayor o menor intensidad han trabajado en la Reserva, todos ellos pertenecientes al Grupo “Scolopax” de la Oficina de Anillamiento de Aranzadi.

Desde febrero de 2020 se han realizado 71 salidas o sesiones de anillamiento nocturnas, consistentes en un recorrido por las praderas de alimentación de las becadas, en las que estas aves son capturadas con la ayuda de una red, anilladas, pesadas y se determina su edad a través de la lectura de ciertas plumas del ala. El objetivo inicial era realizar un esfuerzo de muestreo de una salida semanal, alguna más en la época de migración, pero sin provocar un exceso de presión sobre las becadas que pudiera provocar abandono de las praderas de alimentación o molestias al resto de la fauna. En este proyecto estamos concienciados en el respeto al entorno y el tratamiento ético de la fauna con la que estamos trabajando directa o indirectamente.

Estas sesiones han dado lugar a 191 horas de muestreo, en las que se han observado 714 becadas, de las cuales se han capturado una tercera parte, 238 ejemplares, porcentaje de efectividad que podemos considerar normal.

La captura más temprana se produjo un 26 de octubre, mientras que la más tardía fue el 24 de marzo.

Los indicadores de la densidad de becadas detectados podemos considerados muy altos, con un Índice de Abundancia Nocturna (IAN) de 3,5 becadas observadas por hora de recorrido, muy por encima del valor medio para el resto del Estado (2,65).

El hecho de que las becadas muestren la tendencia a regresar al mismo lugar en el que pasaron el invierno anterior se ha observado claramente en Garralda. De hecho, el 27% de las becadas capturadas en Garralda en la última temporada ya estaban anilladas. Lo más sorprendente es que esta fidelidad se produce en muchos casos en espacio y tiempo, dándose la circunstancia de becadas anilladas recapturadas en el mismo prado un año después y en las mismas fechas ¡Impresionante!

Un hecho también observado es la querencia de las becadas a permanecer en La Casa de la Becada a pesar del clima duro de la zona, demostrándose que el mito de que esa zona es exclusivamente de paso es eso, un mito. Podemos constatar que si a la becada se la respeta con una presión de caza responsable tiende quedarse en el lugar. Prueba de ello es que hemos capturado un buen número de becadas en lo más crudo del invierno, cuando pensábamos que ya se habrían marchado.

En cuanto a la distribución de la densidad de becadas a lo largo de la temporada, ésta va aumentando desde finales de octubre, mientras que el mayor índice de densidad de aves se localiza en la segunda mitad del mes de noviembre, coincidiendo con el pico del flujo migratorio. A partir de ese momento la cantidad de becadas en Garralda depende en gran medida de la meteorología, ya que si arrecian los temporales de nieve y frío una buena parte de las aves abandonan este territorio en busca de zonas más clementes.

El segundo pico de densidad se percibe en el mes de febrero, correspondiendo muy probablemente con el inicio de la migración de primavera, a partir de estas fechas la abundancia va disminuyendo paulatinamente y ya en la última semana de marzo los encuentros con becada son anecdóticos.

Respecto a la proporción de jóvenes en las capturas de becadas en la temporada de anillamiento, tenemos que se mueve en valores bajos, propios de una reserva de caza, pero que también fluctúa dependiendo de la época del año. Mientras que en las fechas de mayor flujo migratorio (finales de noviembre) la cantidad de becadas jóvenes capturadas casi llega al 90%, fuera de esas fechas ocurre todo lo contrario y son las becadas adultas, fieles a sus cuarteles de invernada, las que copan la mayor parte de las capturas.

Si ponemos el punto de mira en las recuperaciones de becadas por acción de caza, el tiempo medio que ha portado la anilla una becada cazada es de 90 días, valor escaso aunque normal si tenemos en cuenta que solo llevamos dos años y medio anillando. 394 días es el máximo tiempo que una becada cazada ha portado la anilla, mientras que varios ejemplares han sido cazados al día siguiente de ser anillados.

