Esta es la pregunta que más nos estamos haciendo los aficionados a esta limícola en el comienzo de la presente temporada. Si bien octubre ha sido un espectáculo con migraciones récord de zorzales, palomas y multitud de pajarillos, respecto a la becada en los corrillos de cazadores y ornitólogos ya se considera este inicio de campaña como el peor en muchos años, por no decir de la historia. Particularmente en Navarra, pero en otras regiones tampoco están como para tirar cohetes.
Con los datos en la mano, durante las sesiones de anillamiento en La Casa de la Becada hemos encontrado exactamente la mitad de becadas que el año pasado por estas fechas, si bien es cierto que en 2021 el pico migratorio se adelantó algunos días.
El comentario generalizado en los cotos colindantes es el de año pésimo y de llegada de becadas con cuentagotas. La explicación a este fenómeno no es única y la conjunción de varios factores es la que ha dado lugar a la tormenta perfecta:
- Sequía: atendiendo a los datos climatológicos, desde mayo vivimos una situación completamente anómala en Navarra. En todo el verano y de acuerdo con Meteo Navarra, el total de precipitaciones para la estación de Aurizberri/Espinal, a 8 kilómetros de Garralda ha sido de 94 mm, un 49% de lo habitual y la temperatura media ha estado casi 3ºC por encima de los valores habituales. En el caso del inicio del otoño las circunstancias han variado poco y el mes de octubre se valora como extremadamente cálido y muy seco para gran parte de la Comunidad Foral de Navarra. Con estos datos, es fácil intuir que la disponibilidad de alimento en el monte para las becadas es muy limitada, el déficit hídrico del suelo impide la presencia de lombrices en las capas superficiales, donde son accesibles para el pico de las becadas. Nos llama la atención cómo el hayedo permanece con la mayor parte de sus hojas cuando por fechas debería estar casi pelado.
- Calor en Europa: el mes de octubre y arranque de noviembre han sido extraordinariamente cálidos en un gran área que engloba los territorios de cría de las becadas que nos visitan, especialmente en los países bálticos. Hasta el 18 de noviembre no se produjeron las primeras heladas serias, casi con un mes de retraso respecto a lo habitual. Con estos valores tan templados las becadas no tienen la misma urgencia por abandonar sus cuarteles de cría hacia el suroeste del continente, si bien desde entonces se ha revertido la situación, con la isoterma 0ºC a nivel del mar durante todo el día desde Alemania hacia el noreste durante la última semana.
- Vientos contrarios a la migración: a lo largo de octubre y primeros días de noviembre, las borrascas estancadas frente a Galicia unidas a un potente anticiclón en el Mediterráneo han enviado un flujo continuo de vientos del Sur, cálidos y secos a nuestras latitudes. Estos aires de pico, frenan o desvían la migración de las becadas, especialmente cuando se aceleran en la cara norte de los Pirineos debido al efecto Foehn. En octubre y noviembre apenas hemos contado con jornadas con viento noreste, favorable a la migración y que empuja las becadas hacia nuestra zona.
¿Qué esperar en las próximas semanas?
Nos acercamos a las fechas críticas de la migración, ya que en las dos próximas semanas se suele producir el pico de abundancia con la llegada del mayor contingente de becadas. En teoría el frío que empieza a apretar en el noreste europeo debería obligar al abandono masivo de sus áreas de cría, aunque en Francia no se atisban temperaturas bajas a medio plazo.
Tampoco parece que la tendencia de vientos de procedencia atlántica vaya a cambiar, pero como buena noticia se vislumbra una ventana para la semana que viene con noches de calma, con poco aire o incluso favorable, por lo que debemos ser optimistas. Otra cosa es que las becadas paren lo justo en nuestra zona para descansar o recalen por más tiempo, todo depende de que la lluvia caída en los últimos días haya favorecido la presencia de una mayor cantidad de microfauna en el suelo, accesible para las becadas.
En principio el año de cría en el norte de Europa y atendiendo a la información que nos llega desde el Club National des Bécassiers ha sido normal, por lo que es esperable que un buen número de becadas jóvenes estén por llegar.
Becadas marcadas para radioseguimiento
En la anterior entrada de este blog hacíamos mención a las cinco becadas que se han equipado en Garralda con dispositivos de seguimiento por satélite. A día de hoy la situación es la siguiente:
- “GARRALDA”: Becada adulta marcada el 11 de noviembre. Se mantiene en la zona, sin grandes desplazamientos.
- “AIZPEA”: Becada juvenil equipada el 18 de noviembre. También permanece en el mismo lugar, aunque con la nevada del día 19 parece que ha cambiado sus praderas de alimentación nocturna a zonas más bajas.
- “RONCESVALLES”: También se trata de un individuo joven. De las becadas marcadas es la que menor desplazamiento está haciendo entre los lugares de alimentación y el bosque en el que permanece durante el día. Apenas se ha movido de la zona donde fue equipada.
- “ANSABEL” Y “OXARTA”: Son las más inquietas del equipo y las que están realizando más cambios a la hora de elegir ubicaciones, pero sin salir del área de La Casa.
Por tanto, vemos que a pesar de encontrarnos en fechas teóricas de migración las becadas ya llevan varios días acantonadas en la zona, lo cual no deja de ser una sorpresa. Veremos si se trata de un “stop over” para recuperar fuerzas o si terminan asentándose más semanas.