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"BIDAUSI" Anillamiento científico Biología Seguimiento por satélite Temporada 2023/2024

Resumen de actividades en la temporada 2023/2024

Aspecto de los montes de Garralda en noviembre

Una vez llegados al mes de mayo toca analizar toda la información recopilada a lo largo de toda la temporada en Garralda. Lejos queda ya octubre, en el que a tenor del buen aspecto que presentaban los montes de este rincón del Pirineo navarro, hacíamos un pronóstico bastante optimista. Buenos augurios que se cumplieron a grandes rasgos, aunque matizados por una migración verdaderamente extraña, que a continuación analizaremos con más detalle.

Meteorología

Decíamos que el otoño de 2023 en nada se pareció a los dos precedentes, ya que en esta zona las precipitaciones fueron abundantes y regularmente repartidas ya desde mediados de agosto, con lo que llegábamos a finales de octubre con los montes pletóricos de humedad y rezumando agua por los cuatro costados.

Esta temporada hemos visto correr el agua como hacía años

Como dato objetivo tenemos el del observatorio de Aurizberri/Espinal, el más cercano a Garralda, que registraba nada más y nada menos que 463 litros por metro cuadrado acumulados entre el 15 de agosto y el 1 de noviembre.

Sin embargo, estas condiciones a priori idóneas se veían empañadas al inicio del otoño por unas temperaturas extrañamente tibias para la época, provocadas por una sucesión de profundas borrascas de procedencia atlántica, con fuertes vientos del Suroeste. Una situación que en absoluto favorece la migración en estos montes del Pirineo. De acuerdo con los datos de Meteo Navarra, octubre y noviembre de 2023 se pueden clasificar como muy cálidos o extremadamente cálidos en los valles pirenaicos.

En la siguiente imagen del portal meteorológico Ventusky, correspondiente al 2 de noviembre, se aprecia esta circunstancia, vientos del Sur-Suroeste en Europa occidental.

Así, la llegada de becadas se fue retrasando hasta fechas pocas veces vividas en esta zona. En octubre la presencia de sordas fue prácticamente nula y en noviembre apenas se vieron pájaros hasta bien entrado el mes. Como digo, esta particularidad, aunque extraña, da la sensación de que va marcando una tendencia en los últimos años.

No fue hasta los últimos días de noviembre, momento en el que apretó el frío en el centro de Europa y en estos montes se empezaron a ver los primeros copos de nieve, cuando la arribada de las becadas a Garralda se generalizó.

El mes de diciembre siguió caracterizado por la meteorología suave para la época y hasta la primera semana de enero no llegó el frío y la nieve de forma clara. Estas condiciones invernales, con mínimas de hasta -12ºC algunas noches, apenas duraron unos días, ya que poco después regresaron temperaturas primaverales en pleno mes de enero.

El resto del invierno alternó episodios de precipitaciones de nieve con otros más suaves, pero sin grandes olas de frío que hayan supuesto desplazamientos masivos de las becadas presentes en Garralda.

Durante la segunda mitad de febrero y primera de marzo la nieve sí llegó a cubrir los montes de Garralda con cierta continuidad, lo que a buen seguro condicionó de forma negativa la parada de las becadas en esta comarca durante la migración prenupcial.

Becada anillada en noviembre y recapturada en marzo en mitad del temporal de nieve

Anillamiento

La actividad de marcaje de aves en Garralda es efectuada por anilladores expertos y/o específicos de becada autorizados y avalados por la Oficina de Anillamiento de Aranzadi, englobados dentro del proyecto del grupo de anillamiento “Scolopax”. La metodología utilizada ya lo conocéis, pero básicamente consiste en un recorrido a pie por las praderas tratando de localizar las becadas con un foco y atrapándolas mediante una especie de salabre.

Las labores de anillamiento durante la pasada temporada se iniciaron el 22 de octubre, prolongándose hasta el 21 de marzo. Han participado cuatro anilladores, efectuándose un total de 33 sesiones de anillamiento, lo que constituye un cómputo global de 93 horas de prospección, un esfuerzo de muestreo que podemos considerar como muy elevado, debido principalmente a que apenas se han perdido jornadas de anillamiento a causa de la nieve y esto se ha notado en el total de horas monitorizadas.

A lo largo de los recorridos nocturnos se han observado 273 becadas, lo que da un Índice de Abundancia Nocturna (IAN) de 2,94 becadas/hora, sensiblemente por encima de los 1,95 becadas/hora de la anterior temporada 2022/23, pero lejos de los valores obtenidos para la temporada 2021/2022 (3,47 becadas/hora) o 2020/2021 (3,39 becadas/hora) Por tanto, podemos considerar la densidad de aves en la temporada 2023/24 como normal, dentro de los valores medios obtenidos en el conjunto de las cuatro temporadas completas que llevamos de estudio.

En la siguiente gráfica se representa la evolución de la densidad nocturna de becadas a lo largo de las cuatro temporadas de este estudio. El pico de abundancia que se observa para la temporada 2019/2020 se debe a que tan solo se prospectaron los días de mayor densidad durante la migración de primavera. Para el resto de temporadas el dato corresponde a la campaña completa, serán necesarios más años de estudio para poder establecer una tendencia válida.

Evolución de la densidad nocturna de becadas en Garralda por temporada

Respecto al total de becadas que han entrado en la red, se han capturado 123 ejemplares, lo que da una efectividad del 45%, valor considerado como muy alto. Esta cifra de capturas también queda muy por encima de la obtenida en 2022/2023 (48 capturas)

Del total de becadas capturadas, 32 ejemplares eran aves previamente anilladas (Recapturas), un 26%, porcentaje que puede considerarse muy elevado en comparación con el calculado en otras zonas donde también se están desarrollando labores de marcaje de becadas. De hecho, el porcentaje de recapturas de becadas anilladas en Navarra en la pasada temporada, sin contar los datos de Garralda, se quedó en un escaso 8,15%, dieciocho puntos por debajo del valor obtenido en la Casa de la Becada.

Este dato surge como consecuencia del elevado esfuerzo de anillamiento en esta zona (Mayor número de ejemplares marcados), así como de la ausencia de presión cinegética, lo que deriva en una mayor supervivencia de becadas anilladas, que posteriormente son recapturadas en la misma temporada o sucesivas. Es lo que denominamos filopatria o fidelidad de las aves a un determinado lugar a lo largo del tiempo.

Lectura de la edad de una becada, destaca una pluma blanca en su ala

Este porcentaje de recapturas fue menor al de 2022/2023 (31,25%) debido principalmente a que en aquella temporada la cantidad de recapturas de becadas anilladas en el invierno anterior fue de un 15,56%, por un 7,5% de 2023/24. Esta diferencia creemos que viene dada por la gran proporción de becadas jóvenes que han llegado a Garralda este otoño respecto al total de individuos, como veremos a continuación.

En la siguiente gráfica podemos comprobar la evolución por temporada del número de becadas capturadas (anilladas y no anilladas) durante las sesiones de anillamiento. Vemos que la pasada temporada fue la segunda en cuanto al global de capturas.

Capturas totales de becadas por temporada. Anilladas más no anilladas.

Por otro lado, tenemos el número de becadas que anillamos o número de anillas colocadas por temporada. Vemos que el número no aumenta en la misma proporción debido a que el número de becadas anilladas recapturadas se va incrementando conforme se van acumulando los años de estudio.