La distancia máxima entre el lugar de anillamiento y caza es de 336 kilómetros y el mínimo de 1,5 kilómetros. Una de caza dos becadas anilladas cazadas fueron abatidas a menos de 20 km de La Casa de la Becada.

Finalmente, si nos fijamos en los lugares donde han sido recuperadas las becadas anilladas en Garralda, no encontramos un patrón fijo, si bien nos ha sorprendido que de momento no tenemos comunicaciones de becadas cazadas en el Centro o Sur de la Península. De hecho, se da la circunstancia de que dos becadas anilladas en Garralda en noviembre han sido recuperadas pocos días después en Francia, deshaciendo parte del trayecto migratorio.

Censos con perro

Otra de las herramientas para observar la abundancia de becadas y su tendencia son los recorridos a pie por la reserva acompañados de perros especialistas que detectan a las aves hasta que levantan el vuelo. En estos censos se anotan todas las becadas avistadas, duración del recorrido, así como otros parámetros de vegetación, meteorología, etc. y se vuelcan en una aplicación web creada para este fin.

Este método ha estado muy condicionado por las restricciones de movilidad debidas a la pandemia, especialmente en la temporada 2020/21 en la que no pudieron acudir a Garralda participantes de otras regiones. De momento tenemos datos de 75 recorridos con perro, para los que se ha calculado el valor del Índice Cinegético de Abundancia (ICA), que sería el número de becadas observadas para una jornada teórica de 3,5 horas.

En la temporada 2020/21 el ICA fue de 1,01 y para 2021/22 este parámetro subió ligeramente hasta situarse en 1,21, valores que se sitúan por debajo del potencial que creemos tiene La Casa.

Para las temporadas venideras esperamos una mayor participación y con ellas poder hilar más fino en el cálculo de los distintos indicadores.

Censos de nidificantes, “Proyecto Roding”

Como sabemos, una cantidad de becadas nada desdeñable nidifica en la Península Ibérica, concentrada principalmente en los sistemas montañosos del tercio norte. Aunque nunca alcanza grandes densidades, sabemos que tenemos becadas que sacan su prole en áreas de la Cordillera Cantábrica, Pirineos y Sistema Ibérico.

En el caso de Navarra, ya el Atlas de Aves Nidificantes (Jesús Elósegui, 1985) indicaba que un buen número de cuadrículas de la mitad Norte de la Comunidad Foral podían estar ocupadas por ejemplares “autóctonos”.

Dentro de estas cuadrículas se sitúa Garralda, por lo que uno de los objetivos del proyecto es localizar si todavía tenemos estos ejemplares nidificantes y analizar el efecto que el cambio climático, transformación del hábitat, depredadores, presión de caza o el hecho de que Garralda se haya convertido en reserva pueda provocar en las becadas.

Para ello se están realizando escuchas de machos en vuelo de cortejo o croule durante los meses de mayo y junio, método que se ha establecido como idóneo para censar las posibles becadas nidificantes.

De momento y tras más de 20 estaciones de escucha no hemos obtenido resultados positivos, lo cual es preocupante, teniendo en cuenta también las noticias que nos llegan de Francia, con un descenso del 30% de puntos positivos desde 1988. Parece ser que este descenso en Francia se ha concentrado en los lugares situados más al sur y a menor altitud, por lo que el calentamiento del clima podría estar detrás.

Radioseguimiento y seguimiento por satélite

El anillamiento ofrece la posibilidad de marcar numerosos ejemplares de una especie, pero la recogida de datos que dichos animales pueden ofrecer queda reducida a los correspondientes al día de su marcaje y captura. La utilización de técnicas de radio-telemetría permite el seguimiento continuo de los animales objeto de estudio durante un periodo de más de dieciséis meses con lo cual permite abarcar el periodo de migración completo de la especie.

