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Anillamiento científico Biología Censos con perro Temporada 2022/2023

Resumen de la temporada 2022/2023

Muy buenas. Después de un tiempo desconectados y para ir calentando motores de cara a la temporada que poco a poco se acerca, vamos a ir actualizando contenidos del Blog con algunas publicaciones que se han quedado en el tintero desde la pasada primavera.

Empezamos haciendo un resumen de lo que fueron los trabajos científicos realizados en la última temporada 2022/23, dejando a un lado las actividades de seguimiento de becadas por satélite a la espera de mayor número de datos.

Anillamiento

Los trabajos de anillamiento científico de becadas en Garralda se iniciaron en febrero de 2020 con las primeras sesiones regulares de anillamiento. En septiembre de 2020 se creó la Casa de la Becada y ya entonces se estableció un calendario de salidas de anillamiento que compaginara un muestreo suficiente del terreno con la tranquilidad necesaria para las aves y resto de fauna. Por ello, durante la temporada de anillamiento se propone un mínimo de una salida semanal y un máximo de tres. La prospección nocturna de las praderas está basada en el desplazamiento que realizan las becadas al anochecer desde las zonas forestales en las que permanecen durante el día hacia las praderas donde encuentran, por un lado, su alimento (Lombrices de tierra) y por otro, una mayor protección frente a los depredadores.

Esta labor de marcaje de aves es efectuada por anilladores expertos y/o específicos de becada avalados por la Oficina de Anillamiento de Aranzadi y englobados dentro del grupo de anillamiento “Scolopax”. La metodología utilizada ya ha sido explicada anteriormente.

Al comienzo del estudio se dividió el término municipal de Garralda en ocho zonas distintas de anillamiento, de las cuales y después de los primeros recorridos se han considerado que cinco grupos de praderas presentan una mayor potencialidad para la becada y, por consiguiente, son las que se monitorizan más frecuentemente.

La densidad de becadas en las praderas viene determinada, lógicamente, por la cantidad de aves presentes en los bosques cercanos, por el flujo migratorio de aves que atraviesan un lugar y que pudieran detenerse momentáneamente a alimentarse y por la cantidad de alimento existente en la capa más superficial del terreno. En el caso de las becadas presentes en zonas con mayor influencia atlántica, el 80% de su dieta está compuesta por lombrices de tierra.

Hemos dividido la temporada de anillamiento en Garralda en tres periodos, en función de la más probable fenología de las aves presentes en los prados:

  • Migración postnupcial: Del 15 de octubre al 15 de diciembre.
  • Invernada estricta: Del 15 de diciembre al 15 de febrero.
  • Migración prenupcial: Del 15 de febrero al 1 de abril.

A la hora de valorar a priori el éxito de una temporada de anillamiento en cuanto a densidad de aves, también hacemos hincapié en el análisis de las condiciones meteorológicas en los meses precedentes, ya que de la humedad y temperatura depende en gran parte la presencia de un mayor o menor contenido de micro invertebrados en los prados. Así y de acuerdo con los datos proporcionados por Meteo Navarra y las estaciones meteorológicas más próximas a Garralda (Aurizberri/Espinal y Aribe) las precipitaciones en el periodo de tres meses anteriores a la llegada del mayor contingente de becadas a Garralda (Verano-otoño de 2022) no han llegado al 40% de los valores promedio, mientras que las temperaturas han superado ampliamente la media.

Así, la capacidad de acogida para las becadas de las praderas de alimentación durante la temporada de migración postnupcial del año 2022 ha estado muy lejos de lo considerado como óptimo.

Datando la edad de una becada a partir de las plumas del ala

Migración postnupcial

Los trabajos de anillamiento durante el primer periodo de migración otoñal se iniciaron el 21 de octubre, prolongándose hasta el 15 de diciembre. Han trabajado cuatro anilladores, efectuándose un total de 20 sesiones de anillamiento, lo que constituye un cómputo global de 51 horas de prospección.

En este tiempo se han observado 116 becadas, lo que da un Índice de Abundancia Nocturna de 2,27 becadas/hora, muy lejos de los valores obtenidos para la temporada de migración otoñal 2021/2022 (4,86 becadas/hora) o 2020/2021 (3,91 becadas/hora) Por tanto, podemos considerar la densidad de aves en la migración de becadas 2022 como muy baja, valor esperado dadas las condiciones meteorológicas (Vientos contrarios a la migración, altas temperaturas y sequía) antes y durante el periodo migratorio.