Total de becadas anilladas por temporada.

El efecto “reserva” de la Casa de la Becada, junto con la continuidad en el tiempo de las laboras de anillamiento nos permite constatar la elevada longevidad de las becadas en lugares donde la presión cinegética es nula, ya que en la pasada temporada pudimos realizar tres recapturas de becadas con una edad de seis o más inviernos.

En este contexto invitamos a meditar sobre la importancia de reservas como la Casa de la Becada como vía para garantizar la supervivencia de estos ejemplares tan experimentados, un capital becadero imprescindible para la sostenibilidad de la especie a medio plazo.

Preciosa

Como sabéis, una vez capturada una becada, el estudio de las plumas de sus alas nos permite calcular su edad y gracias a ello, la proporción de individuos jóvenes respecto al total de aves capturadas. Esta información, por un lado nos puede dar una idea del éxito de la temporada de cría y por otro, nos ayuda a estimar la tasa de supervivencia de las becadas que nos visitan. A más supervivientes de una temporada, en teoría más becadas adultas tendremos al año siguiente. Todo ello en base a la filopatria nombrada antes.

Durante la temporada 2023/24 el porcentaje de aves jóvenes fue de un 78,86%, cantidad que podemos considerar muy elevada, un auténtico récord. El anterior valor más alto corresponde a la temporada precedente, con un 60,42%. El elevado peso de los ejemplares jóvenes respecto a la bolsa total de capturas podría deberse a una exitosa campaña de nidificación, unido a que las becadas adultas, que sobre el papel deberían haber regresado a Garralda, sin embargo han elegido otros lugares para pasar la invernada. Quizás a la fuerza, ya que fueron desviadas de su ruta por las borrascas otoñales. Por otro lado, siempre hay que considerar el hecho de que Garralda se encuentra en mitad de un importante corredor migratorio y esto tiende a inflar el número de ejemplares jóvenes respecto al total de capturas.

De todas maneras y a tenor de lo observado en la siguiente gráfica, resulta llamativa la evolución de la proporción de jóvenes capturados respecto al total. Y es que está siguiendo una tendencia inversa a lo que podríamos considerar como previsible. A pesar de que capturamos ejemplares muy longevos, la proporción de becadas juveniles ha ido en aumento con el paso de los años. Se trata de algo muy provisional debido a que el número de campañas de estudio todavía es escaso, pero en cualquier caso es algo a estudiar en años venideros.

En cuanto a la distribución temporal de las becadas en Garralda a lo largo de la temporada, el primer ejemplar observado se detectó ciertamente tarde, el 2 de noviembre y hasta el último tercio de este mes no se generalizó la presencia de sordas. La irrupción de pájaros en los últimos días de noviembre fue masiva y repentina, con hasta 26 ejemplares anillados en la noche del 29 de noviembre. Podemos afirmar que la migración durante la pasada temporada se demoró tres semanas respecto a lo que podríamos considerar habitual.

A partir de esa fecha los valores del IAN se mantuvieron en valores constantes y elevados hasta la primera semana de enero, en la que la nieve y el frío expulsó un buen número de becadas de Garralda, bajando los datos de densidad a la mitad respecto a lo que veníamos observando en las jornadas precedentes. Estos parámetros de abundancia se mantuvieron más o menos estables hasta final de temporada. De hecho y como ocurrió en la temporada anterior, en febrero y marzo apenas se han percibido movimientos de contrapasa considerables.

El hecho de que los montes de Garralda se hayan mantenido nevados en buena parte de estos dos últimos meses ha podido contribuir a la escasa presencia de becadas en la última fase de la campaña. A pesar de que en los últimos días de marzo la presencia de becadas en los prados era testimonial, sí se nos han reportado distintas citas de pájaros bien entrado el mes de abril, a buen seguro migradores tardíos.

Llano de Auritz/Burguete en marzo. La nieve frenó la parada de becadas en contrapasa

En cuanto a las becadas anilladas en Garralda y recuperadas por caza, tenemos información de ocho ejemplares reportados. Buena parte de estas recuperaciones (4) se realizaron en los cotos colindantes y muy concentradas dentro de los diez días siguientes a su anillamiento.

Por lo que podemos constatar en estos años de estudio, la probabilidad de que una becada sea cazada desciende conforme transcurren los días desde su llegada a Garralda, salvo que la meteorología las obligue a desplazarse a otros lugares. De hecho, otras tres recuperaciones se produjeron en la segunda parte de enero, pero esta vez tras las nevadas en Garralda y en cotos más lejanos (30 a 150 kilómetros de distancia) Como curiosidad, la anilla restante fue recuperada en Verona (Italia) el 3 de diciembre, se trataba de una becada capturada en Garralda el 14 de noviembre de 2021.

Una vez más agradecemos la inestimable colaboración de los cazadores que nos trasladan la información de las becadas anilladas que capturan.

Censos con perro

Otra de las actividades que desarrollamos en la Casa de la Becada es el seguimiento de la densidad de aves mediante el censo con perros, consistente en recorridos a pie en la que se van contabilizando las becadas que detectan los canes. La información recopilada durante estos censos es volcada en la aplicación del “Proyecto Becada” del CCB.

Estos amigos vinieron desde León a censar las becadas de Garralda

Respecto al esfuerzo de muestreo, en la pasada temporada se acercaron a Garralda 61 socios del Club de Cazadores de Becada con sus perros, realizándose 96 jornadas de censos de una duración media entre 3 y 4 horas, un auténtico éxito si lo comparamos con las 39 jornadas de la temporada 2022/23. El número de permisos reservados que finalmente no se utilizaron ascendió a 34, principalmente fueron jornadas perdidas debido a la presencia de la nieve en Garralda en febrero y marzo.

Bonita muestra

A lo largo de estas 96 jornadas de censo se avistaron 77 becadas, lo que da un ICA o Índice de Abundancia (Becadas avistadas para una jornada teórica de 3,5 horas) de 0,89. Aunque representa un incremento respecto al valor del ICA en 2022/23 (0,51) consideramos que se trata de un valor francamente bajo y engañoso, ya que viene condicionado por la concentración de las jornadas de censo principalmente en las fechas en las que hubo una menor densidad de becadas en Garralda.

No es el Báltico, es Garralda

De hecho, se observa que la mayor demanda de jornadas de censos se produjo en octubre e inicios de noviembre, cuando apenas había becadas en Garralda, bajando en cuanto las becadas se reparten por los cotos y los participantes dan prioridad a las jornadas de caza. Lo mismo ocurre con febrero y marzo, una vez que termina la temporada de caza aumentan las jornadas de censos en Garralda, pero este año ha coincidido con los días de menor abundancia de pájaros.

Últimas becadas de la temporada aprovechada por este setter de “Goge”

Al igual que ha ocurrido con los datos de densidad obtenidos mediante el anillamiento, las jornadas más fructíferas se produjeron desde los últimos días de noviembre y durante diciembre, consecuencia de una llegada francamente tardía de la migración.

Ahí la tenía el perro de Unai

Seguimiento de Becadas por satélite

Uno de los objetivos del estudio a desarrollar en la Casa de la Becada consistía en dar continuidad al proyecto de seguimiento de becadas por satélite, pero esta vez en un contexto más local, de manera que pudiésemos monitorizar los movimientos de estas aves en un espacio más reducido. En este escenario hace un par de años recibimos un empujón por parte del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra para el programa de seguimiento de becadas en Garralda. Esto nos permitió adquirir varios emisores para colocar en algunos ejemplares, con diversos resultados. Para los que sois nuevos en la materia siempre tenemos el hándicap de estar tratando con una especie cuyas características no son las mejores para el seguimiento mediante emisores con baterías cargadas por placas solares.