Por eso desde la temporada 2021/22 y gracias al apoyo brindado por la Sección de Caza del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, se han empezado a marcar becadas con estos dispositivos, proyecto que continuará en la próxima temporada y cuyos resultados esperamos obtener a más largo plazo.

Esto es todo lo que dio de sí la charla, desde los responsables de la Gestión de La Casa de la Becada queremos agradecer el apoyo y trabajo de los anilladores del grupo “Scolopax” de la OA Aranzadi, a los socios del Club de Cazadores de Becada, Ayuntamiento de Garralda, Sociedad de Cazadores Arregia de Garralda y al Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra por dar soporte a esta iniciativa.

Miguel Minondo.

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"Aezkoa" "Irati" Anillamiento científico Biología Radioseguimiento Temporada 2021/2022

“Aezkoa” se une a “Irati”

¡Hola a tod@s! en la anterior entrada del blog adelantábamos las primeras andanzas de “IRATI”, una becada que había sido anillada en noviembre de 2020 y a la que equipamos el 8 de enero con un radiotransmisor. Pero aquella noche hubo otra becada que también se marchó con “mochila”. El problema es que tras unas primeras emisiones en La Casa de la Becada se trasladó a otro coto donde sí se caza esta especie y por seguridad hacia ella hasta ahora se la había mantenido en el anonimato.

Becada cerca de lo que podría considerarse “brevirrostra”, longitud de pico menor a 55 milímetros

Como decimos, esta becada a la que bautizamos como “AEZKOA” fue marcada también el 8 de enero en una zona de pastizal. Las primeras emisiones en los días siguientes las dio desde el fondo de una regata a escasos 500 metros del lugar donde fue marcada. Al igual que “IRATI”, en el caso de “AEZKOA” también estamos ante un ejemplar adulto y por el estudio de la muda de las plumas de sus alas podemos saber que se encuentra al menos en su cuarto año calendario de vida. Sus 315 gramos de peso le permiten llevar la mochila de 5 gramos con solvencia.

Plumas casi negras de una becada melánica

Tras unas primeras emisiones muy fructíferas cerca del lugar donde la capturamos, de pronto perdimos la señal de “AEZKOA” y el temor era que hubiese sido depredada. Para nuestro alivio, un dispositivo de búsqueda la localizaba unos días después a casi 4 kilómetros en línea recta. Probablemente las fuertes heladas de enero la habían obligado a refugiarse en una zona más baja y soleada. Allí ha permanecido hasta ahora, con pequeños desplazamientos a las praderas contiguas para alimentarse.

En cuanto a las labores de anillamiento en Garralda, la primera mitad de febrero ha mostrado un notable movimiento de becadas, algunas cargadas de grasa e individuos jóvenes. Este cambio de patrón respecto a enero podría indicar un adelanto de las fechas de migración primaveral. Y no es extraño viendo la meteorología de este mes, más propia de finales de marzo, lo que ha podido impulsar a las primeras becadas a iniciar su viaje hacia el Norte.

Hayas centenarias

Una de estas becadas migrantes podría ser “IRATI”, ya que en los dos últimos controles no ha dado señal y tampoco ha podido ser localizada en su praderas habituales, por lo que una de las razones podría estar en un inicio de la migración. Es algo que iremos confirmando en las próximas semanas.

Es de esperar que en la primera quincena de marzo y al igual que en años anteriores haya nuevas jornadas de “Rock & Roll” coincidiendo con las fechas habituales del pico migratorio de regreso a sus cuarteles de cría.

Como anécdota, seguimos sufriendo en los prados con la abundante presencia de montones de tierra provocados por la actividad de la rata topera (Arvicola scherman) Creemos que además del grave perjuicio que está produciendo a los ganaderos de la zona, en lo que respecta a nuestra actividad está causando que los pastizales habituales de alimentación para las becadas no estén con la misma capacidad de acogida. A esto habría que sumarle la increíble densidad de depredadores que atraídos por la rata topera también podrán estar influyendo en las becadas. Y es que todas las noches nos encontramos con numerosos gatos monteses, zorros o tejones en los pastizales en sus incursiones en busca de la citada rata.

