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“Aezkoa” se une a “Irati”

¡Hola a tod@s! en la anterior entrada del blog adelantábamos las primeras andanzas de “IRATI”, una becada que había sido anillada en noviembre de 2020 y a la que equipamos el 8 de enero con un radiotransmisor. Pero aquella noche hubo otra becada que también se marchó con “mochila”. El problema es que tras unas primeras emisiones en La Casa de la Becada se trasladó a otro coto donde sí se caza esta especie y por seguridad hacia ella hasta ahora se la había mantenido en el anonimato.

Becada cerca de lo que podría considerarse “brevirrostra”, longitud de pico menor a 55 milímetros

Como decimos, esta becada a la que bautizamos como “AEZKOA” fue marcada también el 8 de enero en una zona de pastizal. Las primeras emisiones en los días siguientes las dio desde el fondo de una regata a escasos 500 metros del lugar donde fue marcada. Al igual que “IRATI”, en el caso de “AEZKOA” también estamos ante un ejemplar adulto y por el estudio de la muda de las plumas de sus alas podemos saber que se encuentra al menos en su cuarto año calendario de vida. Sus 315 gramos de peso le permiten llevar la mochila de 5 gramos con solvencia.

Plumas casi negras de una becada melánica

Tras unas primeras emisiones muy fructíferas cerca del lugar donde la capturamos, de pronto perdimos la señal de “AEZKOA” y el temor era que hubiese sido depredada. Para nuestro alivio, un dispositivo de búsqueda la localizaba unos días después a casi 4 kilómetros en línea recta. Probablemente las fuertes heladas de enero la habían obligado a refugiarse en una zona más baja y soleada. Allí ha permanecido hasta ahora, con pequeños desplazamientos a las praderas contiguas para alimentarse.

En cuanto a las labores de anillamiento en Garralda, la primera mitad de febrero ha mostrado un notable movimiento de becadas, algunas cargadas de grasa e individuos jóvenes. Este cambio de patrón respecto a enero podría indicar un adelanto de las fechas de migración primaveral. Y no es extraño viendo la meteorología de este mes, más propia de finales de marzo, lo que ha podido impulsar a las primeras becadas a iniciar su viaje hacia el Norte.

Hayas centenarias

Una de estas becadas migrantes podría ser “IRATI”, ya que en los dos últimos controles no ha dado señal y tampoco ha podido ser localizada en su praderas habituales, por lo que una de las razones podría estar en un inicio de la migración. Es algo que iremos confirmando en las próximas semanas.

Es de esperar que en la primera quincena de marzo y al igual que en años anteriores haya nuevas jornadas de “Rock & Roll” coincidiendo con las fechas habituales del pico migratorio de regreso a sus cuarteles de cría.

Como anécdota, seguimos sufriendo en los prados con la abundante presencia de montones de tierra provocados por la actividad de la rata topera (Arvicola scherman) Creemos que además del grave perjuicio que está produciendo a los ganaderos de la zona, en lo que respecta a nuestra actividad está causando que los pastizales habituales de alimentación para las becadas no estén con la misma capacidad de acogida. A esto habría que sumarle la increíble densidad de depredadores que atraídos por la rata topera también podrán estar influyendo en las becadas. Y es que todas las noches nos encontramos con numerosos gatos monteses, zorros o tejones en los pastizales en sus incursiones en busca de la citada rata.

Seguiremos informando.

Una escocesa en La Casa de la Becada