Bidausi

El hecho de que las becadas pasen la mayor parte de su vida diurna a la sombra del bosque no facilita precisamente la carga de la batería. Esto, unido a que la becada es un ave bastante sensible al estrés disminuye la tasa de éxito en este tipo de trabajos.

Durante la pasada temporada disponíamos de un emisor para equipar una becada, por lo que nos desplazamos el 21 de diciembre a las campas de Garralda con la intención de capturar y marcar un ejemplar. Tarea nada fácil debido a que la luna en fase creciente no iba a ser de gran ayuda a la hora atrapar alguna de nuestras amigas de pico largo. Asimismo, el hecho de que estemos anillando habitualmente en las mismas praderas provoca que los pájaros vayan desconfiando ante la presencia de los focos.

Con todo y tras varios intentos fallidos conseguíamos que una becada cayera en la red. La agradable sorpresa se produjo al comprobar que se trataba de una becada ya anillada con anterioridad, con fecha 15 de diciembre de 2020, justo tres años antes. Aunque ya estemos habituados a la fidelidad de estos pájaros a sus lugares de invernada, no podemos dejar de destacar que fue anillada en la misma pradera donde la recapturamos. En concreto, en diciembre de 2020, entonces y mediante el estudio de las plumas del ala pudimos determinar que se trataba de un ejemplar adulto, en su segundo año calendario, como mínimo. No podemos concretar más su edad, pero en estos momentos sabemos que la becada se encuentra mínimo en su sexto invierno.

Por tanto, estábamos ante toda una superviviente, una veterana idónea para ser equipada con el emisor. Su peso elevado, de 360 gramos y el estado general de la limícola también nos convencieron de que ésta era el ave.

Tras un rápido trabajo de Rubén Ibáñez colocando el emisor GPS, “BIDAUSI” era liberada. Su nombre evoca un término de la parte más elevada del monte de Garralda, conocido por su espectacular hayedo.

Bidausi ya equipada con su GPS y a punto de ser liberada

Como siempre, las primeras horas son claves para determinar el éxito de la operación. El asombro vino al comprobar que la primera localización diurna se producía en el bosque de la Reserva Natural de Tristuibartea, cerca de la localidad aezkoana de Hiriberri/Villanueva, a cuatro kilómetros al Este del lugar de captura. La siguiente localización, esta vez nocturna, la desplazaba otros cinco kilómetros más allá. “BIDAUSI” se alimentaba en unas praderas en el término de Abaurrea Alta/Abaurregaina. La duda que nos rondaba era saber si este movimiento se debía al “susto” por la experiencia de la captura y equipamiento o, por contra, se trataba de una becada nómada con una amplitud de desplazamiento francamente elevada

Esta incógnita se resolvía en la noche posterior, ya que la becada estaba de vuelta y emitía justamente en el mismo prado donde fue capturada. Al día siguiente nos mostraba su ubicación diurna, en el centro del término de Garralda y ya a salvo dentro de la reserva de la Casa de la Becada.

En las siguiente jornadas fuimos comprobando los movimientos de esta veterana, como decimos, con al menos seis inviernos a sus espaldas. Y lo que nos encontramos es que estábamos ante una becada “segurolas”. Sus desplazamientos eran mínimos y quizás ahí residía el secreto de su éxito. Con una precisión casi milimétrica se movía apenas un kilómetro desde la zona donde permanecía oculta durante el día hasta prácticamente el metro cuadrado de pradera donde se alimentaba en la oscuridad de la noche. “Lo que bien está, mejor no tocarlo”, pensará. Tan solo en las noches más crudas del temporal en enero cambió ligeramente la pradera nocturna, bajando en altitud, quizás en busca de esas zonas de pastizal encharcado que no cubría la nieve y donde podía acceder a las lombrices.

En cuanto subió la temperatura y fundida la nieve se produjo el regreso a sus rutinas de siempre. Durante el resto del invierno apenas se registraron cambios en su comportamiento y como aliciente quedaba apostar sobre la fecha en la que emprendería el regreso hacia el Norte de Europa, siempre cruzando los dedos para que el nivel de batería del transmisor nos permitiera seguir estos desplazamientos.

Solo en los días de más frío y nieve cambió Bidausi sus costumbres

Sin embargo y como pequeño jarro de agua fría, la última localización válida se produjo el 29 de febrero. En las dos siguientes emisiones del 3 y 7 de marzo y aunque la sonda de temperatura del emisor nos indicaba que la becada seguía viva, las localizaciones no eran de la suficiente calidad como para poder precisar la localización del ave. Y después vino el silencio, por lo que podemos suponer que la batería del emisor se sitúa por debajo del nivel crítico, una verdadera lástima.

Como pequeña esperanza cabe la posibilidad de que el aumento de las horas de luz solar en primavera permita que el emisor cargue lo suficiente para dar una localización válida, aunque por experiencias previas sabemos que es poco probable. Por otro lado y como factor más verosímil, queda cruzar los dedos y esperar la oportunidad de recapturar el ave en el próximo otoño y así recuperar la información que contiene el emisor.

Curso de anillamiento

El sábado 9 de marzo realizamos en Garralda una charla informal para aquellas personas interesadas en formarse en el anillamiento científico de becadas con el fin de informar sobre las características del proyecto de anillamiento del grupo “Scolopax”, así como los requisitos exigidos a los candidatas/os.

Primer curso de anillamiento en La Casa de la Becada

Después de la parte teórica nos desplazamos a las praderas para realizar un ejemplo de salida práctica de anillamiento, con poca suerte ya que no fuimos capaces de capturar pájaros. La idea es dar continuidad a este tipo de charlas a partir de noviembre, iremos informando a través de los canales habituales del Club.

La tradicional prueba de perros del Máster CCB tampoco faltó a su cita en Garralda

Esto fue todo en cuanto a las actividades realizadas en la Casa de la Becada durante el otoño e invierno de 2023/24. Temporada muy completa en la que han crecido y consolidado todos los apartados en los que estamos inmersos. Una vez más tenemos que agradecer la participación de los anilladores del grupo “Scolopax” y todos los socios del CCB que han participado en los censos con perro.

Robledal de Betelu en los primeros días de mayo, la primavera ya asoma a Irati

A partir del mes de mayo comenzamos con los censos de becadas reproductoras o “Proyecto Roding”, en busca de posibles ejemplares nidificantes.

Animamos a todos los socios y socias del CCB a participar en esta y otras iniciativas, os podéis poner en contacto con nosotros a través del correo electrónico casabecada@ccbp.org y seguir todas las iniciativas de la Casa de la Becada en este blog.

¡Os esperamos!

Miguel Minondo

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"BIDAUSI" Anillamiento científico Seguimiento por satélite Temporada 2023/2024

“Bidausi”, una vieja rockera en Garralda

¡Muy buenas! Esperamos que estéis disfrutando de unas felices Navidades. En La Casa de la Becada nuestros trabajos no se detienen y seguimos con las distintas actividades que en su conjunto dan forma a nuestro proyecto. En este contexto y hace un par de años recibimos un empujón por parte del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra para el programa de seguimiento de becadas en Garralda. Esto nos permitió adquirir varios emisores para colocar en algunos ejemplares, con diversos resultados. Siempre con el hándicap de estar tratando con una especie cuyas características no son las mejores para el seguimiento mediante emisores con baterías cargadas por placas solares.