Esta becada dejó su rastro en las praderas de alimentación

De estas becadas avistadas se han capturado 42 ejemplares, lo que da una efectividad del 36%, valor considerado normal. La cifra de capturas también queda muy por debajo de la obtenida en 2021/2022 (62 becadas) y 2020/2021 (88 becadas) Del total de becadas capturadas, 12 ejemplares eran aves previamente anilladas, un 28,6%, valor que puede considerarse muy elevado en comparación con el calculado en otras zonas donde también se están desarrollando labores de marcaje de becadas. Este dato es consecuencia del elevado esfuerzo de anillamiento en esta zona (Mayor número de ejemplares marcados) así como de la ausencia de presión cinegética, lo que deriva en una mayor supervivencia de becadas anilladas que posteriormente son recapturadas en la misma temporada o sucesivas.

Finalmente, podemos analizar la edad de las becadas capturadas mediante el estudio y datado de las plumas del ala. Esta información nos puede dar una idea del éxito de la temporada de cría, así como del efecto “Reserva” de La Casa de la Becada en base a la filopatria o fidelidad de los individuos a sus lugares de invernada a lo largo de los años. Durante la temporada de migración otoñal 2022 el porcentaje de aves jóvenes ha sido de un 54,7%, algo superior al de la temporada precedente (50,6%) y ligeramente por debajo que el obtenido hace dos años (55,75%)

Durante la temporada se han capturado varios ejemplares con “piojillo”

En cuanto a la distribución temporal de las becadas en Garralda, el primer ejemplar observado se detectó el 21 de octubre, encontrándose la mayor densidad a partir de la última semana de noviembre. El pico de migración esta temporada ha sido menos evidente que en la anterior y también se ha producido con diez de retraso respecto al año pasado.

Invernada

Si procedemos a analizar el periodo de invernada estricta de la pasada temporada, tenemos que poner el foco en la fase de ola de frío que se prolongó durante un mes desde el 15 de enero y que cubrió de nieve y hielo los montes de La Casa de la Becada, condicionando la presencia de estas aves en Garralda, ya que en estas rigurosas condiciones con pueden acceder a las lombrices de tierra que constituyen su principal de alimento.

Desde el 15 de enero la nieve y frío han condicionado nuestra labor de anillamiento

Con esta tesitura tampoco se podían realizar las tareas de anillamiento, por lo que en la segunda parte de la temporada nos vimos obligados reducir el número de salidas al mínimo, con una única sesión de anillamiento realizada el 13 de enero, en la que se vieron 5 becadas vistas y una captura.

Liberando una de las becadas marcadas con dispositivos de seguimiento por satélite

Contrapasa

La migración primaveral o contrapasa en Garralda este año ha sido francamente fugaz, con escasa presencia de becadas. Al igual que ocurrió en otoño, el principal flujo migratorio pasó de largo y únicamente notamos un pequeño pico hacia el 12 de marzo.

Como anécdota, este año hemos anillado una becada en una fecha realmente tardía, el 24 de marzo, un auténtico récor.

Grabando la migración de becadas en contrapasa en el mes de marzo

Censos con perro

Otra de las actividades que desarrollamos en la La Casa de la Becada es el seguimiento de la densidad de aves mediante el censo con perros, consistente en recorridos a pie en la que se van apuntando las becadas que detectan los canes.

En la pasada temporada se han realizado 39 jornadas de censo, en las cuales se localizaron 21 becadas, lo que da un Índice de Abundancia (Becadas avistadas para una jornada teórica de 3,5 horas) de 0,51. Se trata de un valor francamente bajo, en línea con la floja temporada que nos ha tocado padecer.

Al igual que comentábamos con el anillamiento, la escasez de precipitaciones al final del verano y principios del otoño han perjudicado la capacidad de acogida de estos montes. Si a esto sumamos la tendencia de los vientos de componente Sur en los días que coincidieron con el pico migratorio, se explica la baja presencia de becadas en la última campaña.

Como siempre decimos, un cero también es un dato y por ello es de agradecer la colaboración de los voluntarios que han participado en los censos a pesar de que la baja densidad de aves no era el mayor de los alicientes.

Censos de becada con perro. Foto de Ricardo Cornago

Esto ha sido todo. Salimos de una temporada difícil que ha puesto a prueba la motivación para sacar adelante los distintos proyectos de esta iniciativa y es que, si faltan las becadas, todo es más complicado. Por suerte, estas campañas son necesarias para sacar distintas conclusiones, entre ellas, cómo está afectando el cambio climático a la distribución de las becadas en el tiempo y en el espacio. Cada vez parece que llegan de una forma más tímida y tardía. Lo iremos confirmando en años venideros.

Saludos y permaneced atentos a próximas entradas de este Blog.