Seguiremos informando.

Una escocesa en La Casa de la Becada

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"Irati" Anillamiento científico Biología Radioseguimiento Temporada 2021/2022

“Irati” vuela en su Casa

¡Hola a tod@s! Como es habitual las semanas más crudas del invierno suelen traer pocas novedades al proyecto de La Casa de la Becada, el grueso migratorio ya hace bastantes semanas que pasó y en Garralda permanecen las viejas guerreras. Lo cierto es que es admirable como algunas becadas aguantan el duro clima invernal del Pirineo y a pesar de la nieve y las fuertes heladas de enero se aferran a la zona donde han invernado en años anteriores.

Atardecer en Garralda con el pico de Ori al fondo

Los pesos de las becadas capturadas en las salidas de anillamiento, así como su contenido en grasa confirman que no andan sobradas de alimento, pero ellas saben que en La Casa están seguras y prefieren apostar seguro.

Como decimos, las sesiones de anillamiento durante el mes de enero e inicios de febrero se han saldado con pocas becadas nuevas marcadas y muchos autocontroles, es decir, becadas que ya están anilladas y que aportan una valiosísima información sobre la longevidad y costumbres de estás maravillosas aves. De está manera hemos podido capturar sordas cuyo plumaje y fecha de anillamiento indican que se encuentran en su quinto año de vida o más, un dato destacable ya que una becada es raro que pase de los dos años y medio en lugares con una presión cinegética elevada.

En las últimas salidas se aprecia un pequeño incremento en la densidad de pájaros, estamos en las fechas previas a la migración prenupcial y tal vez se empiezan a producir los primeros movimientos.

Hayedo en invierno

Por otro lado y allá por el mes de octubre anunciábamos la puesta en marcha de una iniciativa en Garralda mediante el marcaje de varias becadas con radiotransmisores, proyecto cuyo objetivo es obtener información más específica que la aportada por el anillamiento científico. En esta ocasión apostamos por el producto de aquí, adquiriendo los transmisores a una empresa ubicada en Córdoba, Microsensory. Al tratarse de unos transmisores nuevos siempre tratamos de hacer un chequeo exhaustivo antes de tomar la decisión de ponérselos a una becada, al fin y al cabo se trata de un ser vivo que merece el máximo respeto y tratamiento ético.

El plazo establecido fijaba la fecha de colocación de los transmisores a finales de noviembre, pero las tempranas nevadas caídas retrasaron un mes la operación. No nos pareció conveniente someter a las becadas a una operación de tanto estrés en una época en la que no estaban al 100% de sus facultades a causa de la nieve y el frío.

Finalmente a principios de enero y después de unas Navidades más templadas decidimos equipar una becada y ver su reacción. Para ello se desplazaron a Garralda Rubén e Izas (¡Gracias!!!) quienes se iban a encargar de colocar el aparato de 5 gramos a la becada mediante una arnés diseñado específicamente para esta ave, a modo de mochila. El aparato emite gracias una batería cargada por unos paneles solares acoplados al propio dispositivo y su ubicación puede ser captada a través de un receptor consistente en una pequeña antena.

Operación de equipado de la becada con el radioemisor

En poco más de media hora y tras intentarlo con varias sordas muy desconfiadas, conseguíamos atrapar una becada y comenzaba la operación de marcado. En apenas 5 minutos, un visto y no visto, gracias a la profesionalidad y habilidad de Rubén e Izas, la becada ya estaba volando con su pequeña mochila. Se trataba de una habitual de La Casa, había sido anillada en noviembre de 2020. Entonces ya era una becada adulta, por lo que podemos suponer que al menos este es su tercer invierno en Garralda.

La bautizamos como “IRATI” en honor a los fabulosos bosques que dan cobijo a nuestra amigas.