El hecho de que las becadas pasen la mayor parte de su vida diurna a la sombra del bosque no facilita precisamente la carga de la batería. Esto, unido a que la becada es un ave bastante sensible al estrés disminuye la tasa de éxito en este tipo de trabajos.

Con estos antecedentes nos desplazamos el 21 de diciembre a las campas de Garralda con la intención de capturar un ejemplar para ser equipado. Tarea nada fácil debido a que la luna en fase creciente no ayuda a que las aves se dejen atrapar. Asimismo, el hecho de que estemos anillando habitualmente en las mismas praderas provoca que los pájaros vayan desconfiando ante la presencia de los focos.

Con todo y tras varios intentos fallidos conseguíamos que una becada cayera en la red. La agradable sorpresa se produjo al comprobar que se trataba de una becada ya anillada con anterioridad, con fecha 15 de diciembre de 2020, justo tres años antes. Aunque ya estemos habituados a la fidelidad de estos pájaros a sus lugares de invernada, no podemos dejar de destacar que fue anillada en la misma pradera donde la recapturamos. En diciembre de 2020 y mediante el estudio de las plumas del ala pudimos determinar que se trataba de un ejemplar adulto, en su segundo año calendario, como mínimo. No podemos concretar más su edad, pero en estos momentos sabemos que la becada en la actualidad se encuentra mínimo en su sexto invierno. Toda una superviviente, una veterana idónea para ser equipada con el emisor. Su peso elevado, de 360 gramos y el estado general de la limícola también nos convencieron de que ésta era el ave.

Tras un rápido trabajo de Rubén Ibáñez colocando el emisor GPS, “BIDAUSI” era liberada. Su nombre evoca un término de la parte alta del monte de Garralda, conocido por su espectacular hayedo.

Como siempre, las primeras horas son claves para determinar el éxito de la operación. El asombro vino al comprobar que la primera localización diurna se producía en el fenomenal bosque de la Reserva Natural de Tristuibartea, cerca de la localidad aezkoana de Hiriberri/Villanueva, a 4 kilómetros al Este del lugar de captura. La siguiente localización, esta vez nocturna, la desplazaba otros 5 kilómetros más allá. “BIDAUSI” se alimentaba en unas praderas en el término de Abaurrea Alta/Abaurregaina. La duda que nos rondaba es saber si este movimiento se debía al “susto” por la experiencia de la captura y equipamiento o, por contra, se trataba de una becada “nómada” con una amplitud de desplazamiento francamente elevada.

Esta incógnita se resolvía en la noche posterior, ya que la becada emitía justamente en el mismo prado donde fue capturada. Al día siguiente nos mostraba su ubicación diurna, en el centro del término de Garralda y ya a salvo dentro de la reserva de La Casa de la Becada.

En las próximas jornadas iremos comprobando los movimientos de esta veterana, seguro que nos irá aportando datos muy interesantes sobre el comportamiento de esta maravillosa ave.

Seguiremos informando en este Blog.

Desde La Casa de la Becada os deseamos lo mejor para 2024. Urte berri on!!!!

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"ARANEA" Anillamiento científico Seguimiento por satélite Temporada 2022/2023

“ARANEA”, de Garralda a Polonia

Muy buenas. Dentro del programa de seguimiento de becadas por satélite en Garralda, iniciativa que ha contado con el apoyo del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, hace dos años apostamos por una empresa nacional, Microsensory, para adquirir los aparatos que iban a ser colocados en las becadas.

Lo cierto es que los emisores en un primer momento no dieron el resultado que esperábamos, sabiendo de antemano que la becada es un ave muy complicada por sus hábitos nocturnos que dificultan la carga de la batería del trasmisor mediante la placa solar acoplada al mismo. Sin embargo, tras unos retoques en la propia empresa proveedora nos llegaron a última hora de la temporada de migración primaveral unos emisores mejorados. Esto nos permitía afrontar en la última salida de anillamiento de la campaña el intento de captura y marcaje de una becada.

Colocando el “PTT” a “Aranea”

Así, la noche del 24 de marzo salíamos al campo con la intención de que sonara la flauta, sabiendo que la temporada de migración primaveral, ya de por sí floja, estaba dando sus últimos coletazos. La meteorología tranquila, sin lluvia ni apenas nubes y unos prados realmente secos tampoco iban a ser nuestros aliados.

La lectura de las plumas del ala nos permite determinar que se trataba de un ave joven

Sin embargo y cuando ya dábamos la empresa por imposible, localizamos una becada, como se suele decir, de txiripa, pues estaba quieta como una estatua en el alto de un prado que presentaba la hierba bastante alta. Tan solo asomaba ligeramente la cabeza entre la maleza, pero el brillo de los ojos le traicionaron. Una aproximación en modo Apache permitió “echarle el guante”. Fuerte descarga de adrenalina del equipo “Scolopax”, misión cumplida.

Últimos retoques

En pocos minutos y en las manos expertas de Rubén la becada, bautizada “Aranea”, era equipada con el PTT y anillada. Se trata de un ave joven de 340 gramos, bien gordita, a la que seguramente pillamos en pleno viaje migratorio. Tras una foto de rigor volaba libre. Dentro del proyecto “Scolopax sin Fronteras” del CCB se trata de la becada marcada por satélite en fecha más tardía.

En las jornadas posteriores íbamos a salir de dudas sobre el verdadero rendimiento de los emisores mejorados. Tras unos días de incertidumbre nos llegaba la primera localización buena de “Aranea”, el 30 de marzo. Ya había abandonado La Casa de la Becada y emitía desde el noreste de Francia, en el bosque de Chaume, en el departamento de Nièvre, a casi 700 kilómetros de Garralda. Lo gracioso es que el paraje donde se situaba recibe el nombre de Combe de la Bécassiere, que traducido sería algo así como “vallejo de la becada”.

La mejor señal era que “Aranea” iba a seguir emitiendo con bastante regularidad en las jornadas siguientes, dando además localizaciones de muy buena calidad, motivos para ser optimistas.

“Aranea” ya equipada instantes antes de su liberación

El 11 de abril recibimos novedades, un nuevo desplazamiento hacia el Noreste daba como resultado la localización de la becada ya en Alemania, muy cerca de la ciudad de Frankfurt. “Aranea” sumaba casi otros 500 kilómetros en su periplo migratorio.

Esto supuso un acelerón en su viaje, ya que dos días después, el 13 de abril, volvía a mandar señales, esta vez desde Polonia. 650 kilómetros más de vuelo hasta situarse cerca de la ciudad de Poznan.

Sin embargo, ésta iba a ser la última buena noticia, ya que tras una nueva emisión el 14 de abril llegó el temido silencio que tantas veces hemos padecido en la historia de este proyecto. No sabemos si se trata de un fallo del emisor, falta de carga o simplemente la becada había sido depredada, pero desde ese momento dejamos de tener noticias de “Aranea”.

Ahora nos queda la esperanza de que el ave siga viva y en breve retome la migración de vuelta y ¿Por qué no? Podamos avistarla de nuevo en Garralda.

En cualquier caso, las novedades que tengamos al respecto las iremos publicando en este Blog.

