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"Irati" Anillamiento científico Biología Radioseguimiento Temporada 2021/2022

“Irati” vuela en su Casa

¡Hola a tod@s! Como es habitual las semanas más crudas del invierno suelen traer pocas novedades al proyecto de La Casa de la Becada, el grueso migratorio ya hace bastantes semanas que pasó y en Garralda permanecen las viejas guerreras. Lo cierto es que es admirable como algunas becadas aguantan el duro clima invernal del Pirineo y a pesar de la nieve y las fuertes heladas de enero se aferran a la zona donde han invernado en años anteriores.

Atardecer en Garralda con el pico de Ori al fondo

Los pesos de las becadas capturadas en las salidas de anillamiento, así como su contenido en grasa confirman que no andan sobradas de alimento, pero ellas saben que en La Casa están seguras y prefieren apostar seguro.

Como decimos, las sesiones de anillamiento durante el mes de enero e inicios de febrero se han saldado con pocas becadas nuevas marcadas y muchos autocontroles, es decir, becadas que ya están anilladas y que aportan una valiosísima información sobre la longevidad y costumbres de estás maravillosas aves. De está manera hemos podido capturar sordas cuyo plumaje y fecha de anillamiento indican que se encuentran en su quinto año de vida o más, un dato destacable ya que una becada es raro que pase de los dos años y medio en lugares con una presión cinegética elevada.

En las últimas salidas se aprecia un pequeño incremento en la densidad de pájaros, estamos en las fechas previas a la migración prenupcial y tal vez se empiezan a producir los primeros movimientos.

Hayedo en invierno

Por otro lado y allá por el mes de octubre anunciábamos la puesta en marcha de una iniciativa en Garralda mediante el marcaje de varias becadas con radiotransmisores, proyecto cuyo objetivo es obtener información más específica que la aportada por el anillamiento científico. En esta ocasión apostamos por el producto de aquí, adquiriendo los transmisores a una empresa ubicada en Córdoba, Microsensory. Al tratarse de unos transmisores nuevos siempre tratamos de hacer un chequeo exhaustivo antes de tomar la decisión de ponérselos a una becada, al fin y al cabo se trata de un ser vivo que merece el máximo respeto y tratamiento ético.

El plazo establecido fijaba la fecha de colocación de los transmisores a finales de noviembre, pero las tempranas nevadas caídas retrasaron un mes la operación. No nos pareció conveniente someter a las becadas a una operación de tanto estrés en una época en la que no estaban al 100% de sus facultades a causa de la nieve y el frío.

Finalmente a principios de enero y después de unas Navidades más templadas decidimos equipar una becada y ver su reacción. Para ello se desplazaron a Garralda Rubén e Izas (¡Gracias!!!) quienes se iban a encargar de colocar el aparato de 5 gramos a la becada mediante una arnés diseñado específicamente para esta ave, a modo de mochila. El aparato emite gracias una batería cargada por unos paneles solares acoplados al propio dispositivo y su ubicación puede ser captada a través de un receptor consistente en una pequeña antena.

Operación de equipado de la becada con el radioemisor

En poco más de media hora y tras intentarlo con varias sordas muy desconfiadas, conseguíamos atrapar una becada y comenzaba la operación de marcado. En apenas 5 minutos, un visto y no visto, gracias a la profesionalidad y habilidad de Rubén e Izas, la becada ya estaba volando con su pequeña mochila. Se trataba de una habitual de La Casa, había sido anillada en noviembre de 2020. Entonces ya era una becada adulta, por lo que podemos suponer que al menos este es su tercer invierno en Garralda.

La bautizamos como “IRATI” en honor a los fabulosos bosques que dan cobijo a nuestra amigas.

Momento en el que “Irati” es liberada

Durante las jornadas siguientes hubo nervios por saber si todo iba bien con “Irati” y su emisor daba señales de calidad. Pronto salíamos de dudas y la antena captaba la localización de la becada en una zona baja del monte, entre acebos y avellanos y a un kilómetro escaso en línea recta del prado donde fue anillada. En el mes que llevamos siguiéndola ha sido muy precisa en la elección de sus lugares de alimentación y descanso, salvo durante las noches de mayor helada en la que permaneció en el bosque. Es llamativo que las noches en las que ha salido a comer en campo abierto ha elegido el mismo palmo de terreno de pradera donde fue capturada.

Una vez terminada la temporada de caza respiramos tranquilos y confiamos en que “Irati” seguirá aportando información valiosa hasta que decida partir al lejano Norte.

No queremos dejar de agradecer a la Sección de Caza del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra por el apoyo a este estudio en La Casa de la Becada.

Todavía se ha podido disfrutar de bonitas jornadas de censos con perro durante enero