Momento en el que “Irati” es liberada

Durante las jornadas siguientes hubo nervios por saber si todo iba bien con “Irati” y su emisor daba señales de calidad. Pronto salíamos de dudas y la antena captaba la localización de la becada en una zona baja del monte, entre acebos y avellanos y a un kilómetro escaso en línea recta del prado donde fue anillada. En el mes que llevamos siguiéndola ha sido muy precisa en la elección de sus lugares de alimentación y descanso, salvo durante las noches de mayor helada en la que permaneció en el bosque. Es llamativo que las noches en las que ha salido a comer en campo abierto ha elegido el mismo palmo de terreno de pradera donde fue capturada.

Una vez terminada la temporada de caza respiramos tranquilos y confiamos en que “Irati” seguirá aportando información valiosa hasta que decida partir al lejano Norte.

No queremos dejar de agradecer a la Sección de Caza del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra por el apoyo a este estudio en La Casa de la Becada.

Todavía se ha podido disfrutar de bonitas jornadas de censos con perro durante enero
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Anillamiento científico Biología Temporada 2021/2022

Una asturiana de paso por Garralda

Hola a tod@s. En estos días de calma, anticiclón y luna llena las labores de anillamiento quedan en stand by a la espera del cambio de tiempo que se espera para Navidad. Son jornadas en las que las novedades vienen marcadas por las diversas comunicaciones de anillas recuperadas por caza que nos van llegando.

Los montes de La Casa antes de la llegada de las nevadas

Una de las que más nos ha llamado la atención es la de una becada cazada estos días cerca de Villaviciosa (Asturias). Fue anillada en Garralda el 18 de marzo de 2021 en fechas de plena migración prenupcial o contrapasa. De hecho, aquella fue una noche de anillamiento muy productiva, en la que localizamos un total de 18 becadas y se marcaron 10.

En el momento de su anillamiento era un individuo juvenil, cargada de grasa y con un peso muy elevado de 390 gramos, síntoma de que estaba en plena migración primaveral.

Nos queda la duda de si esa becada la atrapamos en marzo en paso hacia el norte proveniente de Asturias, lo más probable, o si se trataba de una invernante de Garralda a la que las tempranas nieves otoñales de este año han empujado a refugiarse en las costas asturianas del Cantábrico.

Poco a poco se va retirando la nieve de La Casa de la Becada

En cualquier caso, seguimos recopilando datos de las becadas que pasan por La Casa, lo que nos ayuda a entender la dinámica de sus migraciones. De nuevo agradecer a los cazadores que informan de las recuperaciones de anillas, en este caso Juan Fernández Ruiz.

Por otro lado empezamos la semana del 20 de diciembre con temperaturas realmente frías en el norte y centro de Europa, no se superarán los 0ºC de máxima en amplias zonas, incluso costeras. La parte suroeste del continente queda al margen de esta situación invernal, aunque parece que el frío podría extenderse a Francia, por lo que podemos esperar una irrupción de becadas migrantes de corto recorrido en los próximos días, pájaros que hasta ahora habrían podido quedar acantonadas al norte de los Pirineos.

Captura de Windy con las temperaturas en Europa a las 20 horas del 20 de diciembre. El color azul refleja menos de 0ºC.

Permaneceremos atentos a estos posibles movimientos. Desde La Casa de la Becada de Garralda queremos desearos unas felices Navidades y un 2022 cargado de salud.

Zorionak eta urte berri on!

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Anillamiento científico Biología Temporada 2021/2022

El viaje inédito de “Egieder”

Hola a tod@s. En la anterior entrada de este blog destacábamos la notable entrada de becadas que habíamos detectado en las praderas de anillamiento de Garralda desde el 14 de noviembre, entrada que se ha venido alargando durante diez días aproximadamente. A partir de ahí, parón de la migración y dispersión de los ejemplares llegados, a la espera de la teórica última ola migratoria que suele darse en los últimos días de noviembre y primeros de diciembre.