¡Nos vemos!

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"AIZPEA" "ANSABEL" "Garralda" "OXARTA" "RONCESVALLES" Anillamiento científico Censos con perro Seguimiento por satélite Temporada 2022/2023

Otras cuatro becadas se unen al proyecto “Scolopax sin fronteras”

Tras la buena noticia de tener a la becada “GARRALDA” con su emisor, despedíamos la anterior entrada de este blog anunciando que pronto tendríamos novedades y éstas han llegado antes de lo esperado. Tras varias noches en las que habíamos notado cierta entrada de becadas en migración, la noche del viernes 18 de noviembre estaba marcada en rojo como idónea para colocar el resto de emisores que nos quedaban.

La becada AIZPEA con su nuevo emisor

Otra vez nos poníamos manos a la obra recorriendo las praderas de alimentación de las becadas en Garralda. Noche oscura y fría, sin viento, pero con una suave lluvia que en ocasiones se transformaba en aguanieve, óptima para la captura de nuestras amigas. Pronto iba a caer la primera sorda y enseguida una detrás de otra. Esta abundancia de pájaros nos iba a permitir seleccionar aquellos ejemplares en mejor estado físico, lo que nos da cierta garantía de que el ave va a poder llevar con solvencia la mochila con el emisor.

Rubén y Unai manipulando una de las becadas equipadas

Contrariamente a lo que veníamos observando hasta el momento, todos los ejemplares eran juveniles, sin recapturas de becadas ya anilladas, por lo que intuimos que se trataban de aves en migración. Esto tiene otra consecuencia, y es que las becadas jóvenes no tienen la fidelidad adquirida al territorio, por lo que asumíamos que algunas podrían desplazarse más allá de La Casa de la Becada. Algo que entra dentro de los objetivos de un estudio cuando estamos trabajando en un lugar dentro de un importante pasillo migratorio.

El primer paso consiste en marcar el ave con una anilla metálica

Para esta ocasión los aparatos elegidos son de fabricación polaca, de la casa Ornitela y presentan como novedad que la transferencia de datos con sus localizaciones se produce a través del sistema GSM (en inglés Global System for Mobile communications), como si se tratará de un teléfono móvil. Estos emisores ya han sido utilizados con éxito en otro tipo de aves, pero también con becadas, lo cual nos da cierta garantía de éxito. Como venimos repitiendo, la carga de la batería de los emisores mediante una placa solar constituye el gran escollo en especies como la becada.

Observando las plumas del ala para determinar su edad

En menos de tres horas las becadas ya habían sido equipadas por las expertas manos de Rubén, en esta ocasión auxiliado por Unai. Como decimos, antes habían sido descartadas varias aves por su bajo peso e incluso una becada con una herida de perdigón en el muslo, aunque aparentemente sin gravedad.

ANSABEL a punto de ser liberada

Cinco minutos sumando el proceso de anillado y equipado y la becada ya está otra vez en vuelo, el tratamiento ético y responsable es el primer mandamiento de los anilladores.

Una vez equipadas las becadas con sus PTTs pudimos hacer un foto relajada del grupo con una de las becadas anilladas antes de liberarla

En total, cuatro nuevas becadas estrenaban sus mochilas. Han sido bautizadas como AIZPEA, ANSABEL Y OXARTA, nombres de parajes dentro del término municipal de Garralda, en honor al gran esfuerzo que se está haciendo en la zona por conservar la denominación original de los topónimos locales. La cuarta becada ha recibido el nombre de RONCESVALLES, en euskera Orreaga, localidad por todos conocida al albergar la colegiata y hospital de peregrinos del Camino de Santiago y en la que se produjo la célebre batalla. Con el deber cumplido nos retirábamos de las praderas a recuperar fuerzas con un buen bocata.

El bocata no puede faltar

Por la mañana llegaba la sorpresa en forma de nevada a unas cotas bastante más bajas que las pronosticadas por las agencias de meteorología.

En 48 horas hemos pasado del verano al puro invierno

Por ello existía cierta expectación por ver el comportamiento de las becadas equipadas. Sin embargo, en principio las primeras emisiones no indicaban movimientos significativos de los pájaros y continuaban en la zona. En los próximos días comprobaremos si son becadas que retoman su viaje migratorio o si, de lo contrario, se acantonan en los terrenos de La Casa de la Becada y alrededores.

La Dama del bosque

Censos con perro

Mientras por la noche continúan en las praderas los trabajos de anillamiento y marcado de aves con dispositivos de seguimiento por telemetría, cuando amanece llega el turno de los aficionados a los perros de muestra a través de los censos de becada.

Perros de Ricardo Cornago mostrando una becada

Este año seguimos con una densidad de aves por debajo de las expectativas. La sequía de los meses precedentes junto con el calor y los vientos contrarios a la migración no están ayudando a que el contingente de becadas se acerque a Garralda. Los aficionados a su caza en los cotos del entorno ya hablan de la peor temporada en muchos años. Sin embargo, unos cuantos enamorados de los perros siguen acercándose a Garralda y disfrutando de las escasas aves y también del entorno y de la gastronomía local.

Rastro de becada o chaza

Además, parece que la meteorología está cambiando y el frío en el centro y norte de Europa augura una llegada masiva de becadas en fechas próximas, habrá que estar atentos.

El team de la Comunidad Valenciana que nos ha visitado este fin de semana poniendo buena cara al mal tiempo
Temperaturas a 21 de noviembre, los colores azulados indican 0ºC o menos

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"Garralda" Anillamiento científico Seguimiento por satélite Temporada 2022/2023

“GARRALDA”, como en Casa

Un poco de Historia

En el año 2006 un grupo de locos por la becada pensó en dar una vuelta de tuerca a los estudios científicos que existían hasta la fecha sobre esta especie. Para ello, creyeron que sería una buena idea aplicar las investigaciones con dispositivos de seguimiento por satélite que entonces empezaban a despuntar a la Dama del bosque. Aquello fue el embrión del proyecto denominado “Scolopax sin fronteras“. Tras semanas de ensayos y pruebas, el Club de Cazadores de Becada fue el primero en el mundo en equipar una becada con un PTT, producido en Estados Unidos por MTI.

Emisor PinPoint de Lotek

Desde aquel lejano 2006 más de 40 becadas han llevado estas mochilas a sus espaldas, aportando información inédita sobre sus fechas de migración y vías migratorias. Actualmente se marcan becadas de esta manera en el Reino Unido, Francia, Estonia, Rusia, Italia, Hungría y Suiza, suponiendo un método de monitorización de la especie en pleno crecimiento y que supone un complemento ideal al anillamiento científico tradicional. Si bien se trata de unos aparatos bastante caros, aportan una información más completa y permiten el seguimiento del ave en tiempo real.

Becada preparada para ser equipada

En los inicios de esta iniciativa ya se observó que uno de los principales hándicaps que tienen estos aparatos es la batería que alimenta el emisor y que se carga a través de una placa solar incorporada. La becada es una especie forestal, permanece durante el día dentro del bosque y normalmente solo sale al exterior durante la noche, por lo que el aparato rara vez recibe luz solar directa y esto compromete su carga.

“Scolopax sin fronteras” en Garralda

Hasta ahora las becadas marcadas dentro del proyecto principalmente han pretendido fijar las fechas de inicio de la migración prenupcial o contrapasa, así como las vías migratorias y origen de las aves que nos visitan cada otoño.

Algunas de las rutas migratorias obtenidas a partir del seguimiento de becadas por satélite

Por ello, todas las becadas han sido equipadas hasta el momento a partir de febrero, en las fechas más próximas a su migración primaveral, evitando también de esta manera que pudieran ser abatidas durante la temporada de caza.

Rubén e Ibon, maestros de ceremonias del proyecto “Scolopax sin fronteras”

Sin embargo, esto nos ha hecho perder una preciosa información sobre el comportamiento de los individuos una vez cruzan los Pirineos. Como decíamos, la carga de la batería que mueve el emisor se ve comprometida por el comportamiento forestal de la becada y pocas son las que llegan a emitir más de seis meses después de su marcado.

Así, sabemos que algunas de las becadas ibérico invernantes llegan a criar hasta Siberia Oriental, pero no conocemos a ciencia cierta cómo se reparten por la Península Ibérica una vez llegan a nuestros territorios en otoño.

Por ello, la existencia de La Casa de la Becada es una gran oportunidad para estudiar a las sordas tanto a nivel local como para comprobar la forma de dispersión que utilizan al final de su trayecto migratorio en el Suroeste de Europa o, por ejemplo, su respuesta ante las olas de frío.

En este contexto, en la temporada 2022/23 hemos empezado a equipar becadas en Garralda con estos dispositivos, esperando obtener valiosos datos que nos ayuden a comprender mejor el comportamiento de esta enigmática ave. Todo gracias al apoyo a este proyecto por parte de la Sección de Caza del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra.

“GARRALDA”, la primera de muchas

La noche del 11 de noviembre se desplazaba a La Casa el “team alavés”, Ibon y Rubén, anilladores del Grupo Scolopax de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, para tratar de atrapar y equipar varias becadas. Sin embargo el veranillo de San Martín no nos facilitó la tarea, con altas temperaturas, viento Sur y terrenos secos. Así, tan solo un ejemplar quiso entrar en la red para ponerse en las manos expertas de nuestros cirujanos becaderos. En este caso el dispositivo elegido había sido suministrado por la empresa Lotek, puntera en la fabricación de este material. La señal del aparato será captada por el sistema de satélites Argos y rebotada en forma de coordenadas a nuestro PC. Así de sencillo y complicado a la vez.

“GARRALDA” a punto para ser equipada

En poco más de cinco minutos el pájaro estaba con su mochila, anillado, pesado y datado. Se trataba de un ave adulta con muda interrumpida, observando sus plumas no mudadas podemos determinar que el otoño pasado era un individuo juvenil, por lo que en estos momentos se encuentra en su segundo año de vida. O lo que es lo mismo, probablemente éste sea el segundo otoño que pasa por Garralda.

Trabajo limpio y rápido

Fotos rápidas de rigor y el animal es liberado enseguida para evitar el estrés, queremos que sufra lo mínimo posible. Tocaba esperar a las primeras emisiones para cerciorarnos de que todo había ido bien.

Por fin el martes 15 llegaban las buenas noticias en forma de las primeras localizaciones de “GARRALDA”, como fue bautizada esta “mochilera”. Se había desplazado casi 4 kilómetros desde las praderas de alimentación hasta el corazón del hayedo de La Casa de la Becada. Chica lista, allí sabe que estará más tranquila. Las primeras emisiones nos muestran un comportamiento errático del ave, propio de estas becadas recién llegadas y que todavía no se han asentado en el lugar o quizás porque van a continuar la migración. Pronto lo sabremos.

Acabando de equipar a “GARRALDA”

En fechas próximas seguiremos con el marcaje de nuevas aves que iremos narrando en más entradas de este Blog.

Momento de la liberación de una becada anillada

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Anillamiento científico Censos con perro Noticias de la Casa Radioseguimiento Seguimiento por satélite Temporada 2021/2022

Casa de la Becada, Gure Etxea, resumen de actividades del otoño-invierno de 2021/22

Este otoño se reiniciaba con gran ilusión el proyecto de nuestra casa de Garralda tras el paréntesis que supusieron las restricciones de movilidad causadas por la pandemia en la temporada anterior. Ya en octubre celebramos la primera prueba del Máster CCB en Garralda, junto con las primeras Jornadas de la Becada, con gran éxito de público y presencia de becadas, tal y como resumíamos en la revista de noviembre.

Concurso de perros de muestra sobre becada en octubre

Tras aquellos días de frenesí se retomaban en noviembre las jornadas de anillamiento y censos de becada con perro que centran las labores de otoño e invierno en Garralda.

Resumen meteorológico, una temporada de extremos

Como el año pasado y para realizar el análisis meteorológico del otoño/invierno en La Casa de la Becada tomamos los datos de dos estaciones oficiales próximas, dado que Garralda no cuenta con una propia. Por un lado tenemos la estación de Aribe, situada a 2 kilómetros al este de Garralda, a 701 metros de altitud y por otro, la de Aurizberri/Espinal, a 7 kilómetros hacia el oeste y a 871 metros, ambas estaciones propiedad del Gobierno de Navarra y AEMET.

Frío en enero en La Casa de la Becada. Al fondo el pico de Ori

En las dos localidades la temperatura media del mes de octubre fue casi 1ºC más baja que la media y tan solo llovió un 40% de la media histórica. Esta sequía podría haber marcado el devenir de la temporada, ya que el terreno al principio del otoño estaba francamente seco y con ello muy comprometida la capacidad de acogida para las becadas.

En contraste, noviembre resulto ser especialmente húmedo, con un 35% más de precipitaciones que la media (235 mm. en Auritzberri/Espinal) y frío, más de 1ºC por debajo de los valores medios. Entre el 27 y 29 de noviembre se registraron fuertes precipitaciones de nieve, con más de medio metro de espesor acumulado en los montes.

En cuanto a diciembre, las precipitaciones podemos calificarlas de torrenciales, ya que supusieron un 224% de los valores medios, distribuidos en solo treces días de lluvia o nieve, lo que dio como resultado fuertes inundaciones. En la estación de Aurizberri/Espinasl se registraron 381 mm de precipitación., de los cuales 111 mm. cayeron en 24 horas.

Con enero llegaron las heladas, con 23 jornadas registrando temperaturas por debajo de 0ºC. El observatorio de Aurizberri/Espinal dio una temperatura mínima de -10,5ºC. Las precipitaciones volvieron a ser superiores a la media, aunque otra vez concentradas en pocos días a principios de mes.

Todo lo contrario sucedió en febrero, al ser especialmente cálido, 5ºC por encima de la media y muy seco, con valores de precipitación inferiores al 30% del promedio histórico.

Tan solo noviembre y diciembre se han mostrado húmedos

Por último, marzo mostró temperaturas superiores a la media y precipitaciones otra vez por debajo de los valores considerados normales.

En resumen, la meteorología como es habitual en una especie migratoria como la becada ha condicionado en gran medida la presencia de estas aves en La Casa, en este caso por un otoño/invierno marcado por los fenómenos meteorológicos extremos en el que a un fuerte sequía le han seguido nieve y lluvias torrenciales. El defecto de precipitaciones en octubre junto con las fuertes nevadas a finales de noviembre (En plena migración de las becadas) y las lluvias torrenciales de diciembre no han contribuido a una presencia elevada de becadas.

El factor “rata topera”

Como decimos, la sequía del arranque del otoño no presagiaba un buen estado de las praderas de alimentación de las becadas. Así lo constatamos en las primeras salidas de anillamiento, ya que la tierra de las praderas parecía auténtica arena. Pero además se apreciaban algunos prados seriamente dañados por la acción de un pequeño animal que en los últimos años se está haciendo notar en el Pirineo Navarro.

Se trata de la rata topera (Arvicola terrestris), un roedor de tamaño mediano. Según señala la revista Navarra Agraria estamos ante una especie que construye madrigueras subterráneas cuya entrada cierra con un montículo de tierra similar al de los topos pero de tamaño ligeramente menor y con entrada diagonal en lugar de vertical. Además, los montones construidos por la rata topera se distribuyen en pequeñas agrupaciones a modo de “corros”, en lugar de alineadas como sucede en el caso de las madrigueras de los topos, lo que permite diferenciar fácilmente a ambas especies. Se alimenta tanto de raíces y bulbos como de partes aéreas de plantas pratenses.

Efectos de las ratas toperas en los prados. Foto de la revista “Navarra Agraria”

Lo cierto es que muchos prados estaban casi impracticables, con gran parte del terreno levantado, lo que en un primer vistazo no creemos que los hiciera muy apetecibles para las becadas. La abundancia de toperas también dificultaba la localización de las becadas, unido a que los agujeros causados por tejones en busca de estos roedores eran un serio peligro para los tobillos de los anilladores.

Si esto no fuera suficiente hemos notado una sorprendente densidad de zorros, gatos monteses y tejones, además de rapaces nocturnas (Cárabo y búho chico), probablemente atraídos por la abundancia de ratas toperas. Si bien en ningún momento se ha percibido que ataquen a las becadas, más bien ignoran a estas aves, también es cierto que tal cantidad de potenciales predadores no ayudará a que haya pájaros en los prados.

Anillamiento

Se iniciaba la temporada de anillamiento con la díficil expectativa de acercarnos a los espectaculares resultados de la anterior temporada.

Becada a punto de ser anillada junto a su rastro

La primera sesión se realizó el 13 de octubre, como decía, constatando la coyuntura de un terreno excesivamente seco. El 27 de octubre se avistaba y capturaba la primera becada de la temporada.

A partir de esa fecha y con los prados en mejor estado por las primeras lluvias se sucedieron los avistamientos y capturas, todavía con cuentagotas, sin notarse una entrada masiva. Una clara señal de que el flujo migratorio no se estaba dirigiendo a Garralda fue que la gran mayoría de las becadas atrapadas eran ejemplares adultos, muchos anillados en anteriores temporadas.

Desplazamientos de las becadas anilladas en Garralda desde 2020 y recuperadas por caza

Sin embargo, la noche del 14 de noviembre la tendencia dio un vuelco con una entrada brutal de pájaros, contando un total de 50 ejemplares. Mientras estábamos anillando las becadas otras sordas se posaban alrededor, indicando que estábamos asistiendo a la migración en directo. El hecho de encontrar bastantes becadas agrupadas y en lugares muy específicos también contribuía a interpretar que se trataba de ejemplares recién aterrizados y no asentados en la zona. En las jornadas siguientes se sucedieron las capturas, con una característica común, todas eran becadas jóvenes, al contrario de los que habíamos visto hasta la fecha. Unas noches para recordar.

Probablemente estas becadas venían huyendo del temporal de nieve que se avecinaba y ya la noche del 26 de noviembre notamos un bajón importante, justo con los primeros copos. Al día siguiente los prados se cubrían de una gruesa capa que duró casi hasta Navidad, por lo que la actividad de anillamiento se vio interrumpida.

Al contrario de lo acontecido en la temporada 2019/2020, en esta campaña no se han detectado nuevas entradas de becadas durante diciembre, por lo que la densidad de aves en este mes ha sido realmente discreta. En contraste, a lo largo de enero disfrutamos de una presencia mayor de ejemplares de los que a priori cabría esperar, por lo que poco a poco se va desmontando la teoría de la existencia de “zonas exclusivas de paso”. Si bien notamos en La Casa un fuerte flujo migratorio en determinadas fechas, no es cierto que las becadas desaparezcan fuera de esos días, al contrario, hay una nada despreciable cantidad de becadas que se quedan en Garralda a pasar el invierno.

Becada recién capturada

Febrero ha sido un mes en el que poco a poco hemos notado un paulatino descenso de la densidad de becadas, reflejo de la contrapasa adelantada de esta temporada. En marzo la presencia de becadas en La Casa ha sido exigua, salvo un pequeño coletazo hacia el 12 de marzo. Ya a partir del 20 de marzo desaparecieron las becadas. El grueso de la migración primaveral este año ha pasado de largo.

En cuanto a cifras, en la campaña de anillamiento han participado cinco anilladores del Grupo Scolopax (Unai Gardoki, Zarbo Ibarrola, Rubén Ibáñez, Miguel Minondo y Daniel Ursua), invirtiendo un total de 82,4 horas (95 horas en 2020/21) distribuidas en 31 jornadas (36 jornadas en 2020/21). Este menor número de horas de muestreo viene dado principalmente por la nieve que cubrió las praderas de Garralda durante los últimos días de noviembre y buena parte de diciembre, lo que impidió las labores de anillamiento.

En total se han observado 286 becadas, lo que supone una clara disminución si lo comparamos con las 338 sordas encontradas en 2020/21. De estas becadas avistadas se lograron capturar 87 ejemplares, un 30,4% de efectividad. En la temporada 2020/21 entraron en la red 124 becadas, con una mayor efectividad del 37%. Seguramente esta caída del porcentaje de éxito a la hora de atrapar a las becadas se deba a la mayor proporción de ejemplares adultosy/o anillados en las campas y por lo tanto más resabiados.

Del total de becadas capturadas se han anillado 64 aves. El resto correspondían a ejemplares ya marcados en esta o anteriores temporadas. En 2020/21 se colocaron 114 anillas.

Como decimos, 23 de las 87 becadas atrapadas (10 en 2020/21) han sido pájaros anillados con anterioridad, lo que da un porcentaje de un 26,5% de recapturas. El tiempo medio durante el que han portado anilla estas becadas recuperadas por anillamiento ha sido de 431 días, con una gran horquilla que va desde un máximo de 3650 días a un mínimo de 2 días.

Si tomamos el dato de la proporción de recapturas (Becadas ya anilladas) en relación al número total de becadas atrapadas en Garralda y la comparamos respecto al resto de zonas prospectadas en Navarra esta temporada, tenemos que en La Casa de la Becada es de un 26,5%, mientras que para el resto de Navarra cae a un 9,12%. Esto da idea del importante papel que una reserva de caza juega como elemento de conservación de la población de becadas.

Más aún, en zonas de gran presión del norte de Navarra la proporción de becadas recapturadas durante la pasada temporada de caza ha sido de un escaso 1%.

En la Gráfica 2 se puede apreciar la evolución positiva del porcentaje de recapturas en Garralda desde que comenzó el trabajo de anillamiento en la temporada 2019/2020.

Para obtener el valor relativo de densidad de becadas nos fijaremos en el índice de abundancia nocturna (IAN1). Ésteha sido de 3,47becadas avistadas por hora de muestreo, lo que indica una bajada respecto al año 2020/21 en el que este valor fue de 3,53, lo que confirma que al menos en las praderas de anillamiento esta temporada fue peor que la anterior.