Sin embargo, la meteorología este año iba a dar un vuelta de tuerca más y el 27 de noviembre arrancaba un temporal de nieve que se ha prolongado hasta bien entrado diciembre, adelantando el invierno y condicionando la llegada de becadas a estas latitudes. Ya la noche del 26 de noviembre percibimos un descenso en la densidad de becadas en los prados, síntoma de que las aves barruntaban la que se les venía encima.

¡Doblete de becadas!

Como digo, desde ese momento se iban a suceder las nevadas, que si bien no han venido acompañadas de mucho frío, lo cierto es que sí han supeditado los desplazamientos de las becadas en fechas clave para su migración. Todos hemos podido ver vídeos de becadas desorientadas en pleno centro de Pamplona, algo que hacía tiempo no sucedía por aquí.

Buenos espesores de nieve en muchas zonas de Navarra pese a estar todavía a finales de noviembre

En el marco de estos temporales tenemos el movimiento de “Egieder”, becada que hemos bautizado así por el lugar donde fue anillada el 21 de noviembre. Se trataba de una joven tardía, como tantas que fueron anilladas en esas jornadas y que dio en la báscula 315 gramos. Con la llegada del frío lo lógico, visto desde la perspectiva humana, hubiese sido que la becada retomara la migración dirigiéndose hacia al Sur. Pero quizás porque la entrada del frente fue desde el Sur o porque intuyó que las condiciones de acogida eran mejores más al Norte, volvió a cruzar los Pirineos, desandando una parte del trayecto migratorio efectuado. Un movimiento extraño, quizás similar al que realizan algunas becadas desde la Meseta hacia el mar Cantábrico cuando les apura el frío y la nieve.

Desplazamiento curioso Sur-Norte de “Egieder” desde Garralda hacia Mont de Marsan

Así, nos llegaba la noticia a través de la Oficina de Anillamiento de Aranzadi de la captura de “Egieder” el 1 de diciembre, justo diez días después de su anillamiento. Fue cazada en el departamento de Landas, muy cerca de Mont de Marsan, a 120 kilómetros en línea recta de Garralda. Agradecer al informador de esa captura, Damien Coreau, por su inestimable colaboración, sin la cual la labor de los anilladores no tendría sentido.

Llegamos al 15 de diciembre y con esta fecha se cierra la teórica migración postnupcial de las becadas. La campaña otoñal de anillamiento en Garralda ha sido corta, pero muy intensa, con noches para recordar. Aunque tenemos que analizar los datos obtenidos, en bruto podemos decir que se ha superado con creces el ya considerado éxito de la temporada 2020/21, tanto en densidad de aves encontradas como en becadas capturadas y anilladas.

Liberando una becada recién anillada

A partir de ahora iniciamos la campaña invernal, con el control de las becadas ya anilladas y a la espera de que alguna ola de frío en Europa pueda traernos algún regalo navideño en forma de entrada de más aves.

Seguiremos informado.

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Rock & Roll

Hacíamos mención en la última entrada de este blog a la discreta entrada de becadas que hasta el momento se había producido en la Casa de la Becada, destacando el elevado porcentaje de becadas adultas capturadas en las sesiones de anillamiento y también al notable número de aves recuperadas con anilla, síntoma de que estábamos viviendo de las rentas de la pasada temporada. Estaba claro que el grueso del flujo migratorio no se decantaba por estos territorios.

Los hayedos casi se han desprendido de sus hojas y tan solo las acículas de los alerces dan las últimas notas de color otoñales. El invierno se acerca

La sesión de anillamiento durante la noche del 14 de noviembre transcurría por los mismos derroteros. Un porcentaje alto de becadas adultas caían en la red, cercano al 90%. Entre ellas, dos aves anilladas el 15 y 18 de noviembre de 2020 en la misma pradera, demostrando una vez más el extraordinario sentido de la orientación y fidelidad a su lugar de invernada, pero además una precisión de reloj suizo, ya que regresaban al mismo lugar donde habían sido marcadas justo un año antes.

El estudio de la muda en el plumaje del ala junto a la información que teníamos por haber sido capturada con anterioridad nos permitía calcular que para uno de los ejemplares era por lo menos el cuarto otoño que visitaba la zona, una auténtica superviviente.

Sin embargo, el panorama a partir de las 11 de la noche iba a cambiar radicalmente, porque empezamos a notar una presencia masiva de becadas concentradas en grupos, becadas muy inquietas, que se volaban enseguida. Alguna iba cayendo en la red y curiosamente todas eran individuos jóvenes y de escaso peso. Mientras anillábamos las que caían en la red otras se iban posando en los alrededores, estábamos asistiendo en vivo y en directo a la maravilla de la migración. Por fin el Rock & Roll que esperábamos.

Extrayendo una becada de la red para ser anillada

Tras casi dos baterías gastadas y seis horas de patear prados a la una de la madrugada hacíamos balance de la noche, comprobando que se acababa de pulverizar el récord de avistamientos de becadas de los cuatro años que llevamos anillando en La Casa, con unas cuantas que también se fueron marcadas. Una noche para recordar por muchos años.

El resto de la semana ha sido más contenido, por lo que una buena parte de esta fuerte ola migratoria suponemos que se habrá ido hacia el sur, buscando sus lugares de invernada. Los números discretos de becadas encontradas con los perros durante los censos así lo certifican, un buen número de becadas paran a repostar y siguen su camino.

Números de avistamientos de becadas contenidos durante los censos con perros

Las previsiones meteorológicas para los próximos días anuncian unas condiciones realmente favorables para la migración, por lo que es de esperar nuevos golpes en próximas fechas.

Seguiremos informando.

P.D. Como curiosidad podemos observar las siguientes fotos de una becada juvenil con una característica en el plumaje que no suele ser habitual en estas aves. Se trata de las denominadas barras de crecimiento, unas marcas que pueden aparecer en los pájaros cuando se produce un cambio metabólico durante la fase de crecimiento de las plumas, causado por estrés, déficit de alimentación, etc…En esta becada se localizaban de forma simétrica a lo largo de las dos alas.

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Se empieza a notar el “efecto” Casa de la Becada

Avanza el mes de noviembre y con él las fechas de la migración de las becadas. De momento el grueso del flujo migratorio parece que pasa de largo y estamos percibiendo poca alegría, tanto en el monte como en las praderas, aunque en estas últimas jornadas se atisba algo más de movimiento.

Becada anillada en diciembre de 2020 y recapturada estos días pasados

A pesar de que todavía la muestra es muy pequeña, en estas primeras fechas sí hemos observado cierta tendencia entre las becadas capturadas, resultando que el 75% de estos ejemplares son individuos adultos. De hecho, tres de las becadas que han entrado en la red ya habían sido anilladas el año pasado, algunas capturadas prácticamente en el mismo palmo de terreno, demostrando una vez más la querencia de estas aves a volver a los mismos lugares de invernada, lo que conocemos con el término de filopatria.

Con mucha prudencia podríamos empezar a considerar que este fenómeno podría estar causado por el hecho de que Garralda sea una reserva de caza y por ello hay más becadas supervivientes al final del invierno que vuelven al año siguiente a las mismas praderas. En cualquier caso es algo que habría que confirmar a lo largo de esta temporada y las siguientes.

Predominio significativo de ejemplares adultos entre las becadas anilladas

Lo que sí venimos confirmando es que los prados no están en las mejores condiciones de humedad a pesar de las lluvias de las últimas semanas, unido a que se aprecia que el número de topillos es espectacular, para disfrute de los zorros y rapaces nocturnas y desesperación de los ganaderos. Su rastro en las praderas es notable y está por ver las consecuencias sobre las becadas.

Aspecto de campo de minas en las praderas provocado por topillos

Por lo demás, se acercan las fechas clave de la migración y permanecemos expectantes en la Reserva para el estudio de la becada. Seguiremos informando.