La proporción de jóvenes o âge-ratio entre las becadas anilladas se ha quedado en un 50,6% (55,75% en 2020/21 y 48% en 2019/20), valor que se puede considerar como bastante bajo, un 3% menor de lo observado para el resto de becadas anilladas esta temporada en Navarra fuera de La Casa.

En cuanto a las becadas anilladas en Garralda y recuperadas por caza en la temporada 2021/2022 tenemos siete ejemplares, el mismo número que el año pasado. Cinco de estas becadas habían sido anilladas en esta misma temporada y las otras dos lo fueron en la 2020/21. Como novedad, este año ha aumentado la distancia a la que han sido recuperadas las becadas por caza respecto a otros años, tan solo dos recuperaciones se ha realizado a menos de 15 kilómetros, siendo la distancia máxima respecto a Garralda de una becada cazada 336 kilómetros (Villaviciosa, Asturias), había sido anillada en marzo de 2021.

Siete de las becadas anilladas este año en Garralda han sido cazadas y comunicadas

Tres de las becadas anilladas en noviembre fueron recuperadas por caza en áreas cercanas al mar Cantábrico (Gipuzkoa, departamentos franceses de Pirineos Atlánticos y Landas), posiblemente empujadas a estas zonas más templadas a causa de las nevadas de noviembre/diciembre.

Censos con perro

En lo que respecta a los censos de becadas con perro, lo cierto es que hemos mejorado las cifras de participación de la temporada pasada, pero creemos que es mejorable, en especial en la utilización de permisos reservados. De 460 jornadas de censos disponibles para toda la temporada se reservaron 138 permisos, pero finalmente se realizaron 62 censos, lo que constituye un 14% de “ocupación”. Los adjudicatarios de cada permiso se presentaron a perrear en Garralda en menos de la mitad de ocasiones. Para el año que viene intentaremos encontrar fórmulas para que mejore el grado de participación.

Mejores densidades de becadas que en la temporada 2020/21

Del total de jornadas de censos realizadas se ha volcado información de 37 salidas en la aplicación del “Proyecto Becada”, por lo que hubo bastantes jornadas disfrutadas y que no se apuntaron o se hizo de manera errónea. Recordamos que introducir los resultados de la jornada de censo obviamente es un requisito para volver a participar en los mismos. Por tanto, tenemos un total de 124 horas de muestreo, en las que se han avistado 43 becadas. Así, la densidad de becadas media calculada mediante el ICA (Becadas vistas para una jornada teórica de 3,5 horas) se ha quedado en 1,21, valor que podemos considerar en la media de lo que puede dar la reserva, superando con creces el obtenido en la temporada 2020/21 que fue de 1,01.

Por meses, la mayor densidad de becadas se produjo en noviembre, con un ICA medio de 1,58, mientras la menor abundancia correspondió a octubre con un valor de 0,83.

Censos invernales de becadas

Radioseguimiento

Allá por el mes de octubre anunciábamos la puesta en marcha de una iniciativa en Garralda mediante el marcaje de diez becadas con radiotransmisores, proyecto cuyo objetivo es obtener información más específica que la aportada por el anillamiento científico. La financiación de los aparatos corrió a cargo del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra. En esta ocasión apostamos por el producto de aquí, adquiriendo los transmisores a una empresa ubicada en Córdoba, Microsensory. Al tratarse de unos transmisores nuevos siempre tratamos de hacer un chequeo exhaustivo antes de tomar la decisión de ponérselos a una becada, al fin y al cabo se trata de un ser vivo que merece el máximo respeto y tratamiento ético.

Rubén e Izas equipando a una de las becadas con un emisor

El plazo establecido fijaba la fecha de colocación de los transmisores a finales de noviembre, pero las tempranas nevadas caídas retrasaron un mes la operación. No nos pareció conveniente someter a las becadas a una operación de tanto estrés en una época en la que no estaban al 100% de sus facultades a causa de la nieve y el frío.

Finalmente el 8 de enero y después de unas Navidades más templadas decidimos equipar dos becadas y ver su reacción. Para ello se desplazaron a Garralda Rubén e Izas (¡Gracias!!!) quienes se iban a encargar de colocar el aparato de 5 gramos a las becadas mediante una arnés diseñado específicamente para esta ave, a modo de mochila. El aparato emite gracias una batería cargada por unos paneles solares acoplados al propio dispositivo y su ubicación puede ser captada a través de un receptor consistente en una pequeña antena.

En poco más de media hora y tras intentarlo con varias sordas muy desconfiadas, conseguíamos atrapar dos ejemplares y comenzaba la operación de marcado. En apenas cinco minutos, un visto y no visto, gracias a la profesionalidad y habilidad de Rubén e Izas, las becadas ya estabas volando con sus pequeñas mochilas. Por un lado teníamos a una habitual de La Casa, había sido anillada en noviembre de 2020. Entonces ya era una becada adulta, por lo que podemos suponer que al menos este es su tercer invierno en Garralda.

La bautizamos como «IRATI» en honor a los fabulosos bosques que dan cobijo a nuestra amigas.

La otra becada, llamada “AEZKOA”, también era un individuo adulto, como ha sido habitual este año en Garralda, en este caso por el estudio de la muda de las plumas de sus alas podemos saber que se encuentra al menos en su cuarto año calendario de vida. Sus 315 gramos de peso le permiten llevar la mochila de 5 gramos con solvencia.

Desplazamiento de “Irati” entre sus zonas de descanso diurnas y alimentación nocturna

Durante las jornadas siguientes hubo nervios por saber si todo iba bien con las dos becadas y sus emisores daban señales de calidad. Pronto salíamos de dudas y la antena captaba la localización de “IRATI” en una zona baja del monte, entre acebos y avellanos y a un kilómetro escaso en línea recta del prado donde fue anillada. En el mes siguiente fue muy precisa en la elección de sus lugares de alimentación y descanso, salvo durante las noches de mayor helada en la que permaneció en el bosque. Es llamativo que las noches en las que ha salido a comer en campo abierto ha elegido el mismo palmo de terreno de pradera donde fue capturada.

En el caso de «AEZKOA» las primeras emisiones en los días siguientes las dio desde el fondo de una regata a escasos 500 metros del lugar donde fue marcada. Sin embargo y después de unos días de fuertes heladas perdimos su señal y el temor era que hubiese sido depredada o cazada. Para nuestro alivio, un dispositivo de búsqueda la localizaba unos días después a casi 4 kilómetros en línea recta. Probablemente las fuertes heladas de enero la habían obligado a refugiarse en una zona más baja y soleada. Allí ha permanecido hasta ahora, con pequeños desplazamientos a las praderas contiguas para alimentarse. De hecho, en las últimas jornadas de marzo permanecía en el mismo lugar, así que queda por descubrir si está retrasando la migración o se trata de una becada residente.

Volviendo a “IRATI”, el 8 de febrero captábamos por última vez su señal. Dado que durante los días posteriores ya se notó un primer movimiento de contrapasa creemos que esta becada partió rumbo al Norte a mediados de febrero.

No queremos dejar de agradecer a la Sección de Caza del Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra por el apoyo a este estudio en La Casa de la Becada.

Esto ha sido todo durante el otoño e invierno por Garralda. A lo largo de abril y mayo se realizarán los censos de posibles becadas nidificantes, el “Proyecto Roding”, con la vista puesta en la temporada que viene, que promete ser mucho